Andrés Quiala: “Pinar fue una gran familia; ese es el reto para Las Tunas”


Tomado de MiEsquinaCaliente.wordpress.com, escrito por Dubler Vazquez

Andrés Quiala se relaja ante la ausencia de grabadoras y por más de media hora la conversación fluye con naturalidad, despojada de los formalismos de una entrevista, aunque salpicada de pausas obligadas y continuas para que el flamante Campeón Nacional salude a la mucha gente que llega a felicitarlo. De pie en la acera, el muchacho que rompió la lógica migratoria de este país y dejó el barrio capitalino del Cerro para asentarse en Las Tunas cuenta una anécdota tras otra, mientras el periodista escucha con la avidez de quien pretende entender cómo se gesta el milagro de llevar a un equipo, de la indolencia total a la gloria, y todo en solo un año.

“Nosotros teníamos que ser campeones. Allá todo el mundo estaba volcado con el equipo, desde las autoridades del Partido y del Gobierno hasta la gente que iba al estadio. Fue algo increíble”, afirma Quiala, quien recuerda ahora el aprieto en el que se vio cuando la primera secretaria del Partido en la provincia le dio un emotivo abrazo, mezclada como una más con los cientos de personas que, sobre la grama del Capitán San Luis, celebraban la victoria ante Industriales.

El jardinero tunero llegó ya iniciada la segunda fase para sustituir al lesionado Denis Laza y terminó por ser clave en el objetivo de redondear a un elenco con casi todos los ingredientes para ser campeón. La mirada experta de los técnicos pinareños supo ver en él lo que tantos han obviado antes: es uno de los peloteros más completos y útiles de Las Tunas, poseedor de las herramientas necesarias para fildear y tirar bien desde cualquiera de los jardines, desempeñarse con igual solvencia como primero, segundo o noveno bateador y ser capaz de tocar la bola, conectar por detrás del corredor o pegar un doble con bases llenas como el que prácticamente dejó sin opciones a los Cocodrilos de Matanzas en el segundo choque de la final.

Pero, mientras habla con el acento capitalino que los años en el Balcón de Oriente no le han podido quitar, Quiala no parece todo eso. Más bien se asemeja a un joven cualquiera, aunque el respeto con el que lo distinguen las personas al felicitarlo denota que su título de monarca de Cuba le ha hecho crecer como atleta y como persona. Quizás se haya contagiado del halo de sencillez que rodea al mentor de los verdes, Alfonso Urquiola, un verdadero mago para el que solo tiene palabras de elogio: “Mira, Urquiola apenas habla, incluso ni en los mítines. Él dice que todos saben lo que tienen que hacer y que los errores están en el juego, por lo que nunca comete el error de intentar motivar a los jugadores recordándoles las cosas malas que hicieron el día anterior.”

Mientras intenta aún asimilar todo lo vivido, Andrés se alista para retornar en breve a los terrenos, ahora como uno de los pilares en el nuevo proyecto de equipo que acaba de asumir Ermidelio Urrutia. “Lo que más me impresionó de Pinar del Río es que son una gran familia y creo que eso es lo que tenemos que lograr aquí en Las Tunas. Ojalá toda esta experiencia me ayude a conseguirlo.”

Comentarios

  1. Rene Perez Cairo
    Claro que si, por eso nunca jugo con la capital, andres nacio en el cerro y se formo como pelotero en los terrenos de la coca cola, con armando mayorquin como entrenador, al final dio sus frutos en las tunas, en la habana mucha palanca y piña de siempre

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