Yoan Moncada: '...seguir entrenando y llegar a las Grandes Ligas'


Por Adry Torres

Cuando un pelotero normalmente pisa un camerino de Grandes Ligas, todos sus bienes ya están muy bien organizados dentro de su casillero, gracias a la labor de los encargados del área, mejor conocidos como los ‘clubbies’.

Pero en esta tarde en particular dentro del camerino visitante del FirstEnergy Park, el estadio local del equipo Clase A de los Filis de Filadelfias en la Liga del Atlántico Sur, el prospecto cubano Yoan Moncada de los Medias Rojas de Boston y sus compañeros del Greenville Drive empezaban a organizar sus pertenencias, después de un viaje de casi nueve horas por autobús.

¡Yoan Moncada, bienvenido a la vida de un jugador de Ligas Menores!

El fenómeno cubano buscaba su propio pantalón y camiseta del uniforme que iba a vestir durante aquella noche, exactamente un mes y un día después de su debut en el béisbol profesional.

Moncada, quien es catalogado como uno de los prospectos de la isla caribeña más cotizados en el mercado libre durante los últimos años, separaba sus guantes y bates, algo que dejaría de hacer cuando algún día arribé a las mayores.

Por el momento, la nueva joya del sistema de fincas de los Medias Rojas, y quien recibió un bono histórico de $31.5 millones este pasado febrero, se está aclimatando al profesionalismo y la vida en un mundo totalmente diferente a lo que estaba acostumbrado en los primeros 19 años de su vida gracias a la manutención de sus entrenadores y 10 compañeros latinos.

“Me siento feliz ya que estoy haciendo lo que me gusta”, afirmó Moncada en entrevista exclusiva con ESPNDeportes.com. “Solamente (tengo) que seguir preparandome, seguir entrenando para llegar a donde quiero llegar, mi sueño, las Grandes Ligas”.

Con cada segundo, cada minuto, cada hora y cada día que va pasando, el cubano, que recién cumplió 20 años en mayo, afronta y supera el proceso de un choque cultural que inició cuando llegó a las instalaciones de los entrenamientos primaverales en Fort Myers, Florida.

Aparte de las rectas y los lanzamientos rompientes, que le han costado tiempo de ajuste en su ‘timing’ en la caja de bateo, Moncada ha tenido que lidiar con el vacío creado por estar alejado de su familia, quienes quedaron atrás en la isla cuando el toletero se despidió y recibió permiso del gobierno cubano para irse del país en junio de 2014 con destino a Guatemala.

“Lo voy superando poco a poco ya que yo casi siempre hablo con mis familiares. Siempre llamo a Cuba y más o menos así me comunico y ellos me apoyan desde allá de Cuba ya que al principio era un poco difícil porque cuando llegue aquí hablaba con ellos pero era un poco difícil porque todavía estaba entrenando, no estaba jugando”, explicó Moncada.

“Ahora que estoy entrenando y jugando. Me mantengo un poco ocupado en lo que me gusta. Yo los llamo. Me mantengo en contacto”, continuó. “Es muy difícil, pero uno siempre tiene que (hacer) sacrificios en la vida y bueno este es el mío y me tocó. Ahora lo que me queda es ayudar a mi familia y cumplir el sueño que me gusta”.

A pesar de que la meta de Moncada es ascender por los niveles del sistema de Ligas Menores lo más pronto posible, su comienzo fue retrasado debido a que llevaba un año sin haber jugado un partido de béisbol organizado.

El nativo de Abreus no había levantado un bate desde la temporada 2013 cuando completaba su segunda campaña con los Elefantes de Cienfuegos en la Serie Nacional cubana. Cuando los jugadores de las menores partieron de Fort Myers con sus conjuntos respectivos, Moncada permaneció allí participando en los partidos de los entrenamientos primaverales extendidos y no jugó su primer partido profesional hasta el pasado 18 de mayo con Greenville.

“Sabes que es un poco difícil porque no estaba haciendo absolutamente nada. Solamente cuando llegue a Guatemala fue cuando empecé a entrenar. Ahora que estoy aquí, he empezado a hacer ajustes porque hacia un año que no jugaba”, señaló Moncada, quien tuvo promedio de .277 en sus únicas dos temporadas con Cienfuegos.

“A pesar de llevar un año sin jugar, me he sentido de lo más bien. Todavía no he cogido mi ritmo de juego como lo tenía en Cuba pero me he sentido bien”, continuó. “Espero todos los días (que) con el entrenamiento y el esfuerzo y el sacrificio y el apoyo de los entrenadores, (pueda) seguir cumpliendo todo lo que estoy haciendo hasta ahora. Espero el año que viene ya tener mejores resultados. Todo es un proceso. Pienso que las cosas me van saliendo poco a poco”.

Aunque Moncada ha bateado para promedio de .259 en 37 juegos – tuvo un average de .200 en 25 juegos durante la primera mitad – el prospecto cubano ha mostrado algo del destello que la organización de Boston había anticipado, acumulando .378 (45-17), cinco carreras impulsadas, 12 carreras anotadas y siete bases robadas en 12 de los primeros 13 partidos de la segunda mitad.

Al tiempo que Moncada recupera su rutina con el bate, también trabaja puliéndose en el costado derecho del cuadro como el segunda base titular a pesar que tiene habilidad para jugar en la esquina caliente, el campocorto y hasta en el jardín central.

No obstante, todas esas posiciones ya tienen su dueño en los Medias Rojas.

Dustin Pedroia es el segunda base y tiene seis años adicionales en su contrato. El jugador de Aruba, Xander Bogaerts, es pieza fija en el campocorto y Boston lo tiene bajo control por otra temporada antes de ser elegible para arbitraje en 2017, 2018 y 2019. Si la directiva de los Medias Rojas estima que Moncada está listo para la campaña 2016, una opción sería mover al antesalista venezolano Pablo Sandoval a la inicial y colocar al cubano en la tercera.

Pero por lo visto, lo que está en el poder de Moncada es continuar superando cada nivel del proceso que convertirá su sueño en una realidad con todos los beneficios que les ofrecen los ‘clubbies’ de los camerinos de la gran carpa.

“Lo único que me queda a mí es seguir preparándome, seguir entrenando día a día. Hacer lo que me toca en el terreno y fuera del terreno también. La disciplina que es importante en todo esto”, sentenció.

“Solamente (hay algunos) detalles que me faltan por pulir todavía porque todo es un proceso. Tener mas juegos, más entrenamientos. Poco a poco cuando esté mejor y me sienta bien, iré subiendo de liga y llegaré a las Grandes Ligas”, concluyó.

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