Cuando uno nace con la enfermedad del beisbol en la sangre algo está claro, nunca encontraras cura, pero una vez que tu padecimiento sale de tu terruño y llega a las Grandes Ligas, escoger equipo tiene varias maneras de hacerse, inclusive de no hacerse.
Y es que en las Series Provinciales le iras a la Habana Vieja o a Bayamo en dependencia de tus raíces, mientras que en la Serie Nacional serás de Ciego o Santiago, aficiones que regularmente no cambian, pues se es industrialista hasta la muerte o le vas a Pinar del Rio sabiendo que sin importar el resultado, esos son los ‘tuyos’.
Pero una vez que a tu vida llegan las Grandes Ligas la situación es diferente, pues la tradición de los Yankees te sobrecoge, la dedicación y paciencia de los Cachorros de Chicago te enamora, el Fenway Park te atrae con su historia, mientras que San Francisco tiene una ciudad de belleza incomparable.
Son 30 equipos, con pasado o sin él, con estadios despampanantes, uniformes coloridos (algunos de ellos horribles, pero todos muy identificativos) y decenas de maneras para celebrar jonrones y victorias, no obstante entre las cosas que tienen en común, algunos de ellos cuentan al menos con un cubano en sus rosters y eso les crea un atractivo distinto para nosotros.
Y es que nadie puede negar el hecho que una vez que Jorge Soler da un palo, Yasiel Puig hace un disparo a las bases o Aroldis Chapman lanza fuego al plato, una vira la cabeza y comparte con cualquier que esté a nuestro lado (en español o nuestra mejor versión del inglés) “…ese es cubano.”
Entonces se puede ser de los Marlins, pero admirar a Yasmani Tomas en Arizona o a Adonis García en Atlanta, pues ellos son nuestros peloteros. Inclusive los que son descendencia de nuestra sangre y nunca han estado en la isla también son nuestros, por lo que los Gio González, Jon Jay, Eric Hosmer y J.D. Martínez cuentan como cubanos y por ende nuestros.
Hay fórmulas, muchas fórmulas, en dependencia de donde vivas en los Estados Unidos y hasta la formación para elegir equipo en las Mayores.
En mi caso he escogido el camino fácil, pues le voy al equipo que tenga un cubano y espero que si se enfrenta a otro compatriota ambos lo hagan bien.
Y digo que es el camino fácil, pues tengo muchos más juegos para ver, mejores posibilidades para alcanzar la Postemporada y sé que el día en que tengamos al menos un pelotero nuestro en cada roster activo de las Grandes Ligas está a la vuelta de la esquina.
En este 2015 han sido 23 nuestros representantes hasta la fecha en el mejor escenario de este deporte en el mundo, pero tengo la fe que llegaremos a 100 beisbolistas en un futuro no muy lejano, para poder recuperar el terreno perdido y que nos pertenece.
Así que ya saben, déjense enamorar por la ciudad que quieran, el equipo de sus fantasías, pero guarden algo de espacio para todos los otros 29 conjuntos, pues pueden sorprenderse llenándose de orgullo cuando un cubano de otra organización les robe las palmas.
Sin más por ahora,
Daniel de Malas Andreu
SwingCompleto (Episodio 7)
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