Por Yirsandy Rodríguez
En la noche del jueves el manager de los Tigres, Roger Machado, tenía un solo propósito, y era el de solidificar su cuerpo de pitcheo… Y, tras consolidar las peticiones de Lázaro Blanco y Alberto Bisset, su lenguaje corporal cambió completamente.
Era de esperar, ya que de los equipos clasificados Ciego de Ávila tuvo el bullpen menos ponderado al admitir 101 carreras, 88 de ellas limpias. La efectividad fue discreta, con 4.28, un poco mejor que los relevistas de Pinar del Río 4.57
Machado, comenzó pidiendo a Alberto Bisset, para así asegurar un abridor de puntería. A favor de esto hay muchas cosas, pues Bisset, a pesar de que estuvo fuera de la segunda fase, por estar cumpliendo un contrato en Colombia, es quizás el lanzador de mejor comando de pitcheos junto al derecho Yosvani Tórres. Tendría que estar fuera totalmente de pitcheo para no poder asumir la tarea de ser uno de los ases de rotación en la fiesta de marzo.
Sin embargo, a Roger se le cuestionó su elección por el lanzador Lázaro Blanco en lugar de los siniestros Leandro Martínez y Wilber Pérez. Todos esperaban —y me incluyo— que el capataz avileño se balaceara en busca de un zurdo para medirse a la tanda de Industriales, plantel que bateó contra zurdos .295, a diferencia de .322 cuando enfrentaron en el montículo a pitchers derechos.
¿Cuáles son las ventajas y los riesgos que corre Roger Machado al haber seleccionado a Lázaro Blanco y no a Wilber Pérez o Leandro Martínez?
Como siempre digo: “la pelota no es solo numeritos —hay que ir más allá, ver más adentro—, pero ellos son como una carta de presentación de cada jugador; te dicen todo y de eso tienes que saber leer y obtener los mejores dividendos”. Por eso no puedo decir aquí, a ustedes, que me pareció buena la adquisición de Roger. Creo que si de numeritos, probabilidades y proyecciones se trata, él debió haber adoptado los servicios de uno de los dos zurdos que estaban disponibles.
Mi criterio: Wilber Pérez.
No obstante, aquí les digo cuales son las tendencias buenas y malas que podría tener haber incluido a Blanco.
Puntos a favor y en contra
1- Aun cuando Blanco estuvo en una de sus peores temporadas en su carrera al permitir bateo rival de .288 —por vez primera desde 2010—, lideró un aspecto, que Bill James llama la apertura de calidad (ponderada), y se trata de todo aquel abridor que logre al menos 7 inning y 1 o menos carreras permitidas —más allá de la clásica salida de calidad de lanzar 6 episodios y permitir 3 o menos anotaciones. Bajo ese requisito, Blanco comandó la 55 Serie Nacional, junto a Jonder Martínez con un total de seis inicios. Ese es un punto a favor.
Pero en contra, creo que son todos los que vienen a continuación:
2- Su efectividad fuera de casa fue de 4.75, y su record de 2-4. En 55 capítulos, admitió 18 extra bases, y un promedio de embasados por cada nueve inning de 15.7. La tasa de boletos que tuvo de gira se expandió a 3.9 a diferencia del 3.8 logrado en casa.
3- En 11 de sus 19 aperturas fue manejado con facilidad con el madero, y en cada una ellas toleró al menos 11 inatrapables.
4- Su final de temporada regular no fue nada esperanzador… ya que en sus últimas 10 aperturas, entre el 15 de diciembre y el 25 de febrero, obtuvo marca de 3-4. Pero su control fue excesivamente brutal. Regaló al menos 3 transferencias desde su apertura el 15 de diciembre ante Pinar del Río. ¿Suena escandaloso?... pero hay más… pues tuvo cuatro partidos de 5 boletos y dos de 4.
No obstante, una aclaración a su favor, que es factible. Blanco lanzó con la mayor presión posible, y la menor confianza que puede sentir un lanzador en la loma por solo una razón: su equipo fildeó para .965 mientras el lanzaba, y cometieron 20 pecados —la cifra más pronunciada vista por un pitcher en toda la lid—.
5- Hay que ver cómo se comporta su efectividad ante bateadores zurdos, dando por hecho que le tocará enfrentar a una alineación con esas características desde el primero hasta el cuarto, dígase a: Roel Santos —quien será refuerzo de los azules—, Stayler Hernández, Yohandry Urgellés y Alexander Malleta (haciendo un pronóstico de lo que podría utilizar el manager de Industriales, Javier Méndez.)
6- Y si usted no se ha convencido, escuche por qué en gran medida me incliné a pensar que Leandro Martínez y Wilber Pérez eran mejores piezas a escoger: Blanco, enfrentó este año a una docena de bateadores de Industriales… y de ellos 11 le pegaron al menos un imparable… Solo Javier Camero se fue sin poder ligar un incogible en el barraje ofensivo de los azules ante el derecho de Granma
Ojo: El bateo de Industriales ante Leandro Martínez esta temporada fue de: .130. Ante Wilber Pérez, solo .240.
Para concluir, me resta decir que: “la postemporada es borrón y cuenta nueva”.
Blanco tiene las condiciones como lanzador para hacerse notar en los play off, de eso no me queda duda. Su sinker aun hace daño e induce a muchos rodados, que —pienso—serán mejores fildeados por los jugadores de cuadro en Ciego de Ávila.
También, él va a gozar de tirar en un parque (José Ramón Cepero) para lanzadores, y si hace notar su tasa de 0.28 cuadrangulares consentidos por cada nueve entradas, con control y menos fatiga, podría darle unos buenos dividendos a la manada de Roger Machado.
Todo es relativo. Wilber Perez terminó fundido y Jose Angel García lesionado. Son confiables para el playoffs no lo se...
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