La Tribuna Deportiva... nostalgia por un pasado irrepetible

Daniel de Malas (izq), Yasel Porto e Iván Alonso (ambos en la mesa de narración) y Yirsandy Rodríguez (der) cubriendo el Campeonato Nacional 15-16 del 2008 en el estadio Changa Mederos.

Por Yasel Porto

Mi paso de quince años por la emisora capitalina COCO me dejó varias alegrías. Una de ellas lo fue, sin dudas, mi presencia en el programa Tribuna Deportiva de la COCO, a la que me quiero referir por cumplirse muy pronto un aniversario más de su nacimiento.

Gracias a "Tribuna", no solo tuve la dicha de compartir con grandes amigos y profesionales, sino de conocer a miles de oyentes que me estimularon a ser cada día mejor como profesional, oyentes o "tribuneros" que permitieron que el espacio se convirtiera en el más popular de la radio deportiva habanera y hasta cubana.

Llegué en 1998 cuando acaba de empezar el programa, pasando de fiel oyente a corresponsal, de ahí a colaborador, luego a ser conductor suplente y finalmente, uno de los titulares de este espacio transmitido de lunes a viernes entre 8 y 11 de la noche.

Pero quiero compartir con ustedes este recuerda y hablar de tres etapas fundamentales.

La primera, poco despuès de iniciar el programa, con el carismático Armando Campuzano como director, mientras Alexander Garcell y Pavel Otero eran los habituales conductores. Fue una etapa muy bonita, de ingenuidad y aprendizaje, de intensos debates, de muchas cosas inolvidables, cargadas de humor. La polémica era a diario, se disfrutaba, y se mezclaba con otras ofertas que permitía una elevada audiencia noche tras noche. Y a eso también contribuyeron otros amigos como Carlos Rafael Rodríguez, Jesus Suarez Valmaña, Juan Carlos Garcell, Dante Roche y hasta Patricio Suárez.

Años después, con la partida de Pavel y Alexander, llegaría al programa un ser especial, con una forma particular como conductor, que con todo y sus detractores o envidiosos, logró lo que nadie consiguió en el programa y en la COCO.

Hablo, por supuesto, de mi eterno amigo-padre (o abuelo) Iván Alonso Rodríguez, capaz de arrastrar con ese carisma indiscutible a miles de personas, no solo para escuchar o llamar al programa, sino para que muchos (cientos) se vincularan a trabajos voluntarios, donaciones a enfermos, actividades especiales, concursos de todo tipo, de narración, pronósticos o softbol, y hasta un Olimpiada popular con más de un millar de oyentes.

La llamada Coco-Olimpiada, que duró dos años, y que todo el verano nos hacía levantar temprano para organizar las competencias en 15 deportes en las diversas instalaciones, con los niños, mujeres y adultos, que de oyentes se habían convertido en deportistas. La "locura" como catalogaron algunos colegas antes que apoyar, fue un momento cumbre para el programa por ser el espacio el que divulgaba, convocaba y hasta transmitía. No hay manera de evaluar toda la relevancia y lo que significó eso para la gente y por otras cuestiones generales.

La etapa de Iván Alonso en Tribuna fue única. Se creó el grupo de los "tribuneros", que no eran más que los oyentes que querían ser parte de la comunidad del programa, y cada cual tenía un número. Todos los días la lista crecía, hasta sobrepasar los 5 mil en menos de dos años.

Iván decidió jubilarse a partir de la absurda eliminación de Metropolitanos, equipo al que narrábamos los dos, y entonces llegó un tercer momento importante dentro del programa.

Traté de mantener casi todo de la etapa de Iván, sin poder llegar jamás al estilo propio de mi entrañable viejo amigo, e influí para la entrada en el espacio del polémico pero valiente Daniel de Malas.

de Malas e Iván haciendo el jugada a jugada del Campeonato Nacional 15-16 del 2008

Creo que fue otra gran etapa, en la que la polémica creció enormemente sin olvidarnos de muchos de los logros de la etapa anterior, con toda esa retro alimentación con el público, los números de tribuneros, los torneos de softbol y mucho más. Hasta el punto que en 2012 cuando ganó Centro Habana la Serie Provincial, lo que no hizo la Provincia lo hizo Tribuna, la premiación en vivo de los campeones con medallas incluidas, pagadas por el propio colectivo del programa.

Y aunque Tribuna siempre se careacterizò por decir las cosas de frente, sin justificaciones, para este tiempo se hizo ver màs.

Esos debates que sostuvimos durante más de un año, entre nosotros y con la gente, muchos lo recuerdan con gran satisfacción. Y que conste, que aunque con puntos en común, teníamos opiniones diferentes o maneras distintas de ver ciertos temas, lo que generaba gran discusión. Mas en el fondo, se preservaba el respeto y la amistad que todavía nos une, como en el caso de Campuzano, Jeli, Dante, Pavel o Iván.

Como en las dos etapas citadas antes, el programa se mantuvo como el más gustado de la emisora, con rating de audiencia bien elevado, pese a que había quienes se quejaban por la dureza u objetividad de ciertas opiniones.

Daniel tomó su decisión de dejar el programa por cuestiones que no vienen al caso y que yo respetaré siempre, y hoy su camino no está en Cuba. Su salida me dolió como antes había sucedido con Iván, pues sabía que muchas cosas no serían igual.

Yo tomé mi propia decisión con el tiempo, aunque no por las mismas causas de Daniel. Mis proyectos en la televisión cubana me impidieron seguir una asistencia regular a la Tribuna, y con pesar que pocos imaginan tuve que dejar el programa de mi vida, y con el tiempo, la COCO.

Porto con la célebre presentadora Carolina Guillén y el periodista cubano Carlos R. Rodríguez lanzado la revista Jonronazo en la Serie del Caribe del 2016 en República Dominicana

Hoy me pongo a pensar en el nuevo aniversario y me vienen a la mente muchísimos momentos, la mayoría felices, y casi todos se relacionan con estas tres etapas en las que estuve. Entré en el 98 y dejé el programa en el 2014. O sea, que mi formación profesional tiene que ver mucho con el espacio, al que modestamente pienso que le aporté algo en todo este tiempo. Tengo la dicha de haber vivido la mayoría de los años de Tribuna Deportiva y por ello creo tener elementos y derecho, de hablar de las mejores etapas de este ya tradicional programa.

Agradezco a aquellos que en todo este tiempo fueron parte del programa, lo quisieron y permitieron de una forma u otra el éxito de antaño. A Iván en primer lugar, por dedicarle como nadie más, y a cada uno de sus sinceros conductores que han estado. Pero por encima de todo, a esos "tribuneros" donde quiera que estén. Fueron y serán por siempre los mayores artífices de esa linda historia.

A veces trato de no pensar demasiado en "La Tribuna", porque la nostalgia me golpea al saber que tantas cosas son parte de un pasado irrepetible, sobre todo porque ya no podré volver, como tampoco lo harán los otros que tanto hicieron por el programa. Pero más importante que ellos y yo, también se perdieron los tribuneros, sus números y mucho más que eso.