Entonces, ¿ya salimos de Víctor?

¿Qué pasó? ¿Regresará Víctor a Matanzas?

A diario tenemos una noticia de beisbol cubano, la gran mayoría llenas de polémica, pero pocas generan el misterio de la interrupción del mandato de Víctor Mesa, cuando unos días atrás, la Federación Cubana de Beisbol anunció que Roger Machado se encargará del equipo nacional, para los venideros Panamericanos de Toronto 2015. ¿Qué pasó? O más importante aún ¿Cuál es el futuro de Mesa?


Machado ha triunfado en dos Series Nacionales en años recientes y podemos decir que se lo ganó, aunque en lo personal discrepo de su uso (abuso) de los lanzadores y creo que sin Vladimir García, jamás hubiera sido un manager exitoso.

Pero a lo que vamos, por méritos propios Machado va a dirigir el equipo grande, al Tope contra los norteamericanos y la cita continental.

Víctor va a……..

Siendo justo con ustedes, no sé.

Primero habrá que ver la reacción de Mesa, quien ha sido el ‘niño consentido’ del beisbol cubano por más tiempo del que hemos podido soportar, al extremo de convertirse en alguien ‘aparentemente’ por encima de la ley.

No sabemos a estas alturas si seguirá al frente de Matanzas, aunque el puesto de manager nacional para el Premier 12, en otoño, aún está vacante y sin candidatos anunciados.

Se han generado muchos comentarios y hasta gritos de victoria, por la salida de Víctor, pero inocentemente se ha hablado de que el cambio es debido a la falta de resultados del señor Mesa.

Opino entonces y sin darle mucha vuelta.

Si fuera por resultados Víctor no hubiera pasado de dirigir Matanzas y quizás algún evento internacional de poca monta.

Víctor ha logrado sacarles el extra a pseudo peloteros (por ejemplo Yasiel Santoya), ha puesto a los Cocodrilos en la Postemporada y sin dudas, es un gran conocedor de beisbol.

Sin embargo Mesa no sabe cómo dirigir un banco de manera armoniosa, como darles confianza a sus peloteros, como hacerles creer en el triunfo y como lograr que se orienten en el juego, en vez de enfocarse en ‘lucir’ bien para su manager, evitando el regaño.

Víctor no deja de ser el manager nacional por los títulos que no puede ganar (3 victorias y 16 derrotas en finales del beisbol cubano).

No señores.

Víctor deja su posición pues la opinión pública ha hablado y de manera muy desfavorable, por sus faltas de respeto constantes contra árbitros, prensa, fanáticos y atletas, por haber logrado que todo el país dejara de enfocarse en odiar otros equipos tradicionales, para canalizar su mala vibra contra Matanzas, inocente provincia con un ogro por manager.

La tapa al pomo, evidentemente, la puso la famosa entrevista de Alfonso Urquiola, aquella que no debió salir a la luz pública, pero que todos vimos.

Las palabras de Urquiola, muy simples, muy sinceras y muy claras, terminaron con las opciones de Mesa, pues ministros y generales cubanos han sucumbido ante escándalos de similar magnitud, por lo que aquello de que Víctor es ‘intocable’, dejó de ser leyenda.

Mesa sale de momento de la palestra pública, al menos para ‘refrescarlo’.

No se extrañe nadie entonces, si muchas otras cabezas ruedan y cambios trascendentales siguen apareciendo en semanas recientes.

No obstante, a Machado le han dado una responsabilidad enorme, que pudiera, de ser un fracaso, abrirle las puertas a Víctor como ‘salvador’.

El Tope es en Estados Unidos y los Panamericanos en Canadá, o para replantearlo en buen cubano, ambos eventos son en ‘el monstruo’ y el vecino más cercano.

Si dejamos a un lado los resultados deportivos y con estos aires recientes de ‘el ultimo que salga que apague el Latino’, a Machado pudiera ocurrirle una deserción masiva, que justificaría el regreso de Víctor en fechas posteriores.


Ya Mesa fue invitado a responder preguntas en la radio, en el programa de Rebelde “Deportivamente” y después llamó indignado al de la COCO “Tribuna Deportiva” pues se sintió agredido por el sentir de los fanáticos, dejando claro que él no tiene ni idea de lo mal parado que está en términos de opinión pública.

Para completar su imagen contradictoria, ahora se pasea por la calles de Miami, ciudad que debe haber cambiado de país, pues Víctor se ha cansado de decir que ‘su espinita es con los americanos’, país al que le ha demostrado su odio desde que era atleta.

Estamos en una era donde la 'memoria selectiva' se impone para muchos, pero eso es tema de otro trabajo, más adelante.

Víctor Mesa ha terminado como manager del equipo Cuba.

¿Estrategia o castigo? ¿Realidad o espejismo? 

Igual estoy especulando, pues es pronto para cualquier teoría, pero las variables están allí y esta novela, aún no ha acabado.

Sin más por ahora,

Daniel de Malas Andreu.

SwingCompleto: ¿Qué pasó con Víctor Mesa? (Episodio 4)