Fernández llega a 17 triunfos y hace historia en La Pequeña Habana


Por Jorge Ebro

Lo de José Fernández en Miami es algo más que suerte.

En una jornada en la cual no estaba destinado a brillar, en la que permitió más carreras que nunca y tuvo serios problemas con el dominio de sus envíos, el cubano guió a los Marlins a un agónico triunfo 12-11 sobre los Bravos que aseguró su lugar en la historia de las Grandes Ligas.

Fernández recibió un monumental apoyo de su ofensiva que le permitió minimizar sus propias carencias y las del bullpen, que estuvo muy mal, para alcanzar un récord de 17-0 en 26 aperturas en casa, algo que no ha logrado nadie en casi dos siglos de béisbol organizado.

“Esto es algo especial y no voy a negar que había pensado en esa cifra”, reconoció el chico de Villa Clara. “Al final, tengo que darles las gracias a mis compañeros por haber batallado y resguardar este peleado triunfo. Sin ellos no habría sido posible”.

En su salida previa, el cubano había igualado la cifra de de éxitos en casa para un debutante que compartían Johnny Allen (1932-33) y LaMarr Hoyt (1980-82), pero ahora se encuentra en un mundo aparte.

Tras una primera entrada en la que permitió cuatro anotaciones y le pegaron hits los cuatro hombres iniciales en la tanda de Atlanta, parecía que Fernández -que utilizó 35 lanzamientos- estaba condenado a ver el fin de su racha ganadora en La Pequeña Habana.

Pero es increíble la transformación de los Marlins -y de la atmósfera en el estadio- cuando lanza el cubano, y en un abrir y cerrar de ojos la ventaja de los Bravos se había evaporado por un ataque que apenas se estaba calentando.

“Estoy muy orgulloso de mis muchachos, especialmente de José que luchó mucho en una noche donde no contó con su mejor repertorio”, comentó con entusiasmo el mánager Dan Jennings. “El equipo nunca se amilanó y cuando borramos la diferencia de cuatro carreras, sabía que podríamos ganar”.

Cuando se fue luego de cinco entradas, Fernández, que nunca había permitido más de tres anotaciones en casa, exhibía seis limpias en su cuenta, pero nada de eso importó ante el empuje de unos maderos que sumaron 20 imparables, incluidos cuatro dobles, dos triples y un cuadrangular de Justin Bour.

Baste decir que salvo el propio Fernández los otros ochos jugadores en la alineación conectaron al menos dos imparables, que Christian Yelich se quedó a un jonrón del ciclo y que Bour a un triple de esa misma hazaña.

Miami sencillamente despedazó al abridor de Atlanta, Ryan Weber al fabricarle siete carreras en apenas dos entradas, y al resto de la comparsa de relevistas utilizada por los visitantes.

De manera combinada, ambos conjuntos utilizaron a 12 lanzadores de sus bullpenes. Los Bravos batearon 16 hits.

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