Lázaro es uno de los candidatos a dirigir los Industriales para la próxima temporada |
Por René Javier Domínguez
Por 20 temporadas, Lázaro de la Torre Armenteros vistió las franelas de Industriales y Metropolitanos en Series Nacionales, y la de Ciudad Habana en Selectivas. Con ellas alcanzó la cifra de 208 victorias, que lo convierten en el lanzador capitalino más ganador en clásicos del patio. Trabajó para 3.30 por cada nueve entradas y recetó 1713 ponches. Los bateadores le promediaron para .252, principalmente con bate de aluminio.
En su palmarés destacan los títulos nacionales conquistados en 1986 y 1992 con el equipo azul. A nivel internacional participó con la selección nacional en los Juegos Centroamericanos de La Habana´82, las Copas Intercontinentales de Bélgica´83 y Edmonton´85, y los Juegos Panamericanos de Caracas´83 e Indianápolis´87.
Como jugador activo fue dueño de una poderosa recta y una buena slider, aunque su principal cualidad fue la voluntad férrea y la disciplina para afrontar los entrenamientos con profesionalidad. A sus 43 años protagonizó uno de los hechos más heroicos en la historia de las postemporadas, cuando inició en cuatro de los cinco partidos que Industriales disputó frente a Pinar del Río en el play-off de 2001.
En aquella ocasión venció en días consecutivos a Pedro Luis Lazo y José Ariel Contreras para lograr una impensable igualada en el Coloso del Cerro. Después Pinar sepultaría los sueños azules en el Capitán San Luis apoyado en efectiva labor monticular del zurdo Faustino Corrales y el concurso ofensivo de Yobal Dueñas y Daniel Lazo.
Por su valentía, coraje y longevidad en el box fue bautizado con el calificativo de Brazo de Hierro de la Capital. Ha transcurrido casi una década desde su última apertura en una Serie Nacional, y ahora es uno de los nombres que más mencionan los aficionados para tomar las riendas de los Leones.
-¿Cómo afrontaría De la Torre una hipotética selección como director azul?
-Me gustaría tener esa responsabilidad. Algunas personas se me han acercado para expresarme apoyo. Me hablan del tema disciplinario, que si los peloteros hacen esto o lo otro. Pienso que es fundamental establecer normas de disciplina en el grupo. Formar valores compartidos y poner las metas personales en función de las colectivas. Manejar con inteligencia a los jugadores que no juegan habitualmente. El espíritu de compañerismo debe ser alto en un conjunto. A los atletas hay que moldearlos y motivarlos antes y durante la competencia, ganarse el respeto de ellos. A veces es muy fácil sacar a uno o sancionarlo, pero cuánto perdemos al hacerlo. Soy una persona estricta, que dice las verdades y sé que a algunos no les gusta por la agudeza de un determinado planteamiento. Quiero expresarle a la afición de la capital mis deseos de trabajar con firmeza al igual que cuando jugaba, pero la decisión escapa de mis manos.
-¿A qué le atribuye el adverso resultado de Industriales en la pasada campaña?
-Muchas personas se lo achacan a la dirección. Yo creo que el colectivo técnico no puede batear ni lanzar. Estoy seguro que Vargas en su momento hubiese traído las carreras que el equipo necesitaba para ganar. Muchos juegos se perdieron porque faltó el batazo oportuno y en otros los lanzadores no pudieron proteger la ventaja. En fin es muy complicado ofrecer las causas después de un fracaso. El béisbol es una suma constante de pequeños acontecimientos.
-¿Cuáles son las diferencias entre la generación a la que usted perteneció y la de ahora?
-El béisbol ha cambiado mucho. Cuando nosotros jugábamos las condiciones eran bastante malas. En ocasiones dormíamos en las gradas de los estadios porque en el albergue había mucho calor, los ómnibus no estaban climatizados, etcétera, pero sentíamos la pelota. Éramos privilegiados al vestir la camiseta azul, y sí perdíamos un campeonato no salíamos de la casa por un buen tiempo. Ahora lastimosamente ya no es así. Los jugadores no piensan de la misma manera. Valoran más lo material y las facilidades. La entrega no es igual. A nosotros nos costó mucho sacrificio llegar y tal vez por eso lo apreciábamos más.
-¿Actualmente a qué se dedica Lázaro de La Torre?
-Desde hace cuatro años dirijo al equipo de Plaza de la Revolución en la Serie Provincial en La Habana y me encargo también del terreno de béisbol del Ministerio del Interior, que ahora se llama 50 Aniversario.
-¿Qué tal le ha ido con Plaza?
-Cuando comencé a dirigir, Plaza venía de ser el último de la Provincial, y en mi primer año logré clasificarlo entre los cuatro primeros y me he mantenido en ese grupo. La disciplina es fundamental para alcanzar buenos resultados. Yo no dispongo de figuras relevantes, pero he logrado que los muchachos interioricen la importancia de llegar temprano a los partidos, asistir a los entrenamientos y adquirir disciplina táctica. Creo que esa es la esencia del béisbol.
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