Las cosas en Japón no están saliendo bien ni para Cepeda ni para la Federación Cubana |
Por Miguel Ernesto Gómez
La segunda temporada de Frederich Cepeda con los Gigantes de Yomiuri, en la Liga profesional japonesa, ha comenzado de la misma forma en que concluyó la anterior: el espirituano sigue relegado a funciones de bateador emergente y sus resultados no terminan por convencer a la directiva del equipo más seguido en ese país.
En 2014 Cepeda entró en la historia del béisbol cubano, porque se convirtió en el primer pelotero que logró un contrato con una selección profesional nipona, mientras todavía estaba en activo en las Series Nacionales. Su llegada despertó muchísimas expectativas entre los fanáticos de los Gigantes; pero la producción ofensiva del veterano jardinero dejó mucho que desear.
Diversos factores pudieron influir en el bajísimo promedio de 194, desde el excesivo apuro de los ejecutivos por colocarlo en la alineación regular, sin haber pasado por un lógico proceso de adaptación, hasta las lesiones que lo aquejaron en varios momentos. El cubano fue bajado al segundo equipo y, cuando retornó a la selección principal, nunca se acostumbró al rol de bateador emergente.
Este año el espirituano brilló en la Serie del Caribe, celebrada en San Juan. Allí sus batazos fueron claves para el triunfo de Pinar del Río, por lo que fue nombrado el Jugador Más Valioso. Luego de esta celebrada victoria, Cepeda recibió autorización de la Federación cubana para no continuar con Artemisa en la segunda etapa de la 54 Serie Nacional. Su incorporación al entrenamiento primaveral de los Gigantes fue vista como un paso positivo; pero, en realidad, Cepeda tampoco estuvo bien en esta fase.
En 16 partidos de preparación, el cubano concluyó con un promedio de solo 244 (45-11), con cuatro carreras anotadas, cuatro impulsadas, dos dobles, un cuadrangular y 13 ponches, tal vez la cifra más preocupante de todas. En la mayoría de los desafíos, Cepeda fue el bateador designado de los Gigantes. Sus datos no impresionaron a los directivos, así que tampoco ganó el puesto como designado e inició la temporada donde no quería: en el banco.
La campaña 2015 no ha comenzado de la mejor manera para Yomiuri. Después de cinco partidos, el equipo muestra un balance negativo de dos triunfos y tres reveses. En estos desafíos, Cepeda ha salido como emergente en cuatro ocasiones y en ninguna de ellas ha podido ni siquiera sacar la pelota del cuadro y ya tomó un ponche. La temporada consta de 144 juegos y se extiende por varios meses, así que sería muy apresurado sacar conclusiones tras apenas una semana; pero el pobre arranque del cubano envía una señal nada agradable.
La inserción de peloteros cubanos en la segunda liga beisbolera más competitiva del mundo ha sido valorada como uno de los movimientos más alentadores; pero, para que pueda extenderse, parece imprescindible la combinación de dos elementos: rendimiento de los jugadores y total seriedad en el cumplimiento de los contratos.
La segunda temporada de Frederich Cepeda con los Gigantes de Yomiuri, en la Liga profesional japonesa, ha comenzado de la misma forma en que concluyó la anterior: el espirituano sigue relegado a funciones de bateador emergente y sus resultados no terminan por convencer a la directiva del equipo más seguido en ese país.
En 2014 Cepeda entró en la historia del béisbol cubano, porque se convirtió en el primer pelotero que logró un contrato con una selección profesional nipona, mientras todavía estaba en activo en las Series Nacionales. Su llegada despertó muchísimas expectativas entre los fanáticos de los Gigantes; pero la producción ofensiva del veterano jardinero dejó mucho que desear.
Diversos factores pudieron influir en el bajísimo promedio de 194, desde el excesivo apuro de los ejecutivos por colocarlo en la alineación regular, sin haber pasado por un lógico proceso de adaptación, hasta las lesiones que lo aquejaron en varios momentos. El cubano fue bajado al segundo equipo y, cuando retornó a la selección principal, nunca se acostumbró al rol de bateador emergente.
Este año el espirituano brilló en la Serie del Caribe, celebrada en San Juan. Allí sus batazos fueron claves para el triunfo de Pinar del Río, por lo que fue nombrado el Jugador Más Valioso. Luego de esta celebrada victoria, Cepeda recibió autorización de la Federación cubana para no continuar con Artemisa en la segunda etapa de la 54 Serie Nacional. Su incorporación al entrenamiento primaveral de los Gigantes fue vista como un paso positivo; pero, en realidad, Cepeda tampoco estuvo bien en esta fase.
En 16 partidos de preparación, el cubano concluyó con un promedio de solo 244 (45-11), con cuatro carreras anotadas, cuatro impulsadas, dos dobles, un cuadrangular y 13 ponches, tal vez la cifra más preocupante de todas. En la mayoría de los desafíos, Cepeda fue el bateador designado de los Gigantes. Sus datos no impresionaron a los directivos, así que tampoco ganó el puesto como designado e inició la temporada donde no quería: en el banco.
La campaña 2015 no ha comenzado de la mejor manera para Yomiuri. Después de cinco partidos, el equipo muestra un balance negativo de dos triunfos y tres reveses. En estos desafíos, Cepeda ha salido como emergente en cuatro ocasiones y en ninguna de ellas ha podido ni siquiera sacar la pelota del cuadro y ya tomó un ponche. La temporada consta de 144 juegos y se extiende por varios meses, así que sería muy apresurado sacar conclusiones tras apenas una semana; pero el pobre arranque del cubano envía una señal nada agradable.
La inserción de peloteros cubanos en la segunda liga beisbolera más competitiva del mundo ha sido valorada como uno de los movimientos más alentadores; pero, para que pueda extenderse, parece imprescindible la combinación de dos elementos: rendimiento de los jugadores y total seriedad en el cumplimiento de los contratos.
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