Los Cocodrilos siguen ganando, pero con otro Víctor al frente

 
Víctor Figueroa sustituyó a su tocayo Mesa, y contrario a lo que muchos pensaban los resultados de los últimos cinco años se han mantenido y vuelven a pensar en una corona esquiva a la provincia desde 1991
Víctor Figueroa sustituyó a su tocayo Mesa, y contrario a lo que muchos pensaban los resultados de los últimos cinco años se han mantenido y vuelven a pensar en una corona esquiva a la provincia desde 1991

Por Joel García

La dirección del equipo Matanzas solo cambió de apellido para esta campaña, Víctor Figueroa sustituyó a su tocayo Mesa, y contrario a lo que muchos pensaban los resultados de los últimos cinco años se han mantenido y vuelven a pensar en una corona esquiva a la provincia desde 1991, levantada entonces por Henequeneros. 

                         


¿Son estos unos “cocodrilos” diferentes? Desde la primera interrogante, el preparador físico devenido director no ocultó su respuesta: “son los mismos con quienes estuve trabajando muchos años, incluso más maduros”. Acto seguido soltó una sonrisa y prefirió sentarse a conversar con calma en el banco que ocupaba en el estadio Capitán San Luis, a solo unos minutos de comenzar el primer partido contra la tropa pinareña dirigida por Pedro Luis Lazo.

Sin evadir ninguna pregunta por incómoda que pareciera, Figueroa, “Chúa” para sus amigos más cercanos, pasó revista a lo hecho hasta aquí en la actual temporada, aclaró lo sucedido en la subserie contra Industriales y comentó sobre lo más importante: su pasión por el deporte al que ha dedicado su vida.

“Cuando comenzó esta serie sabíamos la responsabilidad que entrañaba esta función. Había que trabajar duro, fundamentalmente con los jóvenes porque ellos debían ocupar los puestos que más debilidades íbamos a tener a partir de las ausencias conocidas de algunos jugadores y otras que llegaron después. No era un secreto que el equipo estaba débil y las posibilidad de avanzar era difícil. De las pocas personas que nos dieron clasificados estuvo usted. Ese fue el inicio, incierto para algunos, excepto para el colectivo técnico y los muchachos”. 



¿Qué nombres serían imprescindibles destacar hasta hoy?

“El trabajo encomiable de Yoanni Yera, la ayuda incansable de Jonder Martinez, la incorporación con calidad de Irandy Castro a la función de abridor, el esfuerzo y la consagración de Yasiel Santoya y la ofensiva de Jefferson Delgado. También el rendimiento de Eduardo Blanco en el center field, el regreso positivo de Lázaro Herrera, el aporte de Aníbal Medina a pesar de su enfermedad en la primera fase. Y así pudiera irlos mencionando a todos, pero no quiero extender la entrevista”.

¿Y la incorporación de Yurisbel Gracial después de la Liga Can-Am, así como los refuerzos?

“Gracial ha tenido un ascenso extraordinario como pelotero desde hace varios años y fue una bujía para el equipo en los finales de la anterior etapa. Jugó el campo corto porque había una situación difícil en esa posición y la resolvió. Ahora volvió a tercera y Jefferson pasó el jardín izquierdo porque son dos son grandes peloteros que aportan mucho a las victorias y siempre hay que tenerlos en la alineación. 



“Con respecto a los refuerzos, algunos pensaron que no habíamos pedido bien, pero apostamos por la sabiduría de la unidad y del team work. Confié en los avileños y no me arrepiento. Ellos son dirigidos por un gran mánager y han estado en muchos play off. Esas herramientas las vamos a necesitar cuando lleguemos a semifinales.

“Dachel Duquesne ha sido un pitcher importante (tiene ya dos victorias), al receptor Osvaldo Vázquez lo tomé buscando ofensiva y porque Ariel Martínez se va al panamericano sub-23. Lo más grande ha sido el torpedero Yorbis Borroto, inspiración en la unidad y pensamiento táctico. En resumen, los refuerzos están rindiendo y eso es lo que valoramos. Vamos a lograr lo que le dijimos al pueblo de Matanzas: clasificar primero, estar entre los cuatro como segundo objetivo y luego discutir el campeonato”.

El conjunto ha coqueteado con el título en los últimos seis años y la pregunta se desprende. Más allá del trabajo físico, ¿en qué aspectos ha insistido más para alcanzarlo?

“Decir que me he ganado la confianza de ellos es engañoso, porque siempre la tuve. He trabajado más la parte psicológica con dos especialistas. Uno que viaja con el equipo y otro que se queda en la provincia. Hemos buscado la amistad y que no puede haber criterios individuales por encima de lo colectivo. Escuchamos y conversamos mucho con ellos y le transmitimos todos los días que sí pueden, que tienen que creérselo y que están en condiciones de lograr ese título. El resultado de todo el trabajo se sabrá tras el último out del play off final”. 



El apoyo del gobierno y demás instituciones era muy fuerte en Matanzas hasta el 2016. ¿Se ha mantenido eso?

“No puedo decir que sea igual ni que ha decaído. Prefiero asegurar que mantengo las mejores relaciones con la dirección política y gubernamental de la provincia. De una u otra forma me ayudan. Los llamo y me hacen caso de los que le digo. Estamos constantemente haciendo análisis de lo que está ocurriendo. Todo va bien, un poco más o menos, el apoyo ha seguido”.

¿Cómo asumió la expectativa creada por ver a los dos Víctor frente a frente en el Victoria de Girón la pasada semana?

“Con mucha responsabilidad porque era una subserie muy fuerte con un equipo como Industriales, que para mí es el que mejor juega pelota en Cuba y al que todos quieren ganarle. Además estaba en mi provincia, se llenó el estadio e imponernos dos veces fue satisfactorio, me sentí contengo, aunque no esperaba hacerlo con marcadores tan holgados. 



“Estábamos esperando un enfrentamiento más cerrado, con más decisiones, de mucha estrategia, pero los dos juegos se fueron abriendo y los ganamos con cierta comodidad. Mi respeto para Industriales. No considero que hayamos logrado lo máximo, pero esos triunfos nos ha dado un punto de avance para que los muchachos interioricen que sí se puede. La disfrutó el público de Matanzas y la otra parte del país que la estaba oyendo por la radio”.

Sin embargo, los comisarios suspendieron el tercer partido contra Industriales el pasado viernes cuando muchos aficionados y periodistas aseguran que podía celebrarse.

“Para mí se podía jugar, pero los decisores dijeron que no y creo que se equivocaron porque a las 9:30 de la mañana no se debía tomar una determinación así, pues existía el antecedente de haber jugado con Granma a las 11:30 otro partido suspendido. El sol salió a las 9:45 con una fuerza inmensa y el terreno estaba en condiciones de jugar.

“Es cierto que se tomó esa decisión y nosotros la acatamos por respeto, pero sugiero que se investigue, se esclarezca el tema y se diga si tenemos o no la razón. Nuestro equipo sí tenía deseos de jugar”. 



A pesar de las desavenencias con Víctor Mesa en un momento determinado, ha declarado que es su referente como mentor.

“Sí, es el más grande. Tiene el mejor balance de victorias y derrotas en Series Nacionales. Que no ha podido ganar un campeonato, es cierto, pero esa es la vida, no todo lo que uno quiere se da. Quizás algún día lo consiga. Aprendí de sus decisiones y de la visión de juego que tiene. Cosas que hacía con Matanzas están hoy en mi mente y las aplico cuando las considero conveniente y correcto.

“También he trabajado con Roger Machado, otro director con buenos resultados en los últimos años. Con Carlos Martí nunca he tenido el privilegio de hacerlo, pero se trasluce que es un gran estratega y manager. Son ellos tres los que llevan el mayor peso de la pelota en Cuba hoy, por lo tanto los respeto y me fijo en sus maneras de dirigir, en las cosas interesante que hacen para aprender”. 



No es lo mismo la función que tenía antes, a ser la cabeza líder de un conjunto.

“Como preparador la función principal era mantener al equipo en buenas condiciones físicas, técnicas, tácticas y trabajar mucho con los psicólogos. Como director es muy diferente. Mucha responsabilidad, la parte espiritual, el medio familiar, todos los días conversar con los peloteros sobre problemas que tengan.

“Y lo otro es lograr que crean en lo que tú haces, en la toma de decisiones, en la planificación y comunicación con los otros entrenadores. El jugador se alimenta de los conocimientos de sus managers y quizás los míos no sean los más grandes, pero hasta ahora han sido fundamentales para llegar hasta aquí. Y me siento satisfecho con la respuesta que he recibido de ellos.

“Le agradezco también al colectivo de entrenadores y a toda la parte médica, incluido los masajistas; a todo el que ha puesto un granito de arena en este equipo Matanzas y a quienes confiaron en nosotros para esta tarea. 



“Para la cumplirla como queremos hay que esperar todavía, después de estar entre los cuatro habrá que seleccionar otros refuerzos y debemos tomar decisiones exactas, no apurarse, buscar los jugadores que lleguen al equipo con la verdadera intención de lograr la victoria”.

¿Ya tiene algunos candidatos para esa segunda ronda de refuerzos?

“Es importante la pregunta, pero no quiero adelantarme porque todavía estamos batallando por estar entre los cuatro. Sí puedo decir que vamos a analizar bien. Este equipo necesita bateadores, peloteros que tengan buenas decisiones en home. También nos hace falta lanzadores y por qué no, quizás otro tipo de jugador. Pero por ahí seguro que andaremos, no estoy revelando nada que la afición no se percate”. 



Finalmente, le pediría algún comentario sobre la estructura de la Serie Nacional y qué más podemos hacer para mejorarla.

“Considero que es posible jugar una Serie Nacional de 60 o un poco más de partidos y terminarla con los gustados play off. Luego se pudiera hacer otro torneo más corto, con menos jugadores, en función de que se juegue a un nivel más alto y de ahí saldrían los peloteros de las selecciones nacionales para los principales eventos de año.

“Defiendo esto porque si los peloteros no encuentran un techo superior se acomodan y viene la falta de preparación, la idea de que yo logro con facilidad mi resultado y no hace falta más nada. Al béisbol cubano le hace falta volver a repensar eso. 



“En estos momentos estamos pasando por un etapa importante, hay una hornada de jóvenes talentosos, con una calidad extrema y debemos encontrar cómo encaminar eso, sin que obviemos los efectos del dinero y la tentativa de jugar en circuitos profesionales. “Debemos unirnos más, conversar sobre estos temas, llegar a acuerdos y tomar decisiones. Cuba siempre ha tenido grandes peloteros, es una verdadera cantera y se ha demostrado con atletas que se han impuesto al más alto nivel. Aquí quedan muchos que también pudieran hacerlo”.

El futuro de Víctor Figueroa: ¿volver a su puesto de preparador físico o enrumbarse definitivamente como director?

“En mi provincia la decisión será de quienes me dirigen. Hacia el equipo Cuba, lo que consideren que haga mejor. Esa es mi idea”.




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