Por Jorge Morejón
Cuba estaría dando los toques finales al documento de solicitud formal de reingreso como miembro pleno a la Confederación de Béisbol del Caribe, según informó el titular de la entidad, el doctor Juan Francisco Puello Herrera.
Las autoridades beisboleras cubanas le presentaron a Puello un borrador del documento, según el cual la isla estaría dispuesta a asumir todos los deberes y derechos que implica la membresía oficial en la Confederación.
En el mismo texto exponen su disposición a organizar una Serie del Caribe en cualquier momento, a partir del año 2018, aunque no necesariamente tendría que ser ese mismo año.
Y es que en el 2018 se iniciaría una nueva rotación, tras el evento que se celebrará en Culiacán, México, el año próximo.
A juzgar por el turno, le tocaría a Venezuela, inmersa en una difícil situación política, económica y social, mientras que el siguiente en el orden sería Puerto Rico, también en un mal momento financiero.
En una charla informal, el director nacional de béisbol de Cuba, Heriberto Suárez, me había adelantado la posibilidad cada vez más cercana de solicitar la entrada a la CBC, pero realmente sorprende que las cosas hayan tomado tanta velocidad en las últimas 24 horas.
La Habana cuenta con una infraestructura que permitiría, en principio, acoger el evento.
Están listos los hoteles donde se hospeden los equipos participantes, periodistas y fanáticos que acudan al torneo, mientras que el estadio Latinoamericano, a pesar de su larga historia, ha sido reacondicionado para cumplir las exigencias de las Grandes Ligas, previas a la posible celebración de un par de juegos de los Tampa Bay Rays el mes próximo, en medio de los entrenamientos primaverales.
Fundamental es resolver el problema de la conectividad a la red, asignatura pendiente de Cuba, el país con menor acceso a internet en el hemisferio occidental, de acuerdo con datos de Naciones Unidas.
Pero todo es una cadena de eventos. La reanudación de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y el desmantelamiento gradual del embargo de Washington a La Habana podría a darle a Cuba el alivio económico que le posibilite preparar la Serie sin muchos sobresaltos.
El turismo estadounidense creció en un 36 por ciento en el 2015, en comparación con el año anterior, sin contar a los cubanoamericanos, que viajan por miles cada mes y dejan abundantes ganancias para las arcas del Estado cubano.
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