Dirección Nacional de Béisbol: un peligro al que nada le asusta

Carlos Alberto Díaz, afirmó que “no asusta nada de lo que está pasando” con la pelota cubana.
Por Raynol Paz Carmenate

La Dirección Nacional de Béisbol (DNB) volvió a dar este jueves una clase magistral de despropósitos en lo que a la toma de decisiones se refiere. Y es que el pasatiempo nacional no escapa del constante ir y venir. Su estructura, su calendario y su manera de concebirse, fluctúan según soplen los vientos, o en el peor de los casos, en dependencia de quién dirija la pelota en Cuba. No bastó con dejar a medio camino la etapa preliminar de la Serie Nacional de Béisbol, con cuatro boletos por definir a la siguiente ronda, o anunciar públicamente la fecha del Juego de las Estrellas, no, esas cosas pueden variar porque a fin de cuentas el béisbol es un deporte de probabilidades y nadie imaginó -o no quisieron imaginar- que septiembre y octubre serían meses de constantes lluvias.


Durante la transmisión televisiva del reconocido programa Mesa Redonda, los pesos pesados de la DNB encabezados por su Director Heriberto Suárez, comparecieron para “valorar el desarrollo de la Serie Nacional” e informar los cambios repentinos o de última hora.

Antonio Castillo, miembro de la institución anunció que “los nueve juegos suspendidos y los tres choques sellados se efectuarán a partir del 27 de noviembre y cómo son tantos, se alargan los días de la celebración de estos, por lo que se corre aproximadamente en una semana todas las fechas previstas en el calendario”.

El propio Castillo dejó claro que la Selección de los Refuerzos será el 9 de diciembre y el Juego de Las Estrellas previsto en Las Tunas, se traslada para los días 12 y 13 del propio mes. Dejando para el martes 15 el inicio de la siguiente etapa.

Curiosamente, ninguno de los panelistas abordó las causas de este cambio. Claro, no hay explicación coherente que haga entender a todo un país por qué no se tuvo en cuenta que los meses de septiembre y octubre son lluviosos, o que la fase de ocho contendientes tendrá la pausa de fin de año, y otra por la participación de Ciego de Ávila en la Serie del Caribe.

¿Cómo entender que el mayor espectáculo deportivo y sociocultural del país no tenga una correcta planificación en su calendario? ¿Acaso alguna liga del mundo espera un mes para decidir la mitad de los clasificados a otra ronda? ¿Qué béisbol puede respetarse cuando hay equipos eliminados que después de un mes volverán a jugar para completar un calendario?

Tristemente ninguna de estas interrogantes fueron respondidas en un alago al discurso conformista que nos tiene acostumbrado el organismo rector de la pelota cubana.

Otro de los que dejó su huella fue Carlos Díaz, Jefe Técnico de la DNB, quién en una explicación confusa refirió que: “el béisbol cubano tiene mucha calidad, porque se tiene una pirámide de alto rendimiento muy bien formada…e incluso se rescató el Torneo sub-23.”

Aún más catastrófica, fue su afirmación de que a la DNB “no le asusta nada de lo que le está pasando, y que siempre va a estar garantizado el talento a pesar de que suceda cualquier situación”, en clara alusión a la fuga masiva de peloteros hacia otros países.

Al parecer Carlos Díaz no conoce que ninguna liga del mundo puede sostener su calidad cuando en menos de una década ha perdido a más del 50 por ciento de sus jugadores. O resulta sorprendente que piense que “la calidad se ha mantenido e incluso se ha elevado con respecto a otras campañas”.

Sin embargo Heriberto Suárez, más acostumbrado a medir sus palabras con la prensa, fue sensato y reconoció que “no todo es perfecto, que se está insatisfecho y que queda mucho por hacer: trabajar más serio con los entrenadores y desde la base.” El Director Nacional de Béisbol dejó sobre el tapete la posibilidad de aumentar los jugadores contratados en otros países, incluyendo equipos de reconocido nivel como los Gigantes de Yomiuri, los Dragones de Chunichi y los Marineros de Lotte de la Liga Profesional de Béisbol Japonés.

Igualmente Suárez señaló que en la próxima Serie del Caribe en República Dominicana, los cubanos podrán acceder en caso de que lo consigan, a los premios en metálico que entrega el evento.

Preocupante que los encargados de regir el béisbol cubano mantengan esa postura, en franca ruptura con respecto a la opinión de muchos de los que asisten a los estadios del todo el país. Llegados a ese punto de insensatez, sería conveniente recordarles que la afición cubana exige y merece respeto.

Comentarios

  1. Solo una cosa...se escribe halago...por lo demás coincido en la mayoría de los planteamientos

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    1. Gracias por rectificarme David, fue un descuido,gracias de nuevo

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