Por Raiko Martín
La 55 edición de la Serie Nacional del béisbol cubano ya es historia, y cuando se hable de ella muchos la recordarán por la tercera consagración de Ciego de Ávila, esta vez reteniendo la corona conquistada en la pasada edición.
Sin embargo, varios de sus protagonistas tendrán motivos especiales para guardarla en sus mentes, pues en ella lograron redondear varias cifras importantes en sus respectivos expedientes.
Tal vez el inicialista villaclareño Ariel Borrero, quien nuevamente se vistió de Tigre avileño desde el cierre de la etapa clasificatoria, sea uno de los que más atesorarán el paso por esta campaña, que según anunció, será la última para su larga trayectoria deportiva.
El «Remolcador» aprovechó para superar la barrera de los 400 dobles, pues con los 24 conectados ahora llegó a 412 para colocarse primero en la lista histórica. En ese mismo departamento, el también experimentado tunero Danel Castro, con los 12 sumados en la temporada, rebasó las tres centenas y ahora exhibe cota de 303.
Borrero fue también uno de los dos jugadores que arribó a los dos millares de imparables. Empezó el curso con 1 956 y entre el calendario regular y la postemporada sumó 102. El otro bienvenido al club fue el enmascarado espirituano Eriel Sánchez (2 012).
En el acápite de los hits, tres fueron los que traspasaron el umbral de los mil, entre ellos el paracortos avileño Yorbis Borroto, a quien le faltaban apenas 16 antes de iniciar la contienda, y terminó con 118 a su cuenta. A él se sumaron el granmense Luis Alberto Ferrales y el holguinero Yeison Pacheco, ambos ahora «parados» justo encima del emblemático límite.
Uno de los grandes hitos de la finalizada serie fue, sin dudas, el momento en el que el artemiseño José Ángel García completó los 200 juegos salvados de su carrera, para así convertirse en el único lanzador que lo ha logrado hasta el momento.
Entre los tiradores también el zurdo Wilber Pérez (IJV), y los derechos Vladimir Baños (PRI) y Danny Betancourt (SCU), estamparon cotas respetables en sus respectivos currículos. Los dos primeros, que terminaron el torneo como compañeros en la novena vueltabajera, ya tienen más de un centenar de triunfos, con 106 y 103 éxitos, respectivamente. El diestro santiaguero liquidó a 51 rivales por la vía de los strikes y ya anda por los 1 026 ponches.
Estos son algunos de los registros redondos concretados en el recién terminado clásico nacional, pero no los únicos. En la siguiente compilación, realizada por nuestro estadístico Benigno Daquinta, aparecen otras, entre ellas una a la que ningún jugador debería aspirar. Porque los pelotazos siempre duelen.
Aquí las estadísticas tras la temporada
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