Luis Felipe Casañas: sin máscara y detrás del home


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Por la crítica de muchos y la incomprensión de la mayoría transita el trabajo de un árbitro de béisbol. Pasar inadvertido resulta el mejor premio durante un juego. Significa que el trabajo fue bueno, de ahí su “anonimato” en el desafío. Aunque en honor a la verdad es muy difícil quedar en paz con ambos bandos. Como en Cuba todos nos creemos expertos en nuestro deporte nacional, cuestionamos con crudeza las decisiones arbitrales, más si afectan al equipo con el cual simpatizamos.

Luis Felipe Casañas Pons lleva cerca de dos décadas impartiendo justicia en Series Nacionales. Recientemente tuvo la responsabilidad de fungir como principal en la discusión del oro en el mundial juvenil, efectuado en la ciudad japonesa de Osaka. Ya de vuelta en Matanzas, lo encontramos en el estadio Victoria de Girón, donde ofreció un curso para formar oficiales en la provincia. De ahí que aprovecháramos la ocasión para conversar sobre el presente del arbitraje cubano, sus retos y los problemas que atentan con un mejor desempeño sobre los diamantes.


– ¿Qué impresiones tienes sobre el arbitraje en Cuba?

-En sentido general es bastante bueno, no creo que sea malo, aunque debemos mejorar muchas cosas. Todos tenemos que hacer cumplir la regla y el reglamento de la competencia. Tenemos dificultades a la hora de cantar los balk, solo cinco o seis cumplen con esto. De ahí que no los canten tanto en los eventos internacionales. Hay que prepararse, estudiar, tener ética dentro y fuera del terreno. Algunos cumplen con lo que les toca hacer, pero no es la generalidad. Un árbitro tiene que estar en todo. Velar por el uso correcto del uniforme, que no tengan los bolsillos por fuera, que el “yersi” sea el del traje…Creo que los directores pueden ayudar mucho en este aspecto. Los que nos dirigen tienen que exigir estrictamente que el trabajo tenga calidad. Al que no cumpla hay que separarlo de la competencia, sea quien sea. Tampoco los jefes de grupos pueden ser vitalicios.

-¿Consideras que la calidad de los peloteros está por encima de la de los árbitros?

-Depende a quien le toque trabajar y el juego como se desarrolle. En ocasiones el arbitraje cumple con el requerimiento del partido e incluso está por encima. En algunos casos no es así. Pero en sentido general no creo que sea superior.

-¿Momento más difícil durante un juego?

-En una carrera tan larga siempre hay momentos complicados. He tenido decisiones que han repercutido en el resultado de un juego. En un play off entre Sancti Spíritus y Pinar del Río se me dio una situación bastante desagradable. Los espirituanos tenían corredor en tercera y un zurdo en la caja de bateo, creo que era José Luis Sáez. Pasa el bate, la bola se escapa y anota el corredor, pero le dio en el muslo al bateador y no lo aprecié así. En la televisión se vio que estaba equivocado. Cuando aquello no teníamos replay, si hubiera sido ahora se virara para atrás.

-¿Te gusta el replay?

-Es algo maravilloso. Lo mejor que se ha inventado para definir jugadas tan complicadas, donde nosotros tenemos que decidir en fracciones de segundos. Se pueden equivocar los hombres, pero la cámara lenta no.

-En el replay se han visto jugadas al revés de como la cantaron y no se vira para atrás…


-Todo el mundo ve la jugada desde su punto de vista. Los árbitros son los especialistas. Se puede dar un caso, pero no es lo común.

-¿Consideras que el arbitraje, tal y como le sucede a nuestro béisbol, ha perdido calidad en los últimos años?

-Como va el béisbol va el arbitraje. Creo que hemos ido cediendo terreno en este sentido.

-¿Hacen análisis al finalizar cada juego?


-Constantemente analizamos los partidos, los errores cometidos. También alabamos las buenas decisiones e intercambiamos, siempre sobre la base de mejorar el trabajo. Lamentablemente en todos los grupos no sucede igual. Los comisarios tienen que exigir para que los análisis se realicen con un sentido crítico.

-¿Cómo es la preparación de un árbitro?

-Es constante la superación, el estudio de las reglas. Ya en la parte física cada cual la hace según sus posibilidades. Esta última es muy importante por el rigor que tienen los juegos en Cuba. Generalmente los partidos son de día cuando el calor se incrementa. Cuando usted lleva siete innings sudando no reacciona igual. Vemos compañeros nuestros que comienzan muy bien, pero no terminan de la misma forma.

-Todos los años se habla de la zona de strike, sin embargo no se cumple.

-La zona de strike es una sola. Lo que cada cual la interpreta a su manera, algo que es un error. Estamos luchando por la uniformidad y consistencia. Todos los bateadores no tienen la misma zona, de ahí que varíe según el tamaño del hombre que esté en la caja de bateo. Lo correcto es cantar todo lo que pase sobre el home, de la parte inferior de la rodilla hasta la parte de abajo de las letras de la camisa.

-¿Qué dificultades atentan contra el mejor desenvolvimiento de los árbitros en la Serie Nacional?

-Debemos prestarle mayor atención a la superación, en un curso de tres días no se puede preparar un árbitro. Los cuartos de los oficiales en la mayoría de los estadios no tienen las condiciones mínimas. En ocasiones la transportación es deficiente, carros en mal estado… No tenemos ningún estímulo, salvo cuando vamos a algún evento internacional.

-A raíz de la nueva resolución del INDER sobre la política de remuneración salarial se les incrementó el salario a los atletas. ¿Con los árbitros se hizo lo mismo?

-Estamos esperando que se nos suba el salario. Tenemos la misma tarifa de años atrás. Para que tengas una idea nosotros cobramos por trabajar en la Serie Nacional sub-23, $10.90 MN (0.45 dólares) por cada juego, un importe que es para los campeonatos provinciales. En la Serie Nacional se nos sube un poco, $38.00 MN (1.58 dólares) para el que trabaja en home y $32.00 MN (1.33 dálares) para los que actúan en base. Se está buscando la manera de que el pago sea diferenciado. El jefe de grupo por su calidad y responsabilidad debe tener una diferencia con los demás oficiales. También es inexplicable que cobremos lo mismo en la postemporada, donde el rigor del trabajo aumenta considerablemente.

-¿Qué le dice Luís Felipe Casañas a aquellos aficionados que van a los estadios a gritar obscenidades?

-Somos seres humanos y por supuesto que no estamos exentos de equivocarnos. Esta profesión es muy difícil y mal recompensada. Hay personas que le gritan tanto a los árbitros como a los peloteros. Nos pueden exigir, pero con disciplina, a nadie le gusta que lo ofendan.

Comentarios

  1. Dos cosas, una muy buena: Buen articulo y me consta la superación de Luis Felipe, el que comenzó en Boyeros en la base y los placeres, por decirlo de alguna manera y en el sofbol en el municipio. Otra muy mala, me recuerdo el safe que decretó en primera en el play off del 2010, al virarse Tuero el pitcher del Habana, que el único que lo vio en Cuba safe fue él.A la postre le costó el juego a el Habana y la clasificación, pero bueno son errores humanos, que con la cámara lenta hubiera sido rebocada la jugada y como decimos los cubanos "otro gallo hubiera cantado"

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