Salón de la Fama cubano: Complot Televisivo.

Las camaras televisivas estuvieron escasas, en lo que debió ser el evento deportivo del año en Cuba.  

El “relativamente recuperado” Salón de la Fama del Beisbol cubano, empezó ciertamente con el pie equivocado y una de los problemas que enfrentó fue, que el día de su renacimiento, el Presidente del ICRT, Danilo Sirio, se las agenció para llevar a cabo un complot televisivo, que minimizó en gran medida lo que debió ser uno de los acontecimientos deportivos más importantes de la última mitad de siglo y posiblemente del año.


No es la primera vez que Danilo Sirio hace los titulares, pues es el mismo que prohibio el reguetón en televisión y el cabecilla de la censura del programa Beisbol Internacional, entre otras infelices “gracias”, que ese “compañerito” ha hecho en sus días de mandato.

Les hablo primera desde mi experiencia y luego les cuento que pasó.

Cuando tuve la oportunidad de trabajar con el selecto equipo del programa televisivo “Beisbol de Siempre”, entré en contacto directo con la censura indiscriminada, del personajillo de Danilo Sirio.

Recuerdo que el documental canadiense “The Bases are Loaded”, que narra el reencuentro de los veteranos Monte Irvin y Conrado Marrero, quienes compartieron equipo en la Liga Profesional Cubana y el que personalmente traduje, para su subtitulaje del inglés, fue “prohibido” por la sencilla razón que Irvin menciona a Fidel Castro como pitcher de prácticas, en el estadio de la universidad.

Una línea...

…Nada ofensiva...

…Par de segundos visuales...

A Sirio le pareció inapropiado y lo censuró.

En otra oportunidad, quien les escribe estaba de visita en la redacción deportiva de la Televisión Cubana, cuando llegó la noticia que Odrisamer Despaigne había abandonado el equipo que nos representaría en el evento de Holanda, en el 2013.

Minutos después, Sirio llamó y dejó claro que: “…ni una palabra…”

No los demoro ni un segundo más y voy al grano, pues si sigo haciéndoles historias del Presidente del ICRT, jamás se enteran que pasó con el Salón de la Fama y como se convirtió en una nota leve en la televisión de la isla.

Es lógico que tras Sirio haber sido tan opuesto a trasmitir MLB por la televisión, “arañar” a quienes hacen comentarios positivos de las Grandes Ligas, tener evidente favoritismo por “sus comentaristas oficialistas” y ser el personaje negativo que es, por cierto con predilección por el Futbol Internacional por encima del beisbol, el Salón de la Fama no es precisamente algo que le haría tornar los ojos con placer.

Mientras que las emisoras de radio locales, la prensa plana y la digital, anunciaban el Coloquio, se corrió la voz que la televisión tenía una política editorial sobre el mismo, que jamás vio el papel pero existió (no es la primera vez, ni será la última).

Al ser cuestionado, Sirio desmintió que hubiera ninguna censura con el Salón, pero comentó que el término “Asociación de Cronistas Deportivos” no se veía acorde a los preceptos “revolucionarios”. La palabra “Asociación” es muy fuerte para los oídos del gobierno y sus títeres, por lo que tirado de los pelos, apareció una excusa para complotar contra las verdades que trae un Salón de la Fama real, sin prejuicios ni censuras.

El malintencionado Sirio consiguió razones, para su proceder de los siguientes días.

En fin que el viernes donde comenzó el Coloquio, ni una sola cámara apareció en escena, de hecho varias que estaban confirmadas fueron suspendidas, como por acto de magia, a la vez que el sábado Tele Rebelde y Cubavision Internacional estuvieron con sus dispositivos de video pero, y coincidentemente, justo después que se leyeron los nombres de los exaltados (acuérdense que Orestes Miñoso y Camilo Pascual hicieron el grado), por lo que quedaron para entrevistas circunstanciales, pero el momento, el clímax, ya había pasado.

Sirio además “instruyó” que suspendieran los agradecimientos excesivos a Ian Padrón, quien sin duda ha sido el alma y guía de esta hazaña, pero en la “revolución” no hay individuos, sino organizaciones…ustedes saben de eso mejor que yo.

El punto final de la censura, y el complot televisivo de Danilo Sirio, llegó cuando prohibió un fragmento del programa Bola Viva (de muy buena por cierto y ganador de varios galardones audiovisuales), donde se mencionaba el Salón de la Fama de Cooperstown como el más importante del beisbol mundial y el primero en ser fundado en la historia.

A Bola Viva le dieron tijera y salió “recortado”, en lo que quizás fue la última gota de la copa del periodista Jesús Suarez Valmaña, quien presentó su renuncia días después.

Con esto en mente, no queda más que decir, pues Sirio es la marioneta-oportunista que necesita la censura mediática en Cuba, pero exponerlo siempre obrará en favor de la verdad y la transparencia que merecemos todos. Es un simple derecho que tenemos.

Otra verdad descubierta, que lamentablemente no hace otra cosa que mucho daño, a todas las aristas de nuestro deporte nacional y sus seguidores.

Sin más por ahora,

Daniel de Malas Andreu.