Leduán Barthelemy, responsable de abrir el 2016 para los cubanos

LEDUAN BARTHELEMY durante un entrenamiento en Las Vegas.
Cortesia: Tomado de Facebook

Por Jorge Ebro

Leduán Barthelemy no escapa al peso de la responsabilidad.

El menor de los tres hermanos de una familia de campeones tiene este martes la encomienda de descorrer la cortina del boxeo cubano en el 2016, cuando enfrente en San Antonio, Texas, al estadounidense Darryl Hayes, en la primera cartelera de Premier Boxing Champions (PBC).

"Sé que muchos van a estar pendientes de mi resultado y sobre todo mi estilo'', afirmó vía telefónica desde Las Vegas el Benjamín de los Barthelemy, Yan y Rancés. "Después de que mis compatriotas terminaran a todo tren el 2015, mi único deseo es darle continuidad a ese impulso ganador y fajador''.

Durante estos días, Leduán (7-0, 3 KO) no ha dejado de pensar en su hermano Rancés, quien el 18 de diciembre derrotó por decisión unánime en un combate de fuego constante al ruso Denis Shafikov para agenciarse su segunda corona mundial.

El chico estuvo en la esquina de su hermano y siguió paso a paso la pelea, donde Rancés fue puesto a prueba en un tipo de boxeo que no es el suyo, pero del cual salió ileso y con una reputación de guerrero capaz de batirse en cualquier distancia.

"Antes de ese combate, uno podía advertir las críticas, que si Rancés no daba entretenimiento, que si no gustaba'', recordó Leduán. "Tras la victoria, los rumores fueron eliminados por completo. Rancés paró al público de sus asientos con su guerra total en el terreno del enemigo, y a mí me tuvo con el corazón en la mano. El es la guía que sigo al pie de la letra''.

Y Leduán quiere seguir el ejemplo de su hermano en todo sentido y no por gusto también se hizo parte del equipo de boxeadores de Al Haymon, un hombre controversial, aunque el que más mantiene en activo a sus púgiles.

Antes de firmar con Haymon y su PBC, la carrera de Leduán parecía condenada al fracaso y si pasaba a la historia, lo haría solo como el hermano menor del campeón olímpico Yan, y del doble titular profesional Rancés.

Baste decir que del 2011 al 2014, Leduán apenas pisó los cuadriláteros en cuatro oportunidades y que tras firmar con Haymon, cruzó golpes en tres ocasiones solo en la temporada pasada.

"Esta es mi cuarta pelea profesional bajo la bandera de Haymon y se nota el cambio'', agregó Leduán. "Hubo momentos en que pensé no boxear nunca más, pero ahora veo que mi carrera va por un rumbo correcto y acelerado. De Haymon podrán decir muchas cosas. Lo cierto es que él nos mantiene atendidos y ocupados''.

A pesar de su fama de boxeador sucio, Hayes no parece que vaya a poner en peligro el invicto de Leduán, a quien se le ha prometido un salto de calidad -aparejado a la cantidad- para la segunda mitad del nuevo año.

Justo cuando finalizó la pelea de Rancés, el manager de los hermanos, Luis de Cubas Jr. les prometió que pronto habría dos campeones profesionales en la familia Barthelemy y que eso sucedería mucho antes de lo que imaginaban.

"Sé que estoy todavía a tres o cuatro peleas para meterme en la elite del peso pluma'', sentenció Leduán. "Lo importante es que mi carrera no se detiene, que avanza y poco a poco me iré dando a conocer. Seguir los pasos de Rancés y verme junto a él como campeón del mundo será la alegría mayor de la vida''.

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