Por Mark Sheldon
Johnny Cueto se fue de los Rojos hace un tiempo, pero otro lanzador de la rotación de Cincinnati podría brindar entusiasmo en el 2016. Ya se vieron la temporada pasada algunas muestras de lo que puede hacer Raisel Iglesias en su año de novato.
En el 2015, Iglesias tuvo que aprenderse una nueva liga, un nuevo país y una nueva cultura. Pero ese reto pertenece mayormente al pasado.
"Después de un año, me siento mejor", dijo Iglesias, de 26 años. "Me siento con más confianza. Creo que tengo más conocimiento de lo que está pasando y me siento más relajado.
"Tengo menos estrés en la cabeza y más oportunidades de pensar en las cosas buenas".
Se ve el nuevo confort de Iglesias cuando el lanzador comparte con sus compañeros de equipo. Hace el intento de saludar tanto a ellos como a los medios en inglés. Aunque aún hace sus entrevistas en español, está claro que Iglesias quiere aprender inglés y asimilar lo principal de su ambiente.
Diferente al ex cerrador de los Rojos, el también cubano Aroldis Chapman-quien mayormente se mantenía en soledad en sus seis temporadas en Cincinnati-a Iglesias le gusta interactuar con sus compañeros y muchas veces se le ve con una sonrisa.
Iglesias desertó de Cuba en noviembre del 2013 y se perdió todo el 2014 mientras esperaba para ser declarado agente libre. Al final firmó un contrato de siete años y US$32 millones con los Rojos.
Como novato en el 2015, el diestro tuvo marca de 3-7 con efectividad de 4.15 en 18 juegos (16 aperturas) en 95.1 entradas. Permitió 81 hits, dio 28 bases por bolas y ponchó a 104 bateadores.
En la segunda mitad de la campaña, Iglesias empezó a cobrar fuerza. Durante un trecho de siete aperturas de calidad seguidas, se convirtió en el primer lanzador en la historia de los Rojos en registrar al menos 10 ponches en tres aperturas consecutivas. Ningún novato de Grandes Ligas había logrado tal hazaña desde que lo hizo Hideo Nomo en cuatro salidas al hilo en 1995.
Quedan algunos aspectos por mejorar, tal como manejarse ante los bateadores en sus segundos y terceros turnos en el partido. Iglesias tuvo efectividad de 2.81 en los primeros tres innings de sus presentaciones, pero empeoró a 5.45 en las entradas 4 al 6. Los bateadores contrarios tuvieron promedio de .180 en sus primeras visitas al plato frente al cubano, número que subió a .227 en su segunda y .268 en su tercera.
Una fatiga en el hombro de lanzar a mediados de septiembre puso fin a su temporada. Los Rojos lo pusieron a realizar un programa para flexibilizar el hombro durante el invierno, proceso que siguió para los inicios de los entrenamientos y lo retrasó un poco. Iglesias hizo su debut de pretemporada el 14 de marzo.
"Creo que eso va a marcar una gran diferencia en cuanto a la salud de su hombro a largo plazo", dijo el manager de los Rojos, Bryan Price.
¿Resultarán esa flexibilidad y un mayor confort en una campaña reveladora para Iglesias? Los Rojos lo sabrán pronto.
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