Piratas: ¡tierra a la vista!!!


El derecho Héctor M. Mendoza, cerró un importante triunfo para Isla de la Juventud, que coloca al elenco de los Piratas al borde de la clasificación a la Postemporada 2015.

Por Aliet Arzola
Muchas veces escuchamos la famosa frase “hemos visto un gran juego de pelota”, en referencia a desafíos apretados, emocionantes, pero deslucidos y muy lejos de lo que un aficionado o especialista pudiera valorar como un espectáculo de calidad.


Ahora bien, nadie debe poner en duda que Isla de la Juventud e Industriales ofrecieron un partido de altos quilates este martes, disputado de punta a cabo, sin reservas, con una tensión mayúscula de la cual emergieron vencedores los Piratas, colocados en este instante un poco más cerca de la gloria.

El Latino, escenario destinado para estos duelos decisivos, estuvo acorde con las circunstancias, medio (casi) lleno, pero sin temblores en las gradas ni pasillos atestados, a fin de cuentas, ese tiempo mágico de ángulos congestionados que llamamos postemporada, todavía no ha llegado.

Eso sí, quienes asistieron vivieron un adelanto de play off, con todos sus sonidos incluidos: congas, cornetas, coros, el ruido del béisbol que tanto conoce el Cerro.

El choque comenzó con crispaciones y bancas vaciadas después de un fuerte deslizamiento en la intermedia del explosivo Julio Pablo Martínez, refuerzo de los pineros, algo que al parecer incordió al torpedero Lourdes Gurriel Jr. y parte de la tropa industrialista.

Pero la sangre no llegó al río, o mejor dicho, jamás hubo rastro de sangre, porque el hombre proa de los Piratas solo entró duro (como indican los manuales) y el paracortos de los Leones dejó inocentemente el pie sobre la base (como no aconsejan los maestros).

Esa agresividad, combinada con el descontrol inicial del abridor Frank Montieth, trajo sus frutos desde el propio capítulo de apertura para la Isla, que festejó dos anotaciones por un vuelacercas de Luis Felipe Rivera, sui generis cuarto madero, que conectó apenas su primer cuadrangular del año.

La riposta de los capitalinos llegó pronto, y a cuentagotas empataron por dos remolques de Alexander Malleta, y tomaron la delantera en un inning que no merecieron pisar el plato. Para tener una idea, de tener hombres en primera y segunda sin out, pasaron a tener solo un corredor en la inicial con dos outs.

Pésimo corrido de bases y deficiencias notables a la hora de ejecutar un toque de sacrificio lastraron a la tropa de Lázaro Vargas, pero en ese momento fatídico los dioses del deporte le ayudaron con un sencillo del novato Yusnier Díaz y un error de otro debutante, Alfredo Rodríguez, posiblemente el torpedero de mejores números defensivos en la actual contienda.

Era el quinto episodio, media historia quedaba por vivir, y justo esa mitad conclusiva se le alarga demasiado a Industriales, cuyo bullpen es un coladero que ha desperdiciado ventajas enormes. Ahora la diferencia era mínima, y solo con un swing de Jorge Luis Barcelán bastó para darle vuelta a la pizarra.

Volteé la mirada y en el segundo siguiente ya la bola estaba en lo alto, volando, con dirección a las gradas del bosque izquierdo, un bombazo del “Torito” ante los envíos del relevista Yoen Socarrás, que el capitalino dedicó, por igual, a sus detractores y seguidores.

En ese minuto cambió por completo el destino del partido, porque los Piratas hurgaron en la herida, abusaron de todos los que se encaramaron en la lomita y abrieron la brecha, demasiado amplia para la alineación de Industriales, fuerte, llena de maderos de confianza, pero con el poderío anulado al no conectar con oportunidad.

Solo en amagos quedaron sus ataques en las postrimerías, sofocados primero por Danny Agui­lera, el brazo más confiable de La Isla, y después por el veloz Héctor Manuel Mendoza, quien en un futuro debemos colocarle en las megafonías una canción al estilo de Enter Sandman, el tema que sonaba cuando el mejor apagafuegos de la historia de las Grandes Ligas, Mariano Rivera, irrumpía en la escena.

Lo que no se ve no se puede batear, dijeron muchos con total razón, porque el lanzallamas pinero apenas dio opciones y selló un triunfo vital para los Piratas, que han obligado a Industriales a ganar los dos juegos que restan si quieren meterse en la postemporada.

Del resto, Pinar del Río se mantuvo con vida en la tarde al apalear a Artemisa, pero sigue dependiendo de lo que ocurra en el Latino, mientras Matanzas aseguró la cima al noquear a Ciego de Ávila, que de paso se quedó sin opciones de escalar al segundo escaño, pues Granma superó a Holguín colgados del brazo de Lázaro Blanco.

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