Aroldis Chapman contento de aún permanecer en los Rojos


Por David Venn, LasMayores.com

PHOENIX - En una temporada perdida, los Rojos de Cincinnati canjearon a dos de sus principales abridores antes de la fecha límite de cambios (sin el proceso de waivers) del 31 de julio: El as dominicano Johnny Cueto y Mike Leake.

Sin embargo, el gerente general Walt Jocketty no negoció a su cerrador, el cubano Aroldis Chapman, a pesar de que sonaban equipos como los Yankees, Diamondbacks y Astros como posibles destinos para el zurdo.


Antes del 31 de julio, Chapman dijo una que otra vez que no quería ser cambiado por los Rojos-con todo y las nulas posibilidades de que Cincinnati sea un equipo de playoffs este año. Y ahora que el cerrador sabe que permanecerá con los Rojos por lo menos hasta el final de esta campaña, se ve bastante tranquilo.

"Estaba un poco nervioso cuando se estaba hablando de los cambios", reconoció Chapman durante la serie del fin de semana entre los Rojos y los Diamondbacks en Arizona. "No es algo de nosotros, pero no quería irme y estaba un poco nervioso hasta el último día".

Los Rojos son la única organización de Grandes Ligas que ha conocido Chapman desde que el pitcher desertó de Cuba en el 2009. Firmó un contrato de seis años y US$30.25 millones con Cincinnati en enero del 2010 y, desde entonces, se ha convertido en el cerrador más dominante en Grandes Ligas.

En el 2015, el zurdo de 27 años no ha aflojado. Con su acostumbrada recta que roza de manera consistente las 100 millas por hora, más sus pitcheos secundarios, Chapman ha salvado 24 juegos en 25 oportunidades. Lleva efectividad de 1.70 y 86 ponches en apenas 47.2 entradas (16.2 por cada 9.0 innings), entre otros números abrumadores que se han convertido en costumbre en los últimos cuatro años.

Chapman tiene un salario de poco más de US$8 millones este año. Estaría bajo contrato una temporada más con los Rojos, siendo elegible para el arbitraje este invierno. Aunque no haya querido abordar mucho en el tema, el taponero sabe que tarde o temprano, lo más probable es que llegue a vestir el uniforme de otra organización.

"Sí lo he pensado, el día que llegue", afirmó. "Lo he venido pensando, pero no sé cuándo llegue ese momento. Yo veo a los muchachos cuando los cambian y unos lloran, los otros están tristes. No sé qué va a pasar conmigo si me toca".

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