Los Rays y la esperanza vencen hoy en La Habana, ojalá Cuba gane mañana

Jugadores cubanos esperan por el comienzo del juego contra los Rays el 22 de marzo del 2016 en el Estadio Latinoamericano en La Habana. Foto: Chip Somodevilla Getty Images


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Por Jorge Ebro

La historia se ha repetido hasta el cansancio y puede ser la de miles, muchos miles. Se trata del hijo que se tira de la lancha para rescatar a alguien, sin pensar en consecuencias, y luego con la complicidad de la luz de la luna se da cuenta que le ha salvado la vida a su propia madre.

El hijo es hoy una estrella de Grandes Ligas y lanza para los Marlins de Miami, por eso cuando José Fernández habla de que "ojalá esto sea el comienzo del cambio, ojalá'', se le nota en el rostro cierto rictus de desconfianza. "Lo importante es que la gente vea el cambio''.

Para Fernández y para muchos cubanos, "esto'' fue el partido de exhibición ganado 4-1 por los Rays de Tampa Bay a la selección nacional de Cuba este martes en La Habana con la presencia del presidente Barack Obama y delante de más de 50,000 -¿fanáticos?- personas.

Fernández tiene todo el derecho del mundo a sentarse entre la esperanza y el escepticismo. No por gusto intentó escapar cuatro veces de la isla por vía marítima y en una de ellas fue a dar en una cárcel, cuando apenas tenía 14 años de edad, algo tremendo para cualquier ser humano.

"Sí, tienen que cambiar muchas cosas'', sentenció Fernández desde el centro primaveral de los Marlins en Jupiter, poco antes de lanzar cinco entradas sin hits a los Medias Rojas de Boston, aunque su corazón tal vez estaba en el montículo del Estadio Latinoamericano.

El lanzador cubano de los Marlins de Miami indicó sentir esperanza por la presencia de los Rays en la capital cubana, pero recalcó que mucho debe cambiar en la isla y que el pueblo debe ser el que se beneficie con las transformaciones. (En Inglés)Andre Fernandez a1fernandez@miamiherald.com

Los gobiernos de Cuba y Estados Unidos lo saben, con el béisbol nos dan un golpe bajo y emocional a todos los que amamos este deporte, que nos hace olvidar, al menos por un rato, tantos dolores viejos y nuevos, que se niegan a desaparecer en medio de los impulsos de aceptar.

¿Pero será este un juego un punto trascendental? Solo el tiempo lo dirá. De esta visita el encuentro fue apenas el punto de descanso. Lo real, lo perdurable, se produjo horas antes en el Gran Teatro de La Habana, cuando Obama le pidió a Raúl no temerle a las voces discordantes, distintas, diversas.

Le pidió, además, que no temiera escuchar a su pueblo, ese mismo pueblo que aplaude a sus estrellas del béisbol en el Latinoamericano o en el parque de los Marlins, precisamente en La Pequeña Habana, la otra que a veces también es la misma.

El pueblo, y hay que decirlo, el gobierno a su manera, también quieren el pacto con Grandes Ligas, que se acaben las trabas y los peloteros puedan ir y venir, sin tener que escapar y caer en manos de criminales, sin tener que cargar el cartel de traidores.

"Suerte muchachos, hoy no estoy con ustedes y quizá nunca más, pero siempre los apoyaré donde quiera que este'', escribió Yulieski Gurriel, el mejor pelotero que habitaba en la isla antes de fugarse en febrero pasado durante la Serie del Caribe.

Mucho debe suceder, a ambos lados del estrecho, para que la historia de Gurriel no se repita. Obama trajo una bocanada de esperanza a Cuba. Ojalá no se haya marchado con él en el avión. Ojalá que se reparta y crezca por toda la isla.

Mucho debe cambiar, también, para que algún día José Fernández lance en La Habana.

"Son tantas cosas que puedo pasarme todo el día haciendo una lista'', recalcó el cubano. "Mi familia y yo pasamos por tantas cosas para llegar aquí, que mucho debe cambiar para poder hacer eso''.

Comentarios

  1. Sin duda es así, no hay más que leer las declaraciones en los medios de comunicación de algunos "representantes" del pueblo cubano, para saber que muchas, muchas cosas tienen que cambiar. Se les nota mucho a estos personajes el odio hacia cualquier cosa o aspecto que signifique libertad para las personas, pero además, sus declaraciones llevan implícitas el sentimiento de "aquí se hace lo que nos da la gana, que para eso mandamos" y que el pueblo cubano es un mero rehén de sus deseos tiránicos.
    Daba risa (por no llorar) el Latino con esos carteles de "Libres" y otras frases ridículas que ya conocemos de sobra, y la inmensa mayoría de la "afición" perfectamente programada por el régimen.

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  2. Otra cosa que se me pasó comentar, quiero ver cuánto tiempo se mantiene así de cuidado y bonito el Coloso del Cerro, ojalá que no sea algo pasajero, efímero, para la "ocasión" y caiga en la dejadez y al acostumbrada ineficiencia estatal.
    Los narradores de ESPN dijeron que al ver el estadio no les cabía duda que Cuba puede organizar una Serie del Caribe, no sólo por las condiciones del Latino, sino por la infraestructura que hay en la ciudad.
    Lo que no hay es economía en los bolsillos del pueblo cubano para pagar el coste de la entrada a un evento de este tipo, la gran mayoría de la gente no se puede dar el lujo de dejarse el poco dinero que tenga en eso, por mucha pasión y amor que manifiesten por el beisbol, la pelota para nosotros los cubanos.

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  3. Victor "Osorbo" Mesa no gana ni portandose un poquito mejor. A los defensores del "profe-perdedor", anotenle una mas. Los peloteros cubanos dieron un buen espectaculo, perdieron decentemente como pierde cualquier equipo y Victor estuvo mejor que antes pero su olor a derrota es contagioso. En verdad fue un buen juego, todo el mundo lo disfruto y como el profe ya esta acostumbrado a perder por diferencias mas grandes, de seguro hizo una fiesta y dijo ahora si vamos por el camino correcto, ja, ja, ja. Los peloteros van por el camino correcto, al profe le espera la eliminacion en la semifinal de la SN a manos de Pinar.

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    1. Sin duda fue un buen juego de pelota, ya dije en un comentario anterior que Tampa tendría que hacer muy mal las cosas para no ganar frente al Cuba, señalé que con pitcheo de calidad era suficiente para ganar por un marcador cerrado y así fue.
      Tampa Bay dió lecciones de beisbol moderno a la hora de crear carreras y en la utilización de pitchers especializados.
      Cuba dejó una buena imagen en general pese a la derrota, el detalle que más me llamó la atención, una vez más, fue la poca disciplina en el cajón de bateo por parte de los bateadores cubanos y no dejo de pensar que gran parte del juego se fue por ese aspecto negativo.
      Sobre Víctor Mesa, pues el hecho de estar al mando del Team Cuba, deja bien claro que prácticamente nada ha cambiado en la manera de manejar el beisbol y su politización, algo que seguirá igual mientras el estado se el propietario de la SN y los equipos de beisbol, de más está decir que las instituciones que regentan el beisbol en Cuba, la DNB, FCB, CNB y el INDER funcionan como Administraciones del Estado, salvo algunas potestades en el marco de la SN, no tienen ninguna capacidad, ningún poder en la toma de decisiones como entidades autónomas.

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