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| Yusniel Díaz Foto: Reynier Batista |
Por Francys Romero.
Cuando Yusniel Díaz comenzó en el béisbol profesional de clase-A, a principios de abril, tuvo una funesta racha de 17-1. Pero donde se duele el alma se levanta el espíritu y, de repente, un día cualquiera, sientes el sonido del béisbol.
La enorme sacudida de cambiar de cultura, dejar la familia miles de millas atrás y entrar en una zona desconocida traen algún retroceso que tarde o temprano se convierte en proceso.
"De que me pesa y me afecta es verdad, un poco, porque es la familia de uno", dice a DIARIO DE CUBA el prospecto número 10 de los Dodgers. "Tengo 19 años y sé bastante, pero me faltan cosas por saber y hacen mucha falta tus padres. Los extraño demasiado".
En noviembre de 2015, Yusniel Díaz firmó con la franquicia de Chávez Ravine por 15,5 millones. A finales de marzo se vistió de Dodger al jugar con el equipo grande en dos partidos del entrenamiento primaveral, donde bateó dos hits en cuatro turnos.
"Me impresionó estar delante de esos grandes peloteros", afirma.
El 7 de abril, el Yupi debutó como profesional con la sucursal de clase-A avanzada Rancho Cucamonga Quakes. "Pienso que se puso mucha presión a sí mismo, tratando de golpear la pelota a 1.000 pies", expresó a la página de las Ligas Menores (Milb.com) el manager Drew Saylor.
Entonces, en medio de su mala racha, ligó tres jonrones en noches consecutivas (del 15 al 17 de abril) por primera vez en su carrera. En Cuba no había conectado jonrones durante su temporada de novato.
Interrogado sobre dónde está el secreto de su poder actual, Yusniel Díaz responde que en múltiples sesiones de trabajo y el modo de entrenamiento nuevo.
"En Dominicana y aquí en Estados Unidos no se trabaja como en Cuba. En la Isla lo que más se hace es jugar pelota; por esa parte sabemos mucho, pero en lo que es trabajo no. Cuando estuve en Dominicana adquirí mucha fuerza, mucha masa muscular y eso me dio todos estos resultados que estoy teniendo ahora. Tengo mucha más velocidad de swing", explica.
Dentro del equipo Rancho Cucamonga Quakes todos los jugadores, excepto Yusniel Díaz, pasan los 20 años. El habanero los cumplirá en octubre, cuando probablemente pueda dar el salto hacia el nivel de Doble-A, a finales de 2016 o principios de la próxima campaña.
Por ahora acumula tres triples (líder), 13 impulsadas (cuarto) y 600 de slugging (cuarto) en la liga de Carolina (A avanzada), ofensiva basada en una permanente agresividad ante los envíos rápidos. En los últimos siete juegos, Yusniel atesora 393 de average (11 en 28) con seis extrabases.
Incluso en los momentos más frustrantes el novato no siente la presión. Entiende que las cosas llegan por naturaleza y trabajo, sin apresurarse en las metas. Se mantiene enfocado en el trabajo diario. "Esto se coge poco a poco. Uno va aprendiendo cada día", dice.
En alguna instancia de su slump se le vio bailando en los jardines. Yusniel aprovechaba para ensayar algún paso. "Hay que disfrutar, men, pasarla bien", dice.
"Lo cierto es que nos ha sorprendido su energía y positividad", dijo el manager Drew Saylor. "Él ama estar riendo y hacer algún tipo de broma con los chicos. Cuando se escuchan las canciones en el estadio, tú lo puedes ver bailando en los jardines".
El entendimiento entre el jugador y el manager es aceptable, aunque Yusniel no ha tenido tiempo de estudiar el idioma. "Pero yo grabo las cosas y se me pegan", asegura.
Aún es fan de su equipo Industriales y sufre cuando ellos pierden. "Al principio empecé a seguirlos y estaban perdiendo casi todos los juegos y eso era de madre. Pero no pude seguirlos más por los entrenamientos, terminaba muy cansado y lo que hacía era descansar".
Actualmente Yusniel Díaz batea para línea ofensiva de 267/314/600, tres triples, tres jonrones y 13 empujadas. Ha salido a robar cuatro veces y ha sido cazado en dos, obteniendo cuatro boletos y 12 ponches. Siete veces ha iniciado como jardinero central y cuatro en el derecho.
Cuando el talento se encuentra con la zona de confianza aparecen los efectos. Una etapa de aprendizaje nueva ha llegado a la carrera de Yusniel Díaz. Él ya no piensa en el pasado, si fue Novato del Año de la Serie 54, o si le vedaron el premio al saberse la noticia de su salida del país. Solo existe el presente.
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