Darcourt, sigue con nosotros

José Modesto Darcourt falleció el 14 de febrero de 2014

Por Víctor Joaquín Ortega

Chiqui, no descanses en paz. Nos haces falta. Los pasos absurdos de la muerte, ¡cará…!
Tienes mucho que hacer todavía. Ni siquiera el dolor físico evitó que enseñaras los secretos del box, casi hasta tus últimos momentos, a niños, adolescentes y jóvenes de La Habana del Este; esperanzado en que dieran también lo mejor de ellos en las aulas, en el barrio, en el hogar.

Lógico en ti, José Modesto: amor, voluntad, entrega vencían el desasosiego, las lesiones- no solo las del cuerpo-, sin que el rencor te invadiera. Recuerdo aquella entrevista realizada por Reinaldo Wossaert y publicada por Tribuna de La Habana el 26 de febrero de 2006:

“Por aquella época podíamos ser del Cuba pero no dejábamos de jugar en la provincial…Nos entregábamos por completo. Defender la camiseta del territorio o el organismo que representábamos, era como estarlo con el Cuba, de ahí la calidad y el espectáculo que se brindaba.”

En la capilla, en los salones comentan. “Un conjunto de las Grandes Ligas intentó contratarlo y él, sin mucho lío, dijo no. Ya tú ves, hubo individuos que lo trataron mal”. Le esclarecen: “Nunca confundió a esos tipos con la patria; entre ellos, alguno prefirió emborracharse de tequila, hay quien se rajó después de haber sido un extremista”.

Te califican como un quinto hombre en el cuadro, el mejor lanzador fildeando. Decías: “…nunca lo hice por sobresalir. Sencillamente, ese es mi temperamento”. Rompías esquemas; si te pasabas, jamás abrazaste una indisciplina antihumana. A tu ataúd se acerca una anciana, con un bastón ayuda su andar cansino. ¿Cómo habrá podido subir las escaleras de la funeraria de Calzada y K? Escúchala.

-Yo no soy industrialista, nací en Santiago y ese es mi equipo. Pero, tenía que venir a decirle adiós a un rival muy digno, a un pelotero de vergüenza. ¡Ay, Darcourt…!

Por acá están, junto a tu familia, entre tantos que te quieren, Ramiro, tu entrenador inicial; el valor hecho pelotero: Pedro Chávez, tu primer manager en el mayor nivel, cuando alineabas con Constructores; Puente, Padilla, Antonio González, Ferreiro, Valle, Verde, Vargas, Anglada, Javier, Alejandrito, el actor; Carlos González, el máximo dirigente del INDER en la capital; Sotolongo, el de atención a las Glorias… Reinoso, el más destacado cancerbero del país en todos los tiempos, no faltó a la despedida. Aurelio Prieto Alemán con su crónica sobre ti llegó al alma del pueblo desde la TV.

De nuevo al diálogo tribunero. Te preguntaron acerca de tu mayor amargura en el deporte: “…fue durante la temporada de 1982, cuando gané 12 partidos y perdí dos, y no hice el Cuba. Tras los hechos ocurridos con mi equipo del 81, pusieron en dudas mis condiciones revolucionarias, deportivas. Y eso me afectó tanto que nunca más logré integrar el equipo grande”. Un respiro, Chiqui: observa a esta viejecita de vestimenta sencilla. Ya está a tu lado.

– Quiero a la pelota y a los azules con el alma. Y él me dio tantas alegrías; muy valiente, muy bueno. Si todos fueran así, sobre todo, ahora, cuando sufro mucho por las cosas feas que pasan en nuestros estadios”.

Ella lo sabe y todos los que te admiramos: no, no puedes descansar. Acompáñanos en la batalla contra los que quieren destrozar nuestra identidad, las raíces verdaderas y los retoños auténticos; contra los fortalecedores de discriminaciones, gente que divide o se aferra a dogmas desde la malignidad o de una ignorancia que la ayuda.

José Modesto Darcourt, no le des cuatro malas a la maldad: lánzale con esa inteligencia y ese coraje tuyos: confiamos en ti, tu equipo te va a responder. ¿Cómo no hacerlo si en este juego nos va la libertad?

Comentarios

  1. Amen de todo el regodeo, el escritor tiene un tufito castrista de madre a lo mejor no extremista como esos que cita ahi en el articulo pero a mi no me jode nadie este suda verde olivo

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