Por René Javier Domínguez
Por más de tres décadas los Rangers de Texas han tenido en Eric Nadel a su principal cronista. A sus 64 años, es uno de los narradores deportivos más prominentes y respetados de los EE.UU. Su pasión por el juego, sabiduría y excelencia en la locución lo condujeron a ser seleccionado -en diciembre de 2013- como miembro del Salón de la Fama de Cooperstown.
Entre los momentos memorables de su carrera están la descripción del ponche 5000 de Nolan Ryan, el 22 de agosto de 1989, y en siete ocasiones ha sido galardonado por la Asociación Americana de Cronistas Deportivos con la distinción de relator del año en el Estado de Texas. La frase ¡That ball is history! que utiliza cuando un jugador conecta un cuadrangular es la más esperada por los aficionados en el parque de los Rangers.
Por estos días visita la capital cubana con un grupo de norteamericanos aficionados al béisbol y gentilmente accedió a conversar con Cubasí...
-¿Cómo catalogaría usted la gira de buena voluntad que realizará a nuestro país la MLB, encabezada por Joe Torre y Dave Winfield, entre el 15 y el 18 de diciembre?
-Primeramente es un símbolo de la amistad entre Cuba y los EE.UU. Segundo, el hecho que José Dariel Abreu y Alexei Ramírez estén autorizados por el gobierno cubano a formar parte de esta histórica visita será muy importante para el béisbol cubano y sus aficionados. A partir de este momento la percepción sobre los peloteros cubanos va a mejorar mucho en los EE.UU. También es maravilloso que jugadores como Miguel Cabrera, Clayton Kershaw y Nelson Cruz puedan apreciar con sus propios ojos las condiciones del béisbol cubano, que ha sido cuna de tantas estrellas. Lo más importante de este encuentro es que el béisbol será un puente para que nuestros pueblos estrechen relaciones. En marzo esperamos disfrutar de un partido en La Habana entre los Tampa Bay Rays y la selección cubana.
-¿Cree usted que este pudiera ser el inicio de una eventual contratación autorizada de jugadores cubanos el próximo año en la MLB?
-Realmente no pudiera afirmarte eso porque las leyes del Embargo prohíben hasta el momento que jugadores cubanos se desempeñen legalmente en Grandes Ligas teniendo residencia en Cuba. La mayoría de los norteamericanos están a favor del levantamiento de las restricciones comerciales entre los dos países. Pero la clave para que esto pueda suceder es el levantamiento del bloqueo y ese es un proceso todavía complejo. Pienso que esta visita es alentadora porque significa que la MLB quiere dialogar con Cuba y el béisbol será la plataforma ideal para lograr el entendimiento. Esperamos que después de este viaje la MLB realice presiones en el Congreso para modificar las leyes que impiden contratar a los peloteros cubanos.
-¿Qué opinión le merece el béisbol cubano en sentido general?
La primera vez que estuve en Cuba fue en el año 1994 y he visto la pelota cubana por más de 20 años. En estos momentos la calidad no es la misma que en los años noventa, pero es razonable que no lo sea. En aquel entonces cada equipo tenía cuatro o cinco peloteros con nivel de Grandes Ligas. Ustedes han perdido a sus mejores talentos en la última década. En lo que va de año se han marchado más de 100 jugadores. Esa es la principal razón del descenso. Sin embargo, en la actualidad tienen a grandes estrellas en los EE.UU.
José Dariel Abreu es un bateador fenomenal, Kendry Morales dio cátedra de cómo batear con efectividad este año, Aroldis Chapman es el mejor cerrador de la Liga y Yoenis Céspedes cambió el destino de los Mets en la segunda parte de la campaña. Disfruto mucho del estilo cubano. Hay más carisma, sabor y espectacularidad. Aunque también existe falta de disciplina táctica y técnica.
Te voy a poner el ejemplo de Leonys Martín, que era una estrella aquí con Villa Clara y en el equipo nacional. Yo he apreciado que él no sabe dónde tiene que tirar la pelota en una determinada circunstancia, él no sabe cómo tocar y otras cosas elementales del juego. Eso constituye un problema muy serio en las Grandes Ligas y fue una sorpresa grande para la gerencia de los Rangers. Esa fue la razón por la cual fue transferido a Seattle en la temporada muerta. En otros peloteros cubanos también se aprecian defectos provenientes de su formación en la isla. La disciplina en el home es fundamental, la selección de los lanzamientos y los fundamentos básicos del juego.
-De los jugadores cubanos actuales en Grandes Ligas, ¿cuál le impresiona más?
Este año Kendry Morales tuvo un año excepcional con los campeones Reales de Kansas City. Pero además de sus estadísticas fantásticas, su mayor contribución estuvo como compañero de equipo. Los Reales dicen que él es un entrenador de bateo más, que observa y estudia mucho a los lanzadores contrarios y siempre le daba instrucciones adicionales a sus compañeros. En mi criterio José Dariel Abreu es el bateador cubano puro más efectivo en la MLB. Me gusta mucho la consistencia de Alexei Ramírez año tras año. El poderío de Yoenis Céspedes es impresionante y el talento de Yasiel Puig conmueve a muchos. La recta de Chapman es alucinante, siempre por encima de las 100 millas. Parece un lanzador de otra galaxia. Otros como Yunel Escobar, Adeiny Hechavarría y José Iglesias también son buenos peloteros. En el futuro pienso que Rusney Castillo, Yasmani Tomás y Johan Moncada puedan convertirse en grandes figuras.
-Sin embargo, hay un factor que ha limitado a algunos jugadores cubanos en la actualidad: el disciplinario…
En el proceso de transición y adaptación a una cultura diferente, a un nuevo estilo de vida se producen transformaciones en los seres humanos. Lastimosamente no todas las personas lo asumen de la misma manera. Creo que todos tenemos responsabilidad en el asunto. Las Grandes Ligas deben contratar a tutores para aconsejar a los jóvenes jugadores cubanos y enseñarles cómo es la vida de un profesional en EE.UU. Yasiel Puig necesita modificar sus actitudes dentro y fuera del terreno para que pueda explotar su talento sino estaría torciendo su destino. Pero insisto el problema es de todos y la MLB debe implementar estrategias que ayuden a mejorar su comportamiento.
-Hay una pregunta que no puede faltar, un lanzador extraordinario con los Yankees, Medias Blancas y Mets: Orlando “Duque” Hernández…
El Duque era mi jugador favorito y todavía lo es de todos los jugadores cubanos que han jugado en las Ligas Mayores. Su hermano tuvo un debut tremendo en el 97 con los Marlins y aquella histórica Serie Mundial contra los Indios. Orlando debutó un año más tarde con los míticos Yankees y rápidamente acaparó titulares. Verlo lanzar era una fantasía, su estilo era inigualable y fue un lanzador muy inteligente. Tenía un corazón de guerrero y en Postemporada resultaba un enigma para cualquier equipo. Los Yankees tuvieron en él a una figura valiosísima en las tres Series Mundiales que eslabonaron consecutivamente (1998-2000).
Por último, ¿qué consejos le daría usted a los jóvenes valores que nos inclinamos por el periodismo especializado en béisbol?
El mejor consejo que les puedo dar es trabajar duro. Respetar mucho la profesión y descifrar la información más interesante que necesitan saber los aficionados. No podemos olvidar que trabajamos para los aficionados y nos debemos a ellos. Por eso también debemos respetarlos mucho.
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