Héctor Olivera, otro cubano arropado por Bravos de Atlanta

El santiaguero debe buscar su ritmo
Por Raul Arce

Como si nacieran nuevamente, dos peloteros cubanos encuentran en Bravos de Atlanta su sueño más preciado, jugar en las Grandes Ligas y gozar al propio tiempo de una vida más cómoda, ya en la tercera década de su existencia.

Esta semana, el primero de septiembre, llegó el turno para Héctor Olivera, un santiaguero de 6'2" y 220 libras de peso. Le han colocado en tercera base, con el número 28 en la camisa y debuta al cabo de una breve incursión por las Menores, inicialmente vinculado a Dodgers de Los Ángeles.

Olivera alineó en 35 partidos con seis equipos diferentes del sistema de granjas, pegó dos jonrones y .272 de average en 125 veces al bate, con solo 10 carreras producidas. Con Atlanta suma un indiscutible en 10 turnos, más tres corredores remolcados.

Y es que los Bravos, con penosa marca de 54 triunfos y 80 derrotas, decidieron enviar a la banca a otro cubano, Adonis García. La movida obedece al interés del equipo por probar sus nuevas cartas, ahora que solo les queda pasar la página y pensar en el 2016.

Adonis, de Ciego de Ávila --y nacido en abril de 1985, como Olivera-- empezó más temprano su experiencia en el béisbol profesional. Él transitó tres temporadas por las Menores y el béisbol del Caribe.

Con 5'9" de talla y 190 libras, el avileño se identifica en los Bravos con el número 24. Si en principio Adonis estuvo en los planes de New York Yankees, debutó en cambio con Atlanta el 19 de mayo.

Adonis ha actuado en 36 choques de la Gran Carpa, 31 de ellos en la tercera base que ahora le cede a su compatriota Olivera. El de Ciego de Ávila compila un promedio de .263, siete bambinazos y 12 corredores remolcados.

Los dos novatos cubanos deben mejorar sus números, tienen el talento que los llevó a la selección nacional, pero --como en toda actividad humana-- conspira en su contra haber irrumpido un poco tarde en el mejor béisbol del mundo.

No es el caso de Kendrys Morales, un ambidiestro dos años mayor que aquellos pero que navega en la cresta de la ola de su rendimiento en las Mayores. A inicios de siglo, este hombre --ahora con 225 libras en sus 6'1" de estatura-- cautivó con su ofensiva a los fanáticos de Industriales, en La Habana.

Kendrys pegó este jueves de cinco-cuatro y remolcó a cuatro corredores (tiene ya 98 producidas y .293 de average), verdadera bujía del Kansas City, un equipo que sin duda llegará a la postemporada.

Veterano del Big Show desde 2006, este beisbolista que intimida desde cualquier lado del plato ha acumulado en Norteamérica los méritos para aparecer en el hall de la fama que algún día será fundado en Cuba: 127 jonrones y 485 impulsadas.

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