Los Gourriel: Olga Lidia Castillo.



Olga Lidia con el mayor de sus hijos, Yunieski.

Por Kenia García y Albert González. Especial para Swing Completo.
La familia de los Gourriel ya está establecida en La Habana, esto ya se sabe, pero en mi paso por el nuevo hogar de estos beisbolista, a principio de mes, me resulto imposible, razones de tiempo, entrevistar a la mater familias de esa morada, Olga Lidia Castillo, quien de una manera mucho más discreta, es también participe de las penas y las glorias de los suyos, aunque quizás sea ella la más importante de todos, por ser la que, fuera del terreno, llama a la razón y la prudencia, en un deporte tan polémico y pasional como el beisbol. Olga no se nos podía escapar y los colegas Kenia García y Albert González, estudiantes universitarios y feliz pareja amorosa, nos han “tirado el cabo”, haciéndonos llegar algunas peculiaridades de la vida de la esposa de Lourdes y la madre del trió Gourriel.

A nombre de Swing Completo le agradecemos la colaboración y les invitamos a que no pierdan la costumbre.
Swing Completo: Lo primero que quisiéramos que nos contara, es acerca de su vida como atleta.
Olga Lidia: Mi vida como atleta no fue muy extensa, fueron 8 años jugando basquetbol donde participe en 4 juegos escolares, 2 juveniles y 2 en primera categoría. Por coincidencia, e irónicamente, el último año de mi carrera deportiva fue jugando para el equipo de Ciudad Habana.
SW: ¿En qué etapa de su vida tuvo la oportunidad de conocer a Lourdes Gourriel y como se conocieron?
OL: Conocí a Lourdes perteneciendo a los juveniles, coincidimos en varios juegos nacionales, aunque la relación amorosa fue después de haber culminado mi carrera de atleta.
SW: ¿Como ha sido el transcurso de su vida como esposa al lado de un atleta de la talla de Lourdes Gourriel?
OL: Para mí ha sido un poco difícil porque realmente he tenido que pasar la mayor parte de mi vida sola, y al ser madre, tuve que asumir la posición de papa y mama, de manera simultánea. Imagínate.
SW: Desde su punto de vista, ¿cómo vio usted el retiro de Lourdes?
OL: Bueno… lo vi un poco apresurado, me atrevería a decir que fue una locura, todavía ese grupo de atletas no saben a quién se le ocurrió la idea de ese retiro forzoso. Me atrevería a decir que fue una de las decisiones más duras por las que ha pasado el beisbol cubano.
SW: Esta pregunta es muy lógica, pero debemos hacerla: ¿Para usted que significa ser madre del polémico trío de peloteros, que son los hermanos Gourriel?
OL: Para eso tengo pocas palabras. Para mi es lo más grande que me ha sucedido en la vida, y esto ponlo en mayúsculas, ¡SOY  LA MADRE MÁS ORGULLOSA DE CUBA!
SW: ¿Qué opina de la incursión de sus 3 hijos en el equipo Industriales? Noticia reciente, pero que tendrá sus repercusiones por largo rato.
OL: La decisión de mis 3 hijos fue producto a la enfermedad de su papa……..pudo haber sido en Santiago de Cuba o en Pinar del Rio, pero le toco a la capital recibirlos, y creo que esto no debe asombrar tanto a la afición como ha sucedido y algunos por ahí insisten en hacerle eco. Este no ha sido el primer caso de mudanza de un pelotero para otra provincia. Tenemos muchos ejemplos, incluso atletas de otros deportes, que pertenecen a equipos nacionales, y han sido todos muy bien aceptados por la afición de su nueva provincia. No tengo duda de la afición capitalina, pues sabrán darles a nuestros hijos el recibimiento que ellos merezcan, ya de hecho el equipo Industriales los ha aceptado de maravilla, y yo estoy muy contenta de eso. Sé que se van a esforzar y ganarse el respeto del Latinoamericano.
SW: Para romper con las entrevista habituales, déjenos cerrar con la mención de su peor momento como madre y esposa.
OL: Como esposa mi peor momento fue el retiro forzoso de Lourdes, y como madre la Olimpiada de Beijing del 2008. Pero les digo una cosa, ellos, todos, me han dado muchas alegrías y sé que quedan unas cuantas, para esta esposa y madre feliz.


La saga de los Gourriel ha llegado a su cuarto capítulo. Nos falta el quinto, para cerrar por el momento. En unos días venimos con Lourdes y cumplimos con esta deuda.
Sin más por ahora,
Daniel de Malas Andreu.

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