Documental de Industriales sin financiamiento ni horizontes.


Industriales cumplió 50 años y se lo celebraron en la Florida.

Cuando en el 2013 un grupo de veteranos del equipo Industriales viajo a los Estados Unidos, en aras de enfrentarse a sus pares en la Florida y celebrar así los 50 años de existencia del mas amado y odiado equipo de las Series Nacionales del beisbol cubano, hubo de casi todo, en una novela traslucida de la Cuba de ambos lados del estrecho (si porque hay una Cuba para los de aquí y otra para los de allá, aunque en silencio todos lloramos al misma patria y los mismos anhelos). Esa epopeya quedó documentada en la obra “Juego bajo protesta” pero, cosas del destino, ahora no hay presupuesto para publicarla.


La leyenda de Industriales es más grande que el beisbol cubano, los Azules de la capital nunca pasan desapercibidos, las temporadas malas son un placer para sus eternos rivales y sus heroicas campañas son recuerdos inenarrables de todos sus fanáticos (y también de sus eternos rivales).

Los Industriales han sido la comidilla de la pelota post 1959, entre sucesos geniales, escándalos y sobre todo por excelencia y sus acostumbrados triunfos. Lógicamente, que tuvieran 50 años de vida es un hecho sin precedentes en Series Nacionales y lo razonable, era celebrárselo.

Pero el reencuentro de los que se fueron y los que se quedaron, con una verdadera y sana razón por medio, se hizo harto difícil. Jugar en Cuba era imposible y el viaje a la Florida tuvo trabas de mil maneras. En el proceso, especialmente por las presiones en Cuba, al extraordinario y lamentablemente olvidado Armando Capiró, le dio un derrame cerebral, que puso su vida en delicada condición.
Los Industriales que llegaron de la isla, en pleno recibimiento.

Sin embargo el hecho ocurrió, con deficiencias, pero ocurrió y contó con cámaras que documentaron cada instante, prácticamente desde que nació la idea.

Según quienes han podido ver la maqueta del trabajo, realizado por un grupo encabezado por el director Manuel Iglesias y su colíder Ildres García, hablan de imágenes espectaculares, confesiones increíbles, de lágrimas, de risas y fotografía inédita, de un evento único y digno de recordar.

El canal 41, América TV, había asumido el presupuesto del proyecto desde el inicio, sin embargo desacuerdos con la óptica del guion, hizo que se retiraran y que el documental “Juego Bajo Protesta” quedara a la deriva, poniendo en duda la trascendencia filmográfica del cumpleaños de Industriales.

La obra tiene una duración aproximada de 70 minutos, donde está plasmado el emotivo recibimiento y homenaje que le dieron al propio Capiró en la Florida (deuda cubana que aún no se paga), intervenciones de figuras de la cultura de la isla como Leonardo Padura, Gustavo Arco, Jorge Perugorria, Fernando Pérez e Ismael Rojas, además de los actos que se llevaron a cabo en los Estados Unidos para impedir el juego en Miami y la actitud transparente de Rene Arocha, quien todo el tiempo fue el amigo y compañero de equipo, que todos los industrialistas esperaban.

Al director Iglesias aún le faltan piezas por terminar y pulir, como entrevistas a Yobal Dueñas, Ángel López o Osmani García, quienes enfrentaron al Industriales de la isla, en el partido en Tampa, a la vez que tiene intenciones de lograr un intervención de Orlando “el Duque” Hernández, quien fue el gran ausente del evento.

El reencuentro de los Industriales cumplió en gran medida su propósito, pero todos los involucrados, en su absoluta mayoría, coinciden en que nada podrá ser comparable con realizar semejante cumpleaños, en el lugar que los vio nacer y donde se ganó la gloria y fama de los Industriales, el estadio Latinoamericano. No obstante sabemos que Cuba no está preparada aun para eso, pues los dirigentes ideológicos del país serán incapaces de permitir y entender, a un pueblo entero aplaudiendo con igual pasión por los veteranos, sin tomar en cuenta sus ciudadanías o residencias actuales.

Es penoso, y concluyendo, que el documental “Juego Bajo Protesta” este llenándose de polvo, sin encontrar quien lo patrocine; pero emociones divididas y la imparcialidad del propio material, no se llevan de la mano, por lo que no nos queda de otra que esperar por un milagro o aceptar la penosa realidad, donde la censura política continua dominando los medios, tanto de Cuba como la Florida.

Sin más por ahora,

Daniel de Malas Andreu.

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