¿Quienes clasifican a semifinales?



Por Sigfredo Barros

Tres juegos menos que la primera parte. Ocho equipos reforzados. Un calendario que permite el desquite al realizar partidos de ida y vuelta entre los equipos, además de que se arrastran los resultados de la fase inicial. ¡Me­nudo problema para dar a conocer un favorito! Mejor sería —al menos esa es mi opinión—, pasar somera revista a lo que posee cada uno.

Dos líderes indiscutibles tuvo la primera parte; Ciego de Ávila, todo, el tiempo en la cima desde el arranque, y los Industriales, muy pe­gados a los avileños, a solo juego y medio. Ambos salen al ruedo con ventaja, de ninguna manera decisiva pero ventaja al fin.

Los Tigres se reforzaron con un par de jugadores de cuadro que ya pertenecieron a su nómina el pasado año, los villaclareños Ariel Borrero y Yeniet Pérez, el primero con 326 de promedio y 26 remolcadas en los 42 partidos. Además, incorporaron tres lanzadores y, por supuesto, han ganado en fuerza.

Los Leones de Javier Méndez fueron el único conjunto con promedio superior a 300, el que más carreras anotó y más cuadrangulares conectó. Por esa razón el piloto capitalino escogió a cinco lanzadores, dos de ellos casi desconocidos, Carlos Ramírez (VCL) y Jayner Rodríguez (MAY). Pero Ramírez ganó cinco juegos, no perdió, con 1,76 de PCL y Jayner, 
1-6 (jugando con el equipo más perdedor de la justa, Mayabeque) tuvo un PCL de 2,83 y su balance de ponches y bases fue de 26-11. Pudieran consagrarse ahora.

Antes de comenzar los juegos suspendidos o sellados muchos pronosticaron que Pinar bajaría de posición. Pero los Vegueros de Jorge Ricardo Gallardo sacaron a relucir estirpe y ganaron cinco de seis, para anclar en la tercera posición a solo tres juegos. Cuentan con el mejor pitcheo, aunque con un bateo sin mucha fuerza, de ahí que haya sido el único conjunto que no escogió lanzadores sino tres jardineros y dos jugadores de cuadro. Si les rinden habrá que contar con ellos hasta el último día.

Granma es el cuarto entre los ocho en disputa, de la mano del mejor mentor de su historia, Carlos Martí. Contrariamente a lo que muchos creen, los Alazanes mermaron en su ofensiva promediando 263, por debajo de la media de 277. Por eso les viene de maravillas el santiaguero Maikel Castellanos, en su campaña más notable (363, líder en jits con 69 en 45 choques), el agramontino Dayron Blanco, 302 y el receptor Eriel Sánchez con seis jonrones y 26 impulsadas, una terna que muchas carreras les pudiera remolcar, con la incógnita de si jugará Alfredo Despaigne.

CUATRO EQUIPOS EN PUGNA

Tres empatados del quinto al séptimo, a solo dos unidades del cuarto puesto y otro en la octava plaza, pero solo a una raya del trío que les precede. Ese es el panorama de Las Tunas, Holguín, Matanzas y la Isla, por ese orden.

A pesar de que su ofensiva está sobre la media, 283, el mentor de los Leñadores tuneros, Ermidelio Urutia, apostó por buscar un bateador zurdo como Edilse Silva y un torpedero capaz de promediar 300, el espirituano Orlando Acebey. Un abridor como Yoen So­carrás (5-1-2,11) le refuerza su staff que no estuvo nada bien al aceptar casi cuatro limpias por salida.

Otra tenía que ser la tónica del piloto holguinero Noelvis González, pues sus Cachorros batearon por debajo de la media, 267, y fueron penúltimos en cuadrangulares entre los ocho finalistas. Dos hombres como Reutilio Hurtado y Yohandry Urgellés les llegan como anillo al dedo y un cerrador líder histórico en salvados, José Ángel García, nunca viene nada mal.

Víctor Mesa, después de saber de la lesión de su estelar Jonder Martínez, salió a buscar a Freddy Asiel Álvarez y lo consiguió. Tam­bién se hizo del receptor Danger Guerrero y del veterano Danny Be­tancourt en busca de la necesaria experiencia para unos Cocodrilos cuya presente campaña no se parece a la del año pasado.

Con siete rivales por delante, ¿estará la Isla fuera de la pelea? No lo creo. Los Piratas demostraron hasta la saciedad el año pasado que son duros de roer. Sin contar con su capitán y tercer bate, Michel Enríquez, entraron en esta fase. Jugarán 21 partidos en el Labra donde son difíciles de vencer. Si Julio Pablo Martínez les rinde como el año pasado y el máscara Félix Carbonell cumple su cometido, batallarán hasta el final.

Muchos comparan la segunda fase con una carrera de 100 metros donde vale mucho una buena arrancada. Pero puede aparecer un Usain Bolt que venga de atrás y rompa el estambre. Les recomiendo no dar favoritos.

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