Michael Sánchez: “En Cuba, mejor eres reguetonero que voleibolista”


Michael Sánchez

Tomado de OnCuba, por Abraham Jiménez.

2007… Su columna vertebral se quebró en el nivel cuatro de la zona lumbar. Tuvo que someterse a una intervención quirúrgica de riesgo. No existe en su retina una imagen tan desgarradora como la de aquel día cuando se vio dentro de un piyama verde, acostado sobre una camilla que rodaban un par de doctores hacia el salón de operaciones, de llameantes luces, que terminaron encandilándole la vista. Adiós todo, le habían dicho. No más voleibol. Cuando abrió los ojos, no hizo más que llorar. No volvería a saltar desde la zaga para clavar la esférica, no iría más con la yema de los dedos sobre la net a por un bloqueo, no enfilaría hacia la zona de servicio para lanzar un acces aterrador. Adiós todo, le habían dicho.


2009… No hay presagio que cambie mi vida, dijo. Y echó por tierra todo lo pronosticado. Un pasaje para enmarcar, voluntad de gigante. Michael Sánchez Bozhuleva volvió al ruedo, consagró su voluntad. Luego del arrojo, “el ruso”, tuvo que dar la espalda y largarse. No soportó que lo crucificaran, que vilipendiaran su esfuerzo, su moral.

2013… El graderío del Incheon Gyeyang Stadium quedó absorto. Nunca llegó a creer lo que veía. La Mikasa volaba de extremo a extremo, por el centro a media altura, desde cualquier resquicio del taraflex, para siempre encontrar un sacudión de palmada de Sánchez. Hizo 31 puntos en un set, récord mundial para el deporte. Corea del Sur se rindió a sus pies. Se ha vuelto un superhéroe entre animados mangas. Pero eso no le basta, no puede dejar de pensar que “las mejores noches de mi vida fueron en ese Coliseo de la Ciudad Deportiva a las 8.40 pm, cada viernes, cada sábado”.

2015… Cuba te ha perdido la pista. ¿Dónde está jugando el “Ruso”?

Estoy jugando en la Liga Profesional de Corea del Sur, ya llevó dos años con el club KAL Jumbos Korean Air Team. Firmé con ellos por una temporada, pero he renovado por otra. No tengo decidido aún si voy a cambiar de aire cuando concluya la temporada, depende de lo que sea capaz de alcanzar, aunque en un futuro, un cambio de escenario me vendría bien para afianzar mi madurez deportiva.

El club KAL Jumbos Korean Air Team de Corea del Sur acoge entre sus filas al cubano Michael Sánchez por segunda temporada consecutiva. El club KAL Jumbos Korean Air Team de Corea del Sur acoge entre sus filas al cubano Michael Sánchez por segunda temporada consecutiva.

 
“El ruso” es una de las mayores estrellas de la liga coreana. Uno de los jugadores predilectos de la afición
Otro idioma, otra cultura. ¿Cómo ha sido la adaptación?

Es como todo, hay que saber adaptarse a este tipo de cambios. En un inicio la adaptación me costó un poco, pero sin muchos agravantes. Solo me chocaban algunas comidas típicas que tenía que compartir con el equipo en cenas colectivas. Por lo demás, todo bien, tengo traductor como todos los extranjeros que jugamos en el club, esto me facilita mucho la comunicación y me hace más fácil la convivencia. En lo particular, me ha gustado mucho Corea y su cultura, esta ya es mi segunda temporada y me siento más cómodo.

Antes de llegar a Corea, pasaste por un par de clubes en Rusia y en Qatar. Háblame un poco de esa primera etapa tras dejar la Isla atrás.

Después de desligarme de la selección nacional y esperar el debido tiempo, firmé con el Lokomotiv Novosibirsk, uno de los mejores clubes de Rusia. Comencé una nueva etapa, era mi primer año como profesional, una experiencia distinta, de decisiones difíciles. Había estado casi dos años sin tocar un balón, pero pude retomar la forma con rapidez y adaptarme al nuevo sistema. Como soy ruso de nacimiento, el idioma me ayudó muchísimo, solo era cuestión de recordarlo. Fue un año importante, pude demostrar mis capacidades, tuve una buena temporada.

Pero luego por causas ajenas a mí y a la manipulación que a veces nos vemos sometidos los atletas sin experiencia en el voleibol profesional tuve que cambiar de club. Los cubanos sobretodo somos los que más sufrimos esto. Entonces, me marché al Fakel Novoy Urengoy, pero la cosa siguió igual, estaba frustrado y tras tantos desacuerdos, decidí alejarme. Jugué varias copas en Qatar hasta que decidí probar suerte en Corea. Me habían llegado varias ofertas y esa liga últimamente había elevado su nivel. Pues allí fui.

¿Por qué decides dejar la selección nacional a tus espaldas?

Todos sabemos las causas, teníamos resultados y solo queríamos un poco de atención. Había atletas del equipo nacional con situaciones de vida muy delicadas y a nadie le importaba, las condiciones de entrenamiento eran decadentes y eso termina por desencantarte. La familia crece, envejece, uno se convierte en el soporte y sustento y no puede responder. Y eso era en activo, una vez retirado iba a ser peor. A veces, medio en broma, medio en serio, en los entrenamientos comentábamos que en Cuba, mejor eres reguetonero que voleibolista.

También quería probar mi calidad como atleta, desempeñarme con los mejores jugadores y en las mejores ligas, aquí sólo participábamos en torneos del área geográfica y en la Liga Mundial. Entrenábamos sin un fin, sin prever partidos amistosos. Los éxitos que alcanzamos fueron a base de sacrificio, entrenando seis días de la semana, mañana y tarde.

Pero nada de eso fue lo que empujó mi salida, la causa fundamental fue que pedí permiso a la Federación y al INDER para ir a Rusia a ver a mi tío que estaba enfermo. Iba a ir con mi madre, pero me demoraron la salida casi dos meses. Estuve solo un mes allá y cuando regresé, la Liga Mundial estaba en marcha, no fue mi culpa, la demora había sido de ellos. Luego me sancionaron y me mandaron para la EIDE Mártires de Barbados a entrenar niños. A la semana siguiente, presenté mi firma y la retirada de la selección nacional.

 
Antes de la liga coreana, “el ruso” estuvo en Rusia y Qatar

¿Hay un antes y un después en la selección nacional tras el Campeonato Mundial de Italia 2010?

La selección cubana está condenada a eso, cuando jugadores importantes deciden dejar el plantel siempre pasa. Después vienen cuatro o cinco años en los que se nota la falta de experiencia competitiva y es entonces que muchachos muy jóvenes tienen que asumir esos roles, sin estar preparados para ello. En cuanto a mi generación, a esa que te refieres del 2010, sin dudas que pintaba para grandes cosas, hubiéramos alcanzado muchos éxitos.

¿Cómo se encuentra tu espalda?

Luego de la operación tuve una muy dura recuperación, satisfactoria gracias al cuerpo de fisioterapeutas y médicos que estuvieron pendientes a la evolución. Le estoy enormemente agradecido al doctor Álvarez Cambras y su cuerpo médico. Después de la lesión pude jugar la Liga Mundial del 2009 que me permitió saber cómo andaba de salud. Hoy día, dolores no presento, sólo algunas molestias. A veces me acusa mucho el cansancio no muscular en la espalda que me debilita, eso es producto de la alta intensidad de los entrenamientos. Aquí en Corea se entrena mucho, hay ocasiones que hasta tres sesiones por días y avanzada la temporada me hace reforzar la espalda.

Bajándose el telón de los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007, vino aquel tormentoso pasaje en el que te diagnosticaron que no podrías jugar más voleibol. ¿Qué sensaciones experimentaste?

Ese ha sido uno de los golpes más duros que he sufrido en mi vida. No es fácil soportar que te digan que tu carrera se ha acabado, así, sin más, que ha llegado tu fin como deportista, cuando sabes que estas por dar lo mejor de ti. No lo creía. No quería creerlo. Me pasé casi dos semanas envuelto en llanto, la tristeza me comía. Mi familia me apoyó, sobre todo mis padres. Y ves, gracias a no dejarme vencer y a la vida que me dio otra oportunidad para volver a los terrenos, hoy me encuentro jugando y con muy buenos resultados.

Pasado el vendaval impusiste un récord mundial para este deporte. En Cuba, muchos no saben que Michael Sánchez es el jugador que más puntos ha anotado en un set en un partido de voleibol. Háblame de ese día.

Todavía no me lo explico, fue una verdadera locura aquello. Mi equipo iba ganando el partido dos sets por cero y aquel parcial estaba empatado a 24, hasta ese entonces sólo había marcado 10 puntos en todo el encuentro. No sé qué le pasó al pasador por la cabeza, que de pronto, sin tenerlo premeditado, comenzó a pasarme todas las bolas. El sets se alargó todo lo que quiso, llegamos a estar empatados a 54 puntos hasta que los rivales cometieron dos faltas consecutivas y ganamos el choque. Cuando terminamos aquel agotador juego, no sabía que había impuesto un récord, había anotado 31 puntos en un mismo sets. Increíble.

Michael Sánchez es el único voleibolista en la historia que ha logrado marcar 31 puntos en un set
¿Estas al tanto de los resultados de Cuba en la arena internacional, cómo ves al voleibol de La Isla?

Siempre le sigo la pista a Cuba, a sus resultados, nosotros los que nos hemos marchado también somos parte de ella y le debemos. Nuestros dirigentes deberían aplicar las nuevas políticas también al voleibol, no sólo al béisbol, al boxeo o alguna otra disciplina, de lo contrario vamos a perder a un deporte con una tradición grandísima de triunfos y alegrías. Generaciones gloriosas pasarán al olvido y el pueblo terminará sufriendo ese destrozo. Si te soy sincero, pienso que será lo mismo de siempre, tres y cuatro años de desarrollo de figuras y luego de batallar y alcanzar resultados, obstáculos y desencantos volverán a hacer mella en los atletas, hasta que se marchen. Es un círculo vicioso.

A nivel de política deportiva en el país se han dado algunos pasos, pero aún se percibe ineficiencia en lo planteado. Solo un voleibolista ha logrado fichar por un club foráneo y sigue sin aclararse que sucederá con los jugadores que se desempeñan en el extranjero desde hace un tiempo. ¿Qué opinas?

Al parecer la nueva política deportiva que se viene implementado está ceñida a deportes particulares, dígase béisbol y boxeo, pero de voleibol nada. Hace dos años que se viene hablando al respecto, pero nada se concreta, todo sigue idéntico. Si nuestros dirigentes lo aceptan, muchos de nosotros que estamos jugando fuera de Cuba regresaríamos. Ojalá eso se concretara algún día antes de que les llegué el retiro a muchos. Se reuniría a una generación histórica del voleibol en Cuba. Claro, habría que discutir antes algunas cuestiones, sobre todo la situación de nuestra carrera en el extranjero.

¿Cuál sería tu equipo Cuba ideal?


En esa plantilla no me faltarían Robertlandy Simón, Osmany Juantorena, Yoandy Leal, los hermanos Camejo, Wilfredo León, Raydel Hierrezuelo, Fernando Hernández, Keibel Gutiérrez, Rolando Cépeda y Macías. Faltan un montón pero sería difícil pensar como entrenador y armar un sexteto titular. Con estos nombres de seguro estaríamos discutiendo medallas olímpicas y mundiales.

¿Mantienes la comunicación con algunos de ellos?


Casualmente este año aquí, en Corea, estamos jugando varios de nosotros, somos cuatro cubanos en la liga. Está Osmel Camejo, el menor de los hermanos, Leonardo Leyva y Robertlandy Simón. Casi siempre hablo con los de mi generación, también nos vemos en mayo en unas copas de clubes que se celebran en Qatar.

El club KAL Jumbos Korean Air Team de Corea del Sur acoge entre sus filas al cubano Michael Sánchez por segunda temporada consecutiva.

Comentarios

  1. Muchas FELICIDADES al Ruso y a todos los deportistas cubanos que siguen llevando las 4 letras en el corazon, aunque el INDER no lo reconozca

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  2. Me causa tremenda alegría que los deportistas cubanos de mi generación aunque estamos fuera de la isla estamos listo para un regreso glorioso; pero cuando llegue el momento...

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  3. Solo decir que si esta generación se reúne nuevamente, estoy más que convencido de que "no hay pa´ nadie".

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