Sobre la visita de Industriales a EE.UU.: Un Rey en Miami… desde La Habana

Anglada fuemuy bien acogido en Miami.

Por YASEL PORTO
Alexis Valdés fue el autor y protagonista de la película “Un Rey en La Habana”. Su carisma y popularidad, además del filme en sí, posibilitó su nuevo éxito con esa entrega cinematográfica. Por estos días, hay alguien que como Alexis, bien popular entre la gente, también participó y fue centro de una singular y polémica película, bien variada, no tan humorística, más emocional, pero igual de seguida por muchos. En la misma, bien pudiera llevar como título, por el nombre de su protagonista, y el trato recibido en tierras norteamericanas: “Un Rey en Miami… desde La Habana”.

Rey Vicente Anglada Ferrer fue uno de los diez veteranos de Industriales que hicieron el viaje desde La Habana para participar en las actividades celebradas en la Florida, Estados Unidos, por el medio siglo de vida de ese equipo dentro de las Series Nacionales de Cuba. Pero más allá de esa realidad, también es firme y segura la de ser uno de los dos hombres mas admirados y queridos entre la decena de luminarias que tomaron parte en este evento finalizado oficialmente el pasado 31 de agosto.
Durante y después del evento, el espectacular ex segunda base y manager de Industriales, recibió solo amor, alegrías y múltiples momentos especiales, donde amigos del béisbol, y más allá del juego, la familia, y muchos de sus fanáticos, contribuyeron a que su estancia en el sur de la Florida aparezca entre sus experiencias más inolvidables.
Cuando este viernes Anglada abandone el territorio estadounidense, no solo será el último de los veteranos que arribe a la isla, sino que desde ese instante regresará la nostalgia de la mayoría de los cubanos seguidores del béisbol que residen aquí, sobre todo, porque uno de los visitantes más prominentes y populares, no estará más al alcance de miles de personas que han reído y llorado con el immortal número 36 de la capital cubana.
Desde el primer día y hasta estas jornadas finales de su estancia, Rey despertó muchísima pasión en los cubanos del sur de la Florida. El delirio y el disfrute fue enorme por parte de los que fueron a los juegos oficiales de Tampa y Fort Lauderdale, así como los partidos de softbol desarrollados en Miami, que vieron en accion a Anglada, y que luego pudieron conseguir una foto, autógrafo o el saludo de alguien que como persona conserva múltiples valores. A esos habría que sumar los que coincidieron con él en lugares turísticos donde estaba presente, como el mismo Marlins Park, donde hubo un momento bien interesante en el que muchos de los asistentes estaban más pendientes de su presencia, como la de los otros veteranos, que al partido que sostenían los Peces frente a los Dodgers. Y así fue en parques, tiendas y todo tipo de sitios donde siempre había más de un cubano que enseguida reconocía al moreno, y que demostró nuevamente que todavía sigue siendo “Rey” en el amor de los amantes del béisbol cubano, no solo los industrialistas.


Igual habría que incluir el trato especial, no ya de grandes peloteros que hoy residen en la Florida, sino de artistas relevantes como el villaclareno Amaury Gutiérrez y su sentido espectáculo dedicado a Anglada.
“Me he sentido super bien aquí. Ver a tantos de mis amigos que jugaron conmigo allá en Cuba, como Barbarito Garbey a quien hacáa 33 anos no veía. Y otros más que también integraron los equipos de la capital cuando yo jugué. Fueron cosas que no voy a olvidar. Ver de nuevo a mi hijo que es de lo más grande que tengo en mi vida, y el hecho de compartir con muchas personas que iban al estadio para vernos a nosotros y que nos dieron el respaldo aquí. Yo creo que esta visita nos ha hecho muy bien a muchos de los cubanos de aquí de la Florida, y también a nosotros, no solo los que vinimos, hablo de los que vivimos allá. Creo que el odio y el rencor son sentimientos que no conducen a nada bueno, no porque yo haya sido capaz de seguir hacia adelante con lo que me pasó, o lo que me hicieron. Yo creo que Cuba y los cubanos debemos ser uno solo, con nuestras diferencias y formas de pensar, pero al final todos nacimos en el mismo lugar. Pienso que esto que ha pasado aquí demuestra que estamos más unidos que lo que pudieramos pensar. Siempre va a haber gente en contra de este tipo de cosas, y respeto la opinión de cada cual, pero la mayoría vemos que esta confraternización es más humana y social que política, y aquí quien gana es el béisbol, Industriales, pero sobre todo, nosotros los cubanos”, fueron palabras de Anglada en conversación con este comentarista hace unos días.
Sobre lo que pudiera pasar en el futuro, Anglada confirmó que no piensa dirigir Industriales, pues considera que Vargas todavía puede hacer muchas cosas positivas, además de querer descansar del béisbol un tiempo, desestimando de momento, su regreso a Panamá. “Ahora a descansar un tiempito. Vine para cumplir con el evento, ver a muchas personas que quería, y sobre todo, a mi hijo, pero después de este viaje tan lleno de alegría, lo que viene ahora es tranquilidad que ya no puedo estar tan intranquilo, ya estoy en los sesenta, jajaja”.
Múltiples opiniones se escucharon por estos días con la presencia de los diez veteranos de Industriales, entre las que sobresalen aquellas vinculadas a Rey Vicente.
“Es increíble tener a Anglada aquí frente a frente. Eso es único y no lo olvidaré nunca”, dijo uno de los asistentes al juego de Tampa. Por su parte, uno de los miles que acudieron a Fort Lauderdale manifestó: “Si el juego era en Nueva York yo iba a Nueva York, donde fuera, con tal de ver de nuevo a mi ídolo, al hombre por el cual yo lo dejaba todo en Cuba par air a verlo al Latino. El era uno de los pocos que era capaz de llenar él solo un estadio de pelota”.
Otro aficionado en uno de los juegos de softbol aseveró que “es un honor invalorable el estrechar la mano de este hombre, tirarme una foto con él. Hay cosas que no tienen adjetivos en la vida, que se van con uno como algo maravilloso. Eso es lo que he vivido hoy con Anglada. Y para completar algunas de las opiniones, también está la de Jorge Antonio Rodríguez, asistente a un partido de béisbol en el estadio de los Marlins. “Estaba buscando algo de comer, y cuando vi, no podía creerlo. Yo habia visto las noticias, pero qué va, no podía creer que tuviera tan cerquita a los Industriales, y sobre todo, al Rey Anglada. Por supuesto que fui a buscarlo, a saludarlo y a decirle que yo, como muchos más, era su admirador. No sé lo que pasó en el juego, no me interesaba, ya después de esos minutos con Anglada no importaba nada más”.
Anglada tiene a su hijo Dyan Rey viviendo hace un tiempo en Estados Unidos, pero su hija y esposa viven con él en el habanero municipio de 10 de Octubre. Hace muy poco tiempo terminó su misión como entrenador en Panamá, donde ha estado desde que fue sustituido como manager de Industriales en la temporada 2007-08.
En sus partidos de Tampa y Fort Lauderdale, Anglada pegó dos hits y jugó siempre en segunda base. No pudo participar en el segundo choque de Tampa por dolencias en una rodilla. También actuó en par de encuentros de softbol donde sobresalió con el bate.
Nacido en 1953, Anglada fue un estelar intermedista entre 1973 y 1982, integrando el equipo Cuba entre 1975 y 1979. Luego de ser suspendido y encarcelado injustamente por venta de juego en 1982, regresó en 2002 como director de Industriales, siendo campeón en tres ocasiones. También dirigió el equipo Cuba en 2006 y 2007 con un título panamericano, otro centroamericano, la clasificación olímpica, la victoria en la Copa Intercontinental de 2006, y la plata mundial de 2007, que provocó su sustitución inexplicable de cara a los Juegos Olimpicos de Beijing.
Entre los puntos favorables que ha tenido este evento con sede en Estados Unidos, y que rinde tributo a Industriales por su medio siglo de vida, está sin dudas la enorme contribución de Anglada, un líder, un hombre, un rey, para todos los que tenemos la dicha de andar y compartir con él, y para aquellos que no han logrado esa satisfacción.
El Rey seguirá por siempre como tal, en el corazón de los cubanos de toda la Florida, y regresa a su querido país, donde al igual que aquí, tiene el respeto y la admiración de la inmensa mayoría de los amantes de este deporte.
Y a diferencia de la película “Un Rey en La Habana”, citada en el comienzo del escrito, este filme no termina nunca. A Anglada todavía le quedan muchos capítulos y nuevas historias, tal vez no tan explosivas y espectaculares como antes, pero sí con la clase y nivel suficientes de un verdadero soberano y monarca del béisbol y de la vida.