Alexei Bell es uno de los que anda lesionados. |
Tomado de Granma, por Aliet Arzola
Para todos los managers resulta un verdadero dolor de cabeza mover sus efectivos durante una campaña tan larga como la Serie Nacional, que esta temporada se extiende por siete meses, con diversas paradas en el camino por compromisos internacionales.
Lesiones, indisciplinas, el pobre rendimiento que aflora con frecuencia y por último la salida de jugadores a la Liga Japonesa, obliga a los mentores a buscar variantes constantemente, en pos de presentar en el diamante la alineación más competitiva posible.
Cuando casi entramos en la segunda mitad de la etapa élite, varios conjuntos han sufrido cambios en sus nóminas por las causas expuestas anteriormente, y afrontarán la recta final con nuevos elementos, además de vivir en la peligrosa incertidumbre que provocan las molestias físicas de algunos estelares.
Por ejemplo, Pinar del Río arrancó con siete pérdidas notables: Julio Alfredo Martínez, Lorenzo Quintana y Luis Alberto Valdés (abandono del equipo), Vladimir Gutiérrez (deserción), y Osniel Madera, Lázaro Alonso y Joel Rojas (salida ilegal), confirmado en cada caso por la Comisión Nacional. Es decir, perdieron dos lanzadores de puntería, tres titulares y un prospecto, reemplazados con rostros nuevos.
A pesar de esto, la novena vueltabajera todavía presenta una alineación fuerte, pero con muy poco fondo de armario para suplir a algún titular por lesión o cualquier otra causa, mientras en el pitcheo andan con los abridores exactos, y el relevo solo tiene a Liván Moinelo e Isbel Hernández si de hombres confiables hablamos.
Ante tal circunstancia, Alfonso Urquiola, un sabio de la dirección, moverá las piezas con cautela y apostará ahora por hablar de quienes prefirieron quedarse bajo su mando, y no de los que están fuera, a fin de cuentas, justo con los primeros tendrá que defender la corona hasta el final.
También en la cuerda floja aparece Artemisa, sin Frederich Cepeda (rumbo a Japón), Ángel Peña (lesionado) y Alay Rafael Lago (baja por indisciplina). Cepeda era el alma ofensiva de los Cazadores, líder de su nueva escuadra, y la partida al béisbol asiático abre un hueco tremendo, más ahora con la ausencia de Yosvany Alarcón, lastimado en su mano derecha.
Eliminarlos sería un error. Danny Valdespino ha demostrado que puede sacar lo mejor de sus equipos sobre la base de la armonía y el espíritu colectivo, pero habrá que ver si Liván Monteagudo cubre el puesto de Cepeda, y si Danel Castro, Robersis Ramos y Michael González logran carburar de acuerdo con las expectativas.
Otro caso de consideración es el de Matanzas, que permanece firme en la cima, pero su plantel difiere mucho del que comenzó el campeonato en septiembre. Para tener una idea, tres cuartos de la línea central (Lázaro Herrera y José Miguel Fernández por abandono del equipo, y Dainier Moreira por deserción) más Guillermo Heredia (indisciplina) están fuera, y otros baluartes presentan dolencias (Víctor V. Mesa, Luis Yander La O, Alexei Bell y Yariel Duque).
Víctor Mesa ha encontrado variantes en cada caso, y con su particular ajedrez mantiene al conjunto entre los favoritos para cantar el alirón, aunque necesita a sus refuerzos santiagueros para dinamizar la ofensiva, y en el caso de La O, porque representa un comodín en el infield, ahora con varias lagunas.
Fuera de estas novenas, la otra más afectada es Ciego de Ávila por las lesiones de Yorelvis Charles y José Ramón Alfonso, bajas el resto de la temporada, y las constantes molestias de Giorbis Duvergel, todavía sin poder aportar lo que los Tigres esperaban.
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