Héctor Olivera: en Cuba se bateaba al bulto

Hasta este sábado Olivera tenía línea de 254/311/388, con 2 jonrones y 11 remolques

Por Jorge Ebro

La temporada no ha podido ser más decepcionante para los Bravos de Atlanta que buscan desesperados una señal positiva lo antes posible, especialmente al acercarse la mudanza a un nuevo parque -que cuesta $627 millones- en el 2017.

Y aunque el equipo asegura no poner presiones sobre Héctor Olivera, cruza los dedos de manera apretada para que el cubano se convierta en todo lo bueno que vieron los evaluadores de talento de los Dodgers cuando decidieron darle un contrato de $62.5 millones.

"Sé que puedo ayudar mucho a este equipo y que con paciencia y esfuerzo seré un jugador diferente en el 2016'', apuntó Olivera, de 30 años. "Me ha tomado mucho tiempo llegar hasta aquí, pero creo que con la experiencia que tendré en Puerto Rico en el invierno y una primavera completa se verá un gran progreso''.

Nadie más que los Bravos quiere ver esa evolución. Atlanta es uno de los equipos de peor ofensiva en las Grandes Ligas, ocupa el último lugar en cuadrangulares, y espera que Olivera despliegue el poder que lo convirtió en uno de los mejores sluggers cubanos.

Para hacerse de los servicios del santiaguero, el conjunto de Atlanta envió a Los Angeles al abridor Alex Wood, a los relevistas Jim Johnson y Luis Avilán, y al preciado prospecto José Peraza, un precio demasiado elevado que solo una alta producción de Olivera haría digerible.

"A veces el swing parece de Grandes Ligas, a veces no tanto, pero no sería justo evaluarlo por apenas unos días'', apuntó el manager de los Bravos, Fredi García, otro cubano que entiende bien las tribulaciones de sus compatriotas. "El enfrenta un período de adaptación. Sufre por tener su familia en Cuba, y como si fuera poco tiene que batearle a José Fernández en esta pelota''.

Estrella de los conjuntos de Santiago de Cuba y la escuadra nacional, Olivera debutó muy joven en Series Nacionales y ya en el 2009 brillaba en el Clásico Mundial, mientras que en el 2010 era elegido el Jugador Más Valioso en la Copa Intercontinental.

Sin embargo, perdió la contienda del 2012-13 en su totalidad debido a una trombosis en el bíceps izquierdo, una condición que impide el flujo de la sangre y puede ser seria.

El muchacho retornó una temporada más tarde con una buena actuación ofensiva al batear para .316 con siete jonrones y más boletos (38) que ponches (25) en 273 turnos, pero se desempeñaría mayormente como designado con apenas 29 juegos en el infield.

"Sin duda, el camino no ha sido fácil, pero todo eso me ha hecho más fuerte'', comentó Olivera, quien escapó de la isla en noviembre del 2014 rumbo a República Dominicana. "Y el cambio de béisbol ha sido complicado. En Cuba uno bateaba al bulto, aquí se debe dominar la información, las situaciones. No hay comparación de una pelota a la otra''.

Hijo de uno de los mejores toleteros de las Series Nacionales, a Olivera le sorprendió en principio el cambio a los Bravos, pero ahora no puede estar más agradecido de la oportunidad que le están brindando.

"Muchas personas me preguntan si siento presión por lo que hizo mi padre, y no es así'', concluyó el pelotero. "Con cada juego que pasa me siento más seguro y será cuestión de tiempo para que todos vean al verdadero Héctor Olivera''.

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