Tony Oliva, de los mejores bateadores cubanos de todos los tiempos



“Tony Oliva no nació para jugar béisbol,

vino a este mundo sólo para batear”

Sam Mele, ex-manager (Mellizos Minnesota, 1961-66)

Por Esteban Romero.


Pinar del Río como provincia ha tenido algunos peloteros destacados en la pelota profesional, normalmente los nombres del lanzador Pedro Ramos y el del inicialista-jardinero Rogelio “Borrego” Álvarez son obligadas referencias. Más tarde con el desarrollo de las series nacionales cubanas, surgieron verdaderas estrellas, las que si bien no jugaron en las Grandes Ligas, de haberlo hecho no dudamos en que habrían sido peloteros de todos los días en sus equipos y con éxito. Esos son los casos de Luis Giraldo Casanova, Omar Linares, así como de los lanzadores Rogelio García, Julio Romero y Pedro Luis Lazo. No obstante, ellos no llegaron pero otro si pudo y grabó su nombre por todo lo alto en el circuito grande del béisbol norteamericano, me refiero a al gran Pedro “Tony” Oliva, quien nació el 20 de julio de 1938 en Consolación del Sur, provincia de Pinar del Rio. El pinareño era zurdo bateando y tirando a la derecha, y se desenvolvía jugando en los jardines y luego como bateador designado.

Tony Oliva fue visto en acción en los Palacios, Pinar del Río, en 1961, por el jardinero Roberto Fernández Tapanes, quien viendo las habilidades de Tony para darle a la bola con fuerza por cualquier ángulo, enseguida se puso en contacto con el cazatalento Joe Cambria, quien en aquel momento trabajaba para los Mellizos de Minnesota. Cambria no dudó en firmarlo, pero había un problema, ¿cómo Oliva llegaría a EEUU al no tener pasaporte? Para su suerte, según relata Peter Bjarkman, él utilizó el certificado de nacimiento de su hermano Antonio, ya que él no tenía ninguno. Con ese documento pudo obtener un pasaporte con el nombre de su hermano Antonio, y así pudo salir de Cuba en un momento que las relaciones con EEUU se deterioraban aún más. Es por eso que Pedro fue llamado Tony después de su llegada a los EEUU, lo que le obligó posteriormente a testificar en las cortes norteamericanas para legalizar su verdadero nombre de Pedro Oliva, pero el Tony se le quedó para siempre y así es conocido en el mundo del mejor béisbol.
Tony Oliva 2
Tony Oliva
A la salida de Cuba su viaje fue a México, donde estuvo en espera de arreglos de visado por espacio de once días. Luego llegó al campo de los novatos de los Mellizos en la playa Fernandina, la Florida, donde se vio obligado a hospedarse en casa de afroamericanos, ya que los hoteles del lugar no acostumbraban a alquilar a personas de raza negra. Allí las cosas no fueron bien y el equipo de los Mellizos ya le estaba indicando su regreso a casa. Imagínense que problema, volver a entrar en Cuba. Fue aquí que Joe Cambria intervino en favor de Tony y aclaró que tanto él como otros dos cubanos tenían las condiciones para ser nuevamente probados. Al inicio se pensó en darle cabida con los avispones de Charlotte, pero no pudo ser y entonces fue enviado al poblado de Wytheville.

Con 23 años, en 1961, jugó para los Mellizos de Wytheville de la Liga Appalachian, clase D. Allí confrontó un problema serio y era el idioma, y mirando la nómina de este equipo, solo veo el nombre del lanzador Raúl Oro Pérez, el resto era todo anglohablante. No había otro remedio que jugar pelota para ir poco a poco venciendo las dificultades. Al inicio le costó trabajo adaptarse al juego en el jardín derecho, pero al bate demostró sus condiciones, promedio de .410 en 64 juegos disparando 31 extrabases. Al final de la temporada los Mellizos le dieron una atención especial al cubano, entendiendo que era un diamante en bruto, que en su liga de instrucciones en St Peterburg, Florida, podría irse afilando en todos los aspectos de juegos.

En 1962 jugó con los Avispones de Charlotte de la Liga Sud-Atlántica (clase A), fueron 127 desafíos y bateó para .350 con 58 extrabases, al final de esa temporada jugó en nueve partidos de los Mellizos, donde bateó 4 hits incluido un doble en 9 veces al bate. En 1963 jugó en AAA, en este caso con los Vigilantes de Dallas-Fort Worth, en 146 juegos, bateó para .304 y disparó 61 extrabases. Nuevamente llevado al final de la temporada al equipo grande, donde bateó 3 hits en 7 veces al bate. Ya era hora de subirlo, Pedro “Tony” tenía entonces 25 años, así fue, llegó a las Mayores en 1964 para batear y seguir bateando.

Tremendo debut, a la grande, su ofensiva fue de 217 hits en 672 veces al bate, incluido 43 dobles, 9 triples y 32 jonrones, 94 impulsadas, promedio de .323. De esta manera, Tony o Pedro resultó líder de los bateadores, líder en dobles, líder en carreras anotadas (109) y líder en hits en la Liga Americana. Resultó ser novato del año indiscutiblemente, primer pelotero cubano que alcanzaba este galardón y primer novato que lograba el campeonato de bateo en las Grandes Ligas en el siglo XX, y pudo haber sido el MVP de su liga, pero quedó cuarto en esta elección.

La siguiente temporada, la de 1965, no bajó su ofensiva, nuevamente puso números grandes, conectó 185 hits, aunque bajó algo su producción de extrabases, la que no fue muy reducida, 40 dobles, 5 triples y 16 jonrones, con 98 impulsadas y promedio ofensivo de .321. Por segundo año consecutivo, Tony fue líder de los bateadores, líder en hits conectados y quedó segundo en la elección del MVP de la Liga Americana. En esa temporada de 1965 los Mellizos lograron el título de la Americana y se enfrentaron a los Dodgers en la Serie Mundial, la que perdieron en siete juegos. Lamentablemente su ofensiva en este último evento fue moderada, conectó 5 hits, incluido doble y jonrón, con sólo dos impulsadas.

Algunos coaches de bateo tenían dudas respecto a la posición que Tony adoptaba a la hora de batear, a su entender, una pose débil y un swing golfeante. Parecía como si estuviéramos viendo la película de Omar Linares con antelación. Recordemos que al gran bateador pinareño, me refiero a Omar o al Niño, quisieron corregirle la forma en que se paraba en el home. Para suerte de Tony Oliva, el dueño de los Mellizos, el Sr. Calvin Griffith, prohibió terminantemente que se le acercaran a Oliva para corregir su forma de pararse en home y de batear. Con los resultados que estaba obteniendo, no había nada que modificar. Griffith dijo con claridad: “No quiero a nadie auxiliar a Oliva en su bateo”, y añadió: “Quiero que lo dejen sólo”. Personalmente vi el video de Oliva conectándole jonrón al lanzador Don Drysdale de los Dodgers en la serie mundial de 1965, su forma de pararse y swing eran normales, pero lo que si está claro que el pinareño chocaba la bola, sacaba el bate rápido y tenía buen poder.
Tony Oliva al bate
Tony Oliva al bate
En 1966 Tony quedó nuevamente de líder en hits conectados con 191, incluido 32 dobles, 7 triples y 25 jonrones, con 87 impulsadas, y alcanzó su primer y único Guante de Oro como jardinero. Su equipo esta vez quedó segundo superado por los Orioles de Baltimore. En lo sucesivo, Tony descendió en su bateo en las temporadas de 1967 y 1968 cuando bateó por debajo de los .300, no obstante nuevamente en 1969 volvió a ser el bateador acostumbrado de .300 o más. En 15 temporadas en las Mayores, Tony bateó en nueve sobre los .300 para retirarse con un excelente .304 de por vida. En las temporadas de 1969 y 1970 fue líder en hits conectados, con 197 y 204, respectivamente. En 1971 logró su tercera corona de bateo, al promediar .337, y liderar slugging con .546 al disparar 30 dobles, 3 triples y 22 cuadrangulares. En las temporadas de 1967 (34), 1969 (40) y 1970 (36) fue líder en dobles conectados en la Liga Americana.

Los Mellizos discutieron el título de la Liga Americana en 1969 y 1970 enfrentándose a los Orioles de Baltimore, en ambas series los Mellizos fueron derrotados, pero Tony Oliva bateó para .385 y .500, respectivamente. Así que su ofensiva se hizo presente, en cada una disparó 2 dobles y un jonrón.

En la temporada de 1971, cuando por última vez se coronó campeón de bateo, Oliva se lanzó en diving a capturar un batazo en juego que se efectuaba en Oakland y que la hierba estaba húmeda. El pinareño se lesionó la rodilla derecha, lo cual le llevó largo tiempo para poderse recuperar, incluso sólo pudo jugar 10 juegos de la siguiente temporada en esa recuperación. Durante sus últimas cinco temporadas, Tony Oliva se sometió a ocho operaciones de rodilla, que naturalmente fueron restando fuerza a este gran pelotero. Aún así su bateo, aunque disminuyó, nunca estuvo por debajo de los .270. De 1973 a 1975 disparó 49 jonrones, y como él dijo: “No sé si podría haberle quitado a Rod Carew algunos títulos de bateo en mis últimos cuatro años, pero lo que si estoy seguro es que habría bateado 50 o más jonrones y cerca de 150 empujadas”.

En 1976 sólo pudo jugar en 67 desafíos, siempre como designado, función que adoptó desde su primera lesión, y fue entonces que le dio el adiós al terreno de juego. Al final de sus quince temporadas, Tony Oliva bateó 1917 hits en 6301 veces al bate incluido 329 dobles, 48 triples y 220 jonrones, con 947 empujadas, 870 anotadas, 448 bases por bolas y 645 ponches (1 ponche cada 9.77 veces al bate). Su promedio ofensivo fue de .304, con OBP de .353 y Slugging de .476.

Tony Oliva fue escogido de 1964 a 1971 para jugar en el partido de las Estrellas, en tres ocasiones, 1964, 1966 y 1967 como abridor en su equipo. En igual período siempre estuvo entre los escogidos para titularse MVP de su liga.

Varios voces autorizadas han hablado siempre elogiosamente del bateo de Tony Oliva. El gran Lou Piniella opinó: “Él fue tan buen bateador como el mejor de su tiempo”. Camilo Pascual, lanzador que pudo jugar con muchos peloteros cubanos de su época, considera que Tony Oliva es el mejor bateador cubano que haya pasado por las Grandes Ligas. El ex-big leaguer y cronista de los Medias Blancas, Ken Harrelson, dijo: “Él fue uno de los mejores bateadores que haya visto, y no era que bateara sino cuando lo hacía, él siempre era capaz de conectar grandes hits”.

Tony Oliva también jugó algunas temporadas en las invernales latinoamericanas a finales de la década de los 60. Primero lo hizo en República Dominicana, con las Águilas Cibaeñas en 1968-69 y después en la liga mexicana del Pacífico en 1969-71. Su interés de jugar en México era la de tener la posibilidad de obtener visa para su familia de manera de poderlos ver mientras estuviera en México. Tony jugaba con los Mochis y en el invierno de 1970-71 pudo encontrarse con su madre y su hermana Felicia. Este encuentro permitió también que su abuela pudiera conocer a sus nietos, Anita y Pedro, hijos de Tony.

Tengo entendido que cuando el equipo Cuba se preparaba para su torneo con los profesionales de Venezuela en 1977, Tony Oliva pudo visitar Cuba y traer algunos equipos, los que entregó gratuitamente, e incluso participó un poco del entrenamiento. Una persona que los vio en acción en los terrenos de la Ciudad Deportiva, me dijo que Oliva entonces se enfrentó al gran Vinent, lanzador que estaba en pleno apogeo entonces y que Oliva le conectó algunos fuertes batazos.

Lo que queda claro que Oliva siguió siendo cubano y sintiendo por su patria, todo eso a pesar de los años alejados de su tierra y sus familiares.

La franquicia de los Mellizos de Minnesota desvelaron una estatua en honor a Tony Oliva en el estadio Target Field el 8 de abril de 2011, lo cual coincidió con el juego inaugural del equipo en esa temporada.
Estatua a Tony Oliva y el mismo
Tony Oliva imitando a su estatua que está en el Target Field

Tony Oliva, al igual que Orestes Miñoso y Luis Tiant Jr., espera que un buen día los electores del Salón de la Fama de Cooperstown le elijan al pedestal de la mejor pelota de todo el mundo.

Bibliografía consultada

Anon. Tony Oliva. Baseball-reference.com http://www.baseball-reference.com/players/o/olivato01.shtml

Bjarkman Peter C. Tony Oliva. Society for American Baseball Research.http://sabr.org/bioproj/person/244de7d2

Muder Craig, Tony Oliva dominated American League pitchers for almost a decade. National Baseball Hall of Fame. http://baseballhall.org/hall-offame/golden-era/oliva-tony.

Síguenos en Facebook