Ciego de Avila luce digno campeón y va por 9 victorias consecutivas

Denis Castillo aportó la novena victoria consecutiva de los Tigres. Foto: Ricardo López Hevia
Por Aliet Arzola

Las barridas en el béisbol pueden confirmar el paso arrollador de un plantel, o marcar el cambio de rumbo tras un desempeño inestable. Ambas variantes cobraron vida este fin de semana en la 55 Serie Nacional, que vio ratificarse en posiciones de lujo a avileños, espirituanos y cienfuegueros, mientras Matanzas y Artemisa pasaron la escoba para olvidar sus tropiezos de los duelos previos.

Los Tigres de Roger Machado arrasaron ante Las Tunas y extendieron a nueve su cadena de triunfos, paso que intimida a todos los contendientes, en gran medida por la solidez y la sangre fría de los actuales monarcas.

Un tanto más sorpresivas fueron las barridas de los Gallos espirituanos y los Elefantes cienfuegueros, los primeros contra Isla de la Ju­ventud, subtitular del patio, y los segundos frente a Villa Clara, serio aspirante a clasificar tras salir de los ocho grandes en la anterior cam­paña.

Los hombres de Mario Zulueta se apoyaron en oportuno bateo de Daviel Gómez y Dunieski Barroso, ambos con dos remolques, y el cuarto rescate de Yankiel Mauri, brazo joven que será crucial en las aspiraciones de los Gallos. Por su parte, los sureños llegaron a siete éxitos gracias a la combinación efectiva de los serpentineros Leo­risbel Sán­chez y Carlos D. Ramírez.

También vencieron en sus tres desafíos los Cazadores artemiseños, quienes dejaron al campo al maltrecho Camagüey por segunda ocasión y quedaron solo un juego por detrás del límite clasificatorio. Cua­tro boletos y par de inatrapables en el noveno borraron la ventaja de los agramontinos, que solo han logrado una victoria en 12 salidas.

Al margen de las escobas, In­dustriales derrotó por segunda ocasión a Guantánamo y se llevó su cuarto compromiso particular al hilo —único equipo que ha ganado todas las subseries—, este domingo con excepcional labor de Ian Rendón, impecable en seis entradas.

Pinar del Río y Granma tampoco dieron muestras de retroceso al vencer a holguineros y santiagueros, por ese orden. Los pinareños castigaron con 12 anotaciones al pitcheo de los Cachorros (el mejor de la temporada), mientras los Ala­zanes desataron un vendaval en el epílogo contra las Avispas, en un demorado juego de 12 capítulos y más de cuatro horas.

En sentido general, la jornada nos dejó solo seis vuelacercas, aunque la ofensiva mostró grandes problemas para producir carreras, pues 158 hombres quedaron flotando en las almohadillas, un promedio bien alto de casi diez corredores por cada escuadra, aspecto sobre el cual deben continuar trabajando todos los conjuntos.

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