Otro escándalo en el beisbol cubano (¿El peor de todos?)

¿Todavía no está el dinero?

Mientras que la afición se encuentra ensimismada con la Postemporada del beisbol cubano, que es sin dudas el mejor momento de la Serie Nacional, un secreto a voces se corre detrás de las cortinas del mismo espectáculo, tan grave como cualquiera de los que hemos expuesto en estas páginas, quizás peor que todos los anteriores. No se le ha pagado ni un centavo, del dinero prometido, a los peloteros envueltos en el fenómeno socio-cultural más grande de todo el país.

Cuando previo a la temporada actual se dio a conocer, el sistema de estimulación a implementarse este mismo año, algunos especulamos si esto pondría un freno a la salida ilegal de los peloteros de la isla (que anda con masividad sin precedentes en el último lustro), pero de manera general la noticia fue recibida con aceptación y alegría, pues esos muchachos, que repletan estadios, nos llenan el rosto de alegrias o lagrimas, que nos dan motivos a escribir de beisbol o gritarle “palestino” al vecino que no clasificó (mientras se comparte sonrisa complice beisbolera), se merecen eso y mucho mas, pues es su trabajo y cada uno en su categoría, aporta a que la Serie Nacional (con muchas deficiencias aun) funcione.

Pero entonces, acá en ultramar llegaron los rumores en diciembre y de primera instancia creí que se trataba de un atraso, pues inocentemente (no entiendo cómo, después de todos mis experiencias con el deporte cubano) ignoré la palabra que define al 99% de los experimentos de la isla. La improvisación.

Antes de continuar aclaro que esto no es una “bola” mal intencionada, pues son varias las fuentes a las que he acudido para verificar el tema y ver sus aristas. En todos los casos mis amistades en Cuba, básicamente prensa y beisbol, me rogaron (aunque sabían que no era necesario) anonimato, pues ya han sido sancionados varios por indagar del tema o intentar hacerlo público. No obstante, si alguno de los lectores duda de la veracidad de estas líneas, acérquese, cualquiera de estos días, a los estadios que andan envueltos en la Postemporada y pregúntenle al bateador que vean en el círculo de espera: “fulano ¿es verdad que no te han pagado ni un medio?” y la sola expresión de su rostro les responderá

El asunto es que cuando el sistema de estimulación (que es la manera bonita de decir, que nuestros peloteros son profesionales y hay que pagarles) se hizo público, ni había sido estudiado, ni llevado a experimentar y ahora (y citando a una de mis fuentes) “…no es lo mismo darle 1000 pesos a Yulieski Gourriel que a Alejandro Pérez…” pues entre las cosas que no se tuvo en cuenta fue la diferenciación y demás.

Jurídicamente el INDER deja mucho que desear y esta política mal implementada, es otra prueba más, de todo lo que hay que hacer para mejorar la pelota en la isla, pues no es solo tema estadios y uniformes.

Christian Jiménez, el Presidente de dicho organismo, había dejado en manos de Jorge Polo y Roberto León Richard (vicepresidentes los dos) este proceso, pero ambos han sido incapaces de sacarlo adelante.

Cuando empezaron a sacar cuentas, los números “ideales” de los que se habló al principio desaparecieron y entonces a alguien se le ocurrió descontarles a los atletas “la dieta” que reciben en franca Serie Nacional, además de su salario por el centro de trabajo, por donde toman su pago de toda la vida. En matemática imprecisa, 500 pesos de dieta y 250 de salario fantasmal, estamos hablando de una suma considerable que se les va a restar, en caso que esta fórmula funesta se implemente finalmente. De esto no se habló antes de empezar el campeonato, por lo que sería, en buen cubano, “un pie” bien metido.

El escándalo no se circunscribe únicamente a la Serie Nacional, pues ningún deportista ha recibido dinero del prometido el pasado otoño y se ha hablado del 15 de abril (dato ultra secreto), para finalmente hacer justicia.

Sin embargo, el horror no es generado solo porque no se les paga lo prometido, sino que le cuesta una sanción al que indague por esto y que nadie (caso típico) da la cara, repartiendo explicaciones y respuestas que los más de 500 atletas y entrenadores que han sido parte de la Serie Nacional. Como siempre el atleta cubano es esclavo del sistema y tiene que salir a jugar, sin voz propia o nadie que lo represente. (Recordar que 8 equipos se fueron del terreno de juego tras la primera vuelta, están en casa viendo la Postemporada y nadie le da razones)

Y todavía Freddy Asiel pidió una apelación a su sanción. Vamos Freddy, ¿que burócrata cubano va a reconocer que se equivocó y, mucho menos, asumirlo públicamente?

Cerrando, dejar clara la pena que generan nuestros beisbolista y que la pelota cubana no lo arreglaremos, hasta que de raíz eliminemos a todos los ineptos-oportunistas que la mal dirigen.

Sin más por ahora,

Daniel de Malas Andreu.

¿Acere y ese entusiasmo? ¿Ya a ti te pagaron?