Nuevos cargos de contrabando a jugadores cubanos


Por Scott Eden.

En octubre de 2013, a un apreciado jugador de béisbol cubano le fue entregado un pasaporte falso y un visado con un nombre falso, para usar a bordo de un avión en Puerto Príncipe, Haití, en camino a Miami.

De acuerdo con los fiscales federales, que han identificado al jugador sólo por las iniciales J.A.C., él recibió los documentos fraudulentos de un integrante de una red de tráfico humano que había orquestado su fuga de Cuba en un barco de cigarrillos en agosto de 2013.Un apreciado jugador cubano, identificado como J.A.C., recibió un pasaporte falso en octubre de 2013 para viajar a Miami. AP Photo/Moisés Castillo

Después, J.A.C. firmó un contrato con un equipo de Grandes Ligas, según los fiscales, él pasaría a pagar a sus contrabandistas más de $ 5.8 millones. (Ni J.A.C. ni ningún otro jugador ha sido acusado de un crimen.)

Los detalles relativos a J.A.C. fueron expuestos en una acusación formal de nuevos cargos de contrabando de extranjeros contra Bart Hernández, un agente de jugadores inicialmente acusado en febrero. La acusación también tiene cargos contra otros dos hombres --Julio Estrada y un haitiano que aún residen en Haití con el nombre Amin Latouff-- con roles cruciales en la operación de presunto contrabando.

El jonronero José Abreu, cuyo nombre completo en español es José Abreu Correa, desertó de Cuba en agosto de 2013 y firmó un contrato de $68 millones con los Medias Blancas de Chicago en octubre del mismo año.

Hernández, quien fungió como representante de Abreu, está afiliada a la agencia Praver-Shapiro con sede en Miami.

El fenómeno cubano de 16 años Lázaro Armenteros fue declarado elegible para firmar con un equipo de las Grandes Ligas.

En varios informes de prensa desde la llegada de Abreu a Chicago, Julio Estrada ha sido descrito como el ''agente'', ''traductor'', ''ayudante'' y ''amigo'' del jardinero.

De acuerdo con los fiscales federales, Estrada y sus coacusados ''​reclutaron y pagaron a los capitanes de un barco para el contrabando de los jugadores de béisbol cubanos y los integrantes de la familia de esos jugadores para llevarlos de Cuba a México, República Dominicana y Haití'', y llegó a romper una serie de otros delitos federales mientras buscaban llevar a sus clientes a otros rosetas de Grandes Ligas.

Estrada mantiene que él fue simplemente un ''entrenador'' para los jugadores de béisbol cubanos recién escapados de Cuba. Su abogado, Sabrina Puglisi, dice que su trabajo era ayudar a prepararlos para sus presentaciones con los equipo de Grandes Ligas. Puglisi dijo que Estrada nació y creció en Cuba y jugó béisbol ahí, aunque ella no sabe a qué nivel.

''Julio Estrada nunca ha fomentado o ayudado a alguien a entrar a Estados Unidos de manera ilegal'', dijo Puglisi . ''Él siempre ha cuidado de sus jugadores para que pudieran alcanzar su sueño de jugar béisbol de Grandes Ligas en Estados Unidos''.

Los fiscales alegan que Hernández, Estrada y Lattouf trajeron a 17 jugadores de Cuba entre 2009 y 2013. El gobierno está buscando la confiscación de más de $16 millones que dice fueron generados ilícitamente de la operación de contrabando.

La ironía de la investigación en curso es que su objetivo es un modelo de negocio criminal al borde de la obsolescencia. Como consecuencia del histórico restablecimiento de relaciones diplomáticos entre los dos países que comenzó en diciembre de 2014, funcionarios en Washington, La Habana y en los más altos niveles de las Grandes Ligas se han esforzado para crear un camino ''normalizado'' para los jugadores cubanos a ejercer su oficio profesionalmente en EE.UU.

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