Por Elizabeth Colombé y Víctor Blanco
A pesar de las iniciativas emprendidas por el Inder para mejorar la calidad de vida de los atletas, algunos de ellos las consideran insuficientes o carentes de sistematicidad.
Ese es el caso de Jorge Luis Crusellas Álvarez, campeón panamericano del relevo 4x400, quien luego de varios años retirado del deporte activo, afirma que ha sido prácticamente olvidado en su municipio.
"Aquí en San Luis hubo un tiempo en que sí me atendían muy bien, pero eso ha cambiado. No es que tenga necesidad de reconocimiento, pero cuando obtenía una medalla hablaba de mi tierra, lo orgulloso que estaba de ser de aquí", dijo.
"Hace unos años me dieron una casa pero no he podido vivirla porque se filtra. Tampoco me llaman nunca para ver como estoy o para que asista a actividades que organiza el Inder", destacó el otrora primera base de los equipos de béisbol de Pinar del Río, Luis Enrique Gavilán.
En ese sentido el señor pelotero, Luis Giraldo Casanova, estima que la desatención a los deportistas es una problemática que se manifiesta con mayor intensidad en Pinar del Río.
"He recorrido muchas provincias y he hablado con compañeros que me aseguran que en sus territorios sí son bien atendidos. Pienso que aquí debería ser igual porque hay un grupo de atletas que se sacrificaron bastante y que a esta altura no reciben nada, ni los visitan ni los llaman".
En el caso de los deportistas en activo la experiencia demuestra que realmente las atenciones son en momentos específicos, principalmente durante recibimientos.
No obstante, mientras están fuera de sus hogares no existe comunicación entre los entes rectores del Inder y la familia.
"Ni del Inder en Minas de Matahamabre, ni de la provincia llaman a mi casa para preguntar por mí", aseguró Yislena Hernández, campeona centromericana y subcampeona panamericana de remo.
Al respecto el subdirector de actividades deportivas, Pedro Nivaldo Pacheco, agregó: "Existen insatisfacciones pero tenemos una cantidad muy grande de figuras del deporte. Tratamos de llegarle al máximo de esos atletas".
Es una realidad que las posibilidades económicas distan de ser las idóneas para resolver todos los casos; sin embargo, la atención a los deportistas y sus familiares debe ser sistemática y abarcadora.
No se trata solo de ayudar económicamente a los que están censados, ni darle solución a los problemas materiales, sino a la continuidad en la atención social, las visitas a sus hogares, homenajes en cumpleaños y aniversarios de sus triunfos.
Se podrían también invitar a diversos eventos y celebraciones, abanderamientos de equipos, inauguración de competencias y reconocerlos en esas lides.
Esta es una tarea que requiere de un seguimiento permanente y no de momentos específicos. El poder contar con un gran cúmulo de glorias del deporte reconocidas en Cuba y el mundo debe ser un orgullo y no una carga.
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