La historia del béisbol cubano en Grandes Ligas no está hecha solo de triunfos. También tenemos la historia de las cosas que pudieron ser y no fueron. Detrás de la cara del éxito; premios personales, títulos colectivos, anillos y récords, siempre se encuentra un localizado grupo de jugadores que salieron a buscar un sueño y no lo alcanzaron.
Indudablemente, aquí hablamos de un sueño (establecerse en MLB) bastante complejo de lograr, y más para un cubano por tener que desafiar la tempestad de los mares o las aventuras del azar.
Sin embargo, a pesar de la imposibilidad de mantenerse en el nivel MLB, muchos continuaron en otros niveles dentro del béisbol: ligas invernales, ligas menores, series del Caribe o ligas asiáticas.
En este trabajo analizamos una serie de beisbolistas que dieron el gran salto a las Mayores y en otros casos, los que no pudieron mantenerse. En la carrera hacia las Grandes Ligas, a veces, no solo influyen el talento, las aspiraciones, el historial, sino también median otros factores laterales como la edad del jugador, la adaptación, la organización y la paciencia/impaciencia en el proceder de la franquicia.
Aquí una lista de cubanos que tenían el talento para establecerse en la MLB, pero por distintas razones, no pudieron lograrlo.
Jorge Luis Toca. El primera base aún es mito en Villa Clara. Su nivel era valorado como de jugador estrella en Cuba. Llegó a Grandes Ligas en 1999 con los Mets de Bobby Valentine, tras haber masacrado a los pitchers en Doble-A y Triple-A donde había bateado 25 jonrones (HR), 323 average (AVE) y 97 impulsadas (RBI). Toca tuvo solo 27 veces al bate en MLB. Después nada volvió a ser como aquel año 99. Se mantuvo entre las menores y ligas invernales hasta 2007. En 2005 fue suspendido del béisbol en las menores al dar positivo por sustancias prohibidas.
Bárbaro Cañizares. Se dio a conocer en el equipo Cuba de la Copa Intercontinental de 2002. Emigró en febrero de 2004 y tras algunos años en las menores debutó en MLB con los Bravos de Atlanta a la edad de 29 años en 2009. No pudo tener más de 21 turnos al bate con cuatro hits (190), pese a esto Cañizares continuó aniquilando a los pitchers en las menores (341/403/504, 28 dobles y 77 impulsadas) y no volvió a ser llamado. Sin embargo, el “Caña” no se detuvo y dejó historias para el recuerdo en su estelar paso por la Liga Mexicana y su participación en el Tercer Clásico con España.
Michel Abreu. Abreu se fue decepcionado de Cuba en 2004, tras no haber integrado el equipo nacional después del año 2000. En 2001 fue MVP de la Serie (356 AVE, 23 HR y 78 RBI) y no integró la nómina del Cuba cuando le dieron el trabajo a Kendrys Morales, tras retirarse Kindelán. Luchó en las menores con los Mets. Fue líder de bateo con Binghamton Mets AA (332 AVE) en 2006 y asistió al juego de las Estrellas de la liga. Triunfó en México, Puerto Rico (MVP 2009) y Japón (31 HR y 95 RBI) en 2013.
Leslie Anderson. Inexplicablemente Anderson nunca fue subido a las Mayores. En 2010 firmó con Tampa Bay Rays por cuatro años y 1.725.000, casi dos millones. Bateó 295/348/439 con 78 dobles, 43 vuelacercas y 208 impulsadas por cuatro temporadas en Triple-A. Fue seleccionado para el Juego de las Estrellas AAA 2012, año donde fue tercero de los bateadores de la International League con 309. Tampa nunca le hizo el llamado y Leslie tuvo que irse a Japón en 2014, y allí ha seguido mostrando su brillo permanente como bateador.
Maels Rodríguez. ¿Qué le ocurrió a Maels Rodríguez? Es un gran misterio para los cubanos. Un pitcher que resplandeció (juego perfecto en 1999 y recta élite de 100 millas) pero tuvo una corta duración, debido a una lesión en su brazo. Fue una especie de estrella fugaz. Ganó la triple corona en el año 2000 (15 victorias, 1.77 ERA, 263 SO) y tiró un no hit no run en Super Ligas. En 2003 fue separado del equipo Cuba por razones de disciplina y abandonó la isla en octubre del mismo año. Al parecer Maels decepcionó a los scouts cuando estos valoraron una gran pérdida en su velocidad, de 10 a 15 mph en su recta. Fue elegido en la ronda 22 del draft amateur por los Diamondbacks de Arizona pero nunca jugó en las menores.
Yobal Dueñas. Aquí hablamos de un caso de jugador subrepticiamente genial. Su virtud era la del swing. En tiempos de equipos Cuba “dream teams”, Yobal entraba por el filo de una aguja y jugaba cualquier posición. Decidió aventurarse a la MLB cuando en 2004 firmó con los Yankees de New York. En 2005, con 33 años, bateó para 265/296/383, 28 impulsadas, 16 dobles, tres triples y tres jonrones. Se ponchó 49 veces en la temporada y la gerencia de los Yankees prescindió de sus servicios. Un año después pasó a la liga mexicana con los Tuneros de San Luis. Allí solo jugó 15 partidos. Yobal perdió la aureola de su bate y no pudo llegar a Grandes Ligas.
Yunesky Maya. He aquí mi historia favorita. Un boceto de guión para un filme de Spielberg en Hollywood. Un recogepelotas que jugó a nivel de Grandes Ligas y ganó al menos un juego. Su auto superación y ascenso se dieron a la velocidad de la luz. En 2003 debutó en Series Nacionales, en 2005 ya estaba en la selección nacional y para 2009 (II Clásico Mundial) era el pitcher más confiable de Cuba. Lanzó para (1-5, 5.80 de ERA) en las Mayores con los Nationals de Washington. Solo trabajó por espacio de 59.0 innings. Será una misión casi imposible regresar a MLB con 33 años, pero quien ha seguido la carrera de Maya en el exterior, conoce que fue campeón con los Tigres del Licey en la liga invernal dominicana (2003) o cuando lanzó un no hit no run en Korea (KBO) el pasado abril.
Alay Soler. El pinareño no lanzó más en Cuba después de 2002. En su última campaña dejó efectividad de 2.01 (líder) con 10 victorias y cuatro derrotas. Tras un periplo en las menores con los Mets, debutó el 24 de mayo de 2006 ante Philadelfia. Se mantuvo en la Gran Carpa por espacio de 45.0 innings de labor y marca de (2-3, 6.00 de ERA) en 8 aperturas con los Mets. En 2007 lo intentó con Pittsburgh donde solo llegó a nivel Doble-A. Posteriormente jugó en ligas independientes (Atlantic League) y las ligas invernales de Dominicana y Puerto Rico hasta 2011.
Evel Bastida. El industrialista coleccionó un 306/403/378 por cuatro temporadas en Cuba. Abandonó el país en el año 2000 y los Mariners Seattle lo capturaron en la séptima ronda (220 selección) del draft amateur de 2002. No bateó más de 250 de average ni tampoco desplegó gran poder (10 cuatroesquinas en un lapso de cuatro temporadas). El 18 de agosto de 2003, fue centro de una gran trifulca al ser golpeado en el inning 15 por el lanzador Josh Kranawetter. Bastida arremetió contra el lanzador con su bate y lo golpeó en la espalda. Fue expulsado indefinidamente de las menores y asignado a 200 horas de servicio a la comunidad. El 8 de marzo de 2005, los Orioles de Baltimore, último equipo que lo firmó, anunciaron su released.
Yadel Martí. Fue el enigma sin clave del Primer Clásico Mundial de Béisbol. Luego de 2006 no recibió buen tratamiento por las autoridades en Cuba. Le puso velas al viento y en 2011 lanzó en las menores con los Atléticos de Oakland. Luego reconocería que llegó a una edad inapropiada para consumar el sueño. Entre AA y Triple-A lo hizo para 7-1, (4.30 de ERA) pero pidió su released cuando Oakland no lo invitó al entrenamiento de primavera en 2012. Su repertorio estaba organizado por una recta entre 88-91 mph y sus lanzamientos secundarios (curva, sinker, cambio) eran de probado efecto y movimiento en su bola. Yadel se proyectó en ligas invernales de Dominicana, Puerto Rico, Venezuela y en México (ambas ligas) con aceptable labor en todas.