¿El año de Víctor y los Cocodrilos?

Víctor Mesa tiene marca de 0-4 en Finales, con 3 juegos ganados y 16 perdidos.

Tomado de CubAhora, por Joel García, foto Aslam Ibrahim Castellón.
La barrida de Matanzas sobre Isla de la Juventud despejó para los yumurinos su clasificación a los play off de la actual campaña beisbolera, aunque inmediatamente sus seguidores y especialistas hicieron notar la preocupación sobre qué pudiera suceder en la discusión de las medallas, pues la provincia espera un título anhelado desde 1992.

Víctor Mesa tiene el mayor mérito en este nuevo intento de asalto a la gloria por parte de los conocidos “Cocodrilos” de la pelota cubana; a pesar de las críticas de muchos sobre su inefectividad en las finales (de 4-0, dos con Villa Clara e igual cantidad con Matanzas) y sus polémicos métodos de dirección que apuntan a la exigencia y la disciplina máxima, pero descuida aspectos de comunicación interna y externa.

Por encima de cualquier crítica puntual, esta escuadra ha logrado permanecer en la punta de la tabla de posiciones desde casi los inicios de la temporada, con bajas sensibles en su línea central por indisciplinas, salidas del país y deserciones; en tanto casi 15 peloteros han vestido ya su uniforme como refuerzo, con los mejores rendimientos para Luis Yander la O y Leonelkis Escalante, en tanto Alexei Bell anda de regreso a Santiago de Cuba por lesión.

Sin embargo, lo más distintivo de la escuadra roji-blanca es su excelente preparación física, el rigor de los entrenamientos, la fé inquebrantable en el triunfo y la motivación ciega que ha logrado con su público, capaz de hacer del estadio Victoria de Girón el lugar más importante de la provincia, algo que no se vivía desde el doblete de coronas de Henequeneros en 1990 y 1991.

Al pasar la escoba frente a los pineros, los muchachos de Víctor aseguraron su boleto y pueden darse el lujo de escoger rivales para el primer play off, conscientes de que allí todo será borrón y cuenta nueva. La fase conclusiva volverá a ser para ellos una fiesta muy comprometida con la historia más reciente, tras el bronce de la LI versión y las platas conseguidas en las ediciones 52 y 53.

Ciego de Ávila, Despaigne y las discusiones

La semana dejó también buenas noticias para los “tigres” avileños de Roger Machado, que llegaron a triunfar en nueve ocasiones consecutivas, las dos últimas frente a un Industriales que desde hace varias campañas no puede ganarles el enfrentamiento particular – ahora volvió a ceder 3-6- y ha permitido un abrazo histórico de 75 victorias para cada selección de por vida.

Con ese excelente desempeño, los monarcas de la 51 edición pisan pies firmes en pos de los play off y desde ya se convierten en el más serio candidato a la corona –sin subestimar al resto-, dada la integralidad de su juego: pitcheo, defensa y ofensiva; así como el crecimiento experimentado por su director, quien ya sabe lo que es ganar una Serie Nacional.

Precisamente en la subserie frente a los azules se suscitaron varias expulsiones, incluso una inédita en nuestras Series Nacional, la de los dos mentores a la hora de discutir las reglas; lo cual habla de la falta de cordura y decencia que nada tiene que ver con la calentura propia de un desafío. El béisbol es de guapería, pero bateando y anotando carreras. Todo lo demás sobra, incluso los pelotazos propinados por los serpentineros industrialistas al burlar los avileños ciertas reglas no escritas en el béisbol como la de robar base con marcadores desproporcionados. Tampoco se debe dejar de mencionar, a solo nueve juegos de finalizar la segunda fase clasificatoria, la producción ofensiva del granmense Alfredo Despaigne, líder de los bateadores (391) y segundo en jonrones (16) e impulsadas (59), con lo cual es aspirante ideal para la triple corona.

Comentarios

Síguenos en Facebook