El santiaguero Adeiny Hechavarría busca progresar aun más en el 2016


Por Joe Frisaro

Si no fuera por un tirón en la corva izquierda que lo hizo perder el último mes de la temporada del 2015, el torpedero Adeiny Hechavarría pudo haberles brindado otro Guante de Oro a los Marlins.

El cubano venía jugando a ese nivel, pero perder tanto tiempo al final de la campaña disminuyó sus posibilidades de unirse a su compañero de la doble-matanza, el segunda base Dee Gordon, como ganadores de un Guante de Oro. Hechavarría estuvo entre los tres finalistas en el campo corto de la Liga Nacional, pero se llevó el galardón Brandon Crawford de los Gigantes. 


Cuando Miami adquirió a Gordon desde los Dodgers en diciembre del 2014, los Peces creían que el dúo Hechavarría-Gordon representaría una de las mejores combinaciones del doble-play en la Nacional. Mayormente cumplieron con las expectativas.

"Estoy contento por Dee", dijo Hechavarría. "Él lo mereció. Luchó por eso. Vino y jugó tan duro como cualquiera aquí. Estoy bien contento por él".

Gordon no sólo ganó el Guante de Oro como intermedista del Viejo Circuito, sino también se llevó el honor como mejor segunda base defensivo Wilson y conquistó su primer bate de plata. 

En cuanto a Hechavarría se refiere, la lesión en la corva que sufrió el 2 de septiembre le puso fin a su mejor temporada en Grandes Ligas. El campocorto de 26 años de edad impresionó en el plato, bateando .281 con porcentaje de .315 y slugging de .374. Conectó 17 dobles, seis triples y cinco jonrones. 

A la defensa, el cubano estuvo sobresaliente, con apenas nueve errores y porcentaje de fildeo de .984. Sus métricas avanzadas también se vieron fuertes, con 15.8 de UZR (ultimate zone rating) y nueve carreras defensivas salvadas.

Hechavarría también fue finalista para el premio al Mejor Jugador Defensivo Esurance, galardón que fue otorgado al jardinero Kevin Kiermaier de los Rays.

De su parte, Gordon cree que es sólo cuestión de tiempo para que Hechavarría gane un Guante de Oro. El segunda base también reveló que le tomó un tiempo en los entrenamientos para crear una buena confianza con el oriundo de Santiago de Cuba. Ese momento llegó en un juego de la Liga de la Toronja, cuando Gordon hizo una gran atrapada y convirtió la jugada en una doble-matanza.

"Me llegó una línea. (Atrapé la bola), caí, tiré a segunda y convertimos el doble-play", contó Gordon. "Hech me miró y sonrió, como para decirme, 'Wow. Eres bastante bueno'. De alguna manera, tienes que probarte. Nos probamos uno con el otro".

Hechavarría tenía la esperanza de jugar en algún momento de septiembre, pero con los Marlins fuera de la pelea se decidió que no valía la pena tomar el riesgo.

"Estuve entre un 87 y 90 por ciento", dijo Hechavarría. "Pero con nada en juego, no valía el riesgo".

Ahora mismo, Hechavarría se siente bien físicamente. Viene entrenando en el Marlins Park y tiene previsto empezar a bateare en unas semanas.

"Estoy bien de la corva. Ahora mismo no siento nada", afirmó.

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