Hijos de Meriño, Kindelán y Vera se abren camino en el beisbol cubano

Patrick Meriño, Lionar Kindelán y Norge Carlos Vera, pretenden seguir los pasos de sus padres en el béisbol

Por Rosa María Panadero

Orestes Kindelán Olivares, Norge Luis Vera Peralta y Rolando Meriño Betancourt, son tres de los peloteros más grandes que han transitado por nuestros clásicos nacionales.

El primero es recordado por su demoledora fuerza al bate, lo que le valió el epíteto de “El Tambor Mayor”; el segundo era una garantía en el montículo con su vasto repertorio de lanzamientos; mientras que el tercero, desde la receptoría, fue el capitán de las inolvidables Aplanadoras que tanta satisfacción dieron a los seguidores del béisbol en el territorio indómito.

Sin embargo, su legado va más allá de las hazañas que protagonizaron en cada uno de los estadios de Cuba o el mundo, donde desbordaron talento en todo su esplendor. Y es que, los hijos de estos colosos han decidido seguir sus pasos en el deporte de las bolas y los strikes, en una suerte de dèja vu beisbolero.

Lionar Kindelán Bicet: ¿el tambor sonará nuevamente?

El único hijo varón del mayor jonronero de la pelota cubana, nació el 21 de agosto de 1996 en la ciudad de Santiago de Cuba. El “Campito Dolores”, del Reparto Vista Alegre, lo vio dar sus primeros pasos en este deporte, a la edad de seis años.

“Desde pequeño quise jugar pelota. Siempre veía a mi papá, y aunque no estuviera en el campo, en mi casa constantemente se hablaba de pelota. Siempre estaba en el ‘Guillermón Moncada’, viendo a los grandes jugadores como Antonio Pacheco, Rolando Meriño, Reutilio Hurtado, entre otros, y desde entonces supe que ese era mi camino”, comentó Kindelán Bicet.

El joven que se desempeña como receptor y primera base, ya transitó por las categorías juveniles donde tuvo resultados relevantes, y actualmente juega en el equipo sub-23 de Santiago de Cuba, donde el pasado año concluyó en el cuarto lugar del Campeonato Nacional de esa categoría.

“Este año ya integré el equipo de mayores de Santiago de Cuba. Mis expectativas son volver a integrar dicho conjunto, desempeñarme bien, jugar regular, porque luego de eso mi mayor sueño es estar en el equipo Cuba. Por supuesto, para eso hay que sacrificarse bastante”.

Cuando se le pregunta por su padre, entonces sus ojos adquieren un matiz diferente: “Significa mucho tener como padre a Orestes Kindelán, es un ejemplo tanto para mí como al resto de los peloteros cubanos. Muchos me preguntan si yo soy como él, y me exigen que esté a su nivel. Eso para mí siempre fue un motor impulsor, seguir los pasos de mi padre, y en ese camino estoy trabajando”, señaló.

Norge Carlos Vera Aldana: un nuevo astro viene en camino

Aunque delgado, a sus 15 años tiene una estatura que sorprende a más de uno, mientras que otros ya lo vislumbran –al menos físicamente– como el heredero natural del estelar lanzador indómito Norge Luis Vera Peralta.

Nació el 1 de junio del 2000, y ocho años después ya incursionaba en el béisbol, con la motivación de convertirse en un serpentinero de categoría mundial, tal como lo hizo su progenitor.

En estos momentos, es alumno de la recientemente remozada Academia Provincial de Béisbol, donde cursa su primer año como integrante del equipo juvenil de la Ciudad Héroe: “Ahora mismo estamos inmersos en la clasificación para el Campeonato Nacional Sub-18, y nos estamos esforzando para hacer un buen papel”.

A pesar de su temprana edad, paulatinamente ha incorporado a su arsenal de lanzamientos los mismos que dominaba su padre: la slider, la recta, la curva y el cambio de velocidad, son algunos de ellos.

“Mi papá me ha ido enseñando los diferentes tipos de lanzamiento, me ayuda muchísimo en ese sentido, incluso quiere que levante la pierna como lo hacía él cuando estaba con ‘Santiago’ y con Cuba. Y claro, yo también quiero estar en esos equipos”, expresó sonriente Norge Carlos.

Patrick Meriño Savón: un industrialista “colado” en ‘Santiago’

Aunque el menor del clan Meriño, nació en Santiago de Cuba el 13 de agosto de 1998, desde pequeño se trasladó a La Habana, donde inició su carrera deportiva.

“Siempre me gustó mucho el deporte, sentía que era parte de mí. En esos primeros tiempos en la capital competía en el equipo Cerro, y también jugué por el municipio de Boyeros en la categoría 11-12 años”, explicó.

Cuando su padre lo incentivó a regresar a su ciudad natal, Patrick no lo dudó, e inmediatamente se integró a la Escuela de Iniciación Deportiva Provincial, donde como parte del equipo sub-15, alcanzó el tercer puesto a nivel nacional.

“Hace dos años que estoy en el juvenil, hasta ahora no hemos obtenido ninguna medalla, pero este año esperamos tener un buen resultado”.

Aunque su fuerte es la ofensiva, aspira a mejorar en la receptoría, en el afán de seguir el camino de su padre con gran éxito: “Mi meta es ser mejor que mi papá, y para eso lo principal es la disciplina y la dedicación por completo al deporte. Mi deseo es llegar al equipo de ‘Santiago’ y darlo todo por él, después ya veremos lo que pasa”, concluyó Meriño Savón.

Tres jóvenes llenos de pasión por el deporte, enamorados de los terrenos de béisbol, quizás antes de nacer, sangre nueva que necesita la pelota santiaguera, para como antaño volver a los planos estelares del pasatiempo nacional.

Comentarios

  1. No cabe la menor duda, el artículo lo escribió una oriental , tres figuras nuevas que se abren camino en el béisbol nacional y después cogen otro camino como los Pacheco los Gourrieles , los Vargas , los Marquetti y no les importa ser hijos de la ciudad héroe

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