Adonis García: 'Vestir un uniforme de Grandes Ligas cura todos los dolores'

Adonis ha jugado poco más de 50 partidos y aun así ha conectado 8 jonrones

Por Jorge Ebro

Después de tantos tumbos y rechazos, de ilusiones que se deshicieron y oportunidades que no llegaron, Adonis García cree haber encontrado en Atlanta un sitio al que puede llamar hogar en Grandes Ligas.


A diferencia de otros compatriotas suyos que llegaron con un aval de importancia, el cubano ha tenido que ganarse el puesto desde las oscuridades de equipos de Ligas Menores y torneos invernales del Caribe.

"Muchas veces pensé que me estaba acercando a este béisbol, pero siempre pasaba algo ajeno a mi voluntad y debía empezar de cero'', explicó García, de 30 años. "Tampoco es que me hayan regalado nada en Atlanta, pero al menos me han dado un chance justo para mostrarme tal cual soy''.

García debutó en la Serie Nacional del 2004 con Ciego de Avila en la posición de torpedero, pero nunca imaginó que su habilidad para jugar los jardines y otras posiciones del infield le sería muy útil más adelante.

En varias ocasiones bateó por encima de .300 y en el 2009 integró la selección nacional de su país que participó en el Torneo de los Puertos de Rotterdam, Holanda antes de escapar de la isla en el 2011.

"Sentía que poseía lo necesario para probarme en Grandes Ligas y por eso decidí irme de mi tierra'', recordó García. "No puedes imaginar los trabajos que pasé en esos tiempos, pero si volviera a nacer, lo haría nuevamente. Vestir un uniforme de Grandes Ligas cura todos los dolores''.

Y entonces comenzó su travesía por el invierno primero en Venezuela y luego en Puerto Rico, pero fue en el 2011 donde se hizo un nombre, primero con el Magallanes y luego con los Tigres de Aragua en la Serie del Caribe del 2012, donde bateó para .376 y fue nombrado al Todos Estrellas como jardinero central.

Gracias a eso, los Yankees lo firmaron en mayo de ese año por un bono de $400,000, pero tras destrozar la pelota en las Menores -conectó para .319 en el 2014- y ascender a Triple A, la recompensa de Nueva York fue dejarlo libre en abril de la actual temporada.

"Cualquiera se hubiera desanimado, porque creo que hice las cosas que ellos me pidieron de la mejor manera posible, pero yo seguí adelante, sin miedo'', agregó García. "Miro las cosas de manera positiva y les estará agradecidos a los Yankees por haberme dado el primer contrato. También por haberme dejado partir''.

Unos días después de encontrarse sin trabajo, García recibió el llamado de Atlanta, que andaba desesperado en busca de soluciones emergentes para problemas de todo tipo. El cubano probó, con su versatilidad, ser una respuesta inesperada.

En 53 juegos, García conecta para .270 con ocho cuadrangulares y 23 remolcadas, además de haber visto acción en las tres posiciones de los jardines, tercera y segunda bases.

Pero como nada fácil en su caso, cuando parecía que García encontraba un acomodo permanente en tercera, la llegada de su compatriota Héctor Olivera ha complicado algo sus probabilidades de mayor tiempo de juego.

"Un hombre así siempre tendrá alguna posibilidad de jugar'', apuntó el manager de Atlanta, Fredi González. "Siempre le he dicho que me gusta su forma de batear. Ahora se trata de incrementar su versatilidad y hasta lo vamos a probar en primera base''.

García, por su parte, está convencido de que esta estancia es apenas el comienzo de una larga y profunda amistad con los Bravos.

"Estoy listo para lo que ellos me pidan'', aseguró el cubano. "Por estar en Grandes Ligas yo jugaría hasta en la luna''.

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