Aroldis Chapman: ¿se va o se queda con los Yankees?

Chapman pudiera ser la pieza de cambio que garantizaría prospectos para el futuro de los Yankees
Chapman pudiera ser la pieza de cambio que garantizaría prospectos para el futuro de los Yankees
Por Luis Álvaro Fernández

Los rumores de un posible canje del cerrador de los Yankees, el cubano Aroldis Chapman, corren por estos días por el Bronx y el béisbol de Grandes Ligas.

Mientras tanto, los Mulos de Manhattan intentan expandir su cadena exitosa de victorias para, al menos, jugar encima de .500 y conseguir una buena inversión antes de la fecha límite de cambios, el 31 de julio.

Precisamente en la actual racha positiva (13-11 en sus más recientes decisiones), donde los Yankees derrotaron en tres de cuatro compromisos a los líderes de la División Este del joven circuito, los Orioles de Baltimore, alguien ha sido muy consistente…


Lanza rectas de humo que casi paralizan el velocímetro cuenta millas… Es intimidante y, para suerte de sus rivales, solo aparece en la novena entrada… Es el lanzallamas cubano Aroldis Chapman.

El temerario taponero zurdo, natural de Holguín, desde el inicio de la temporada 2016 ha sido el responsable de cerrar los duelos de los Yankees de New York, quienes se desbordaron a ofrecerle un contrato con tantos ceros como los últimos seis relevos que ha hilvanado el "misil" cubano sin que le anoten carrera.

Negocio, dinero y béisbol, son parte del juego

Así es el negocio en MLB, no siempre se queda en una fábula apasionada como la que vivió en 2015 el torpedero de los Mets de New York, Wilmer Flores, quien derramó lágrimas cuando se enteró de que sería centro de un cambio.

Con los Yankees es muy distinto. Ellos ya tienen un plan en la mesa valorando la posibilidad de buscar provecho al ofertar los servicios del relevista más ponchador (15.2 de K/9) que hay en la Gran Carpa desde 2010.


Así es el juego, así que nadie se asombre si antes del 31 de julio el apagafuegos cubano cierra una de esas noches espectaculares soplando disparos de 105 millas —como el que lanzó el lunes para ponchar al torpedero de los Orioles J. J. Hardy— en la Gran Manzana, y a la siguiente está vistiendo la camisa de otra novena.

No obstante, Chapman no es el único con el que los Yankees intentan ahorrar ceros a sus cuentas. Se ha conocido que los Bombarderos del Bronx están buscando una venta masiva de jugadores veteranos como el jardinero Carlos Beltrán (.304/.343/.555), y el relevista Andrew Miller (1-0, 1.31/PCL y 16/Hold), quien podría perfilarse perfectamente como cerrador de cualquier otro equipo.

Los Indios de Cleveland, los Nacionales de Washington y los Rangers de Texas están entre los posibles aspirantes a pagar por Chapman, según fuentes de ESPN a través de Twitter.

Con 28 años de edad, Chapman (3-0), acumula en esta campaña una efectividad de 2.22, con 19 rescates en 29 apariciones de relevo —solo dos en el octavo episodio—, y aunque ha estado lejos de sus estupendos registros en ponches (con su K9/17.7 más alto en 2014) ha recetado 40 chocolates en 28.1 inning.

Si los Yankees echan el ancla a tierra, canjeando su corazón ofensivo y par de relevistas de alto calibre, podríamos interpretar que estarían dejando de verse como contendientes al banderín por la División Este de la Liga Americana, donde los Orioles de Baltimore no ceden terreno (54-40).

Aunque aún no hay nada oficial, para equipos como los Indios de Cleveland, Nacionales de Washington y Gigantes de San Francisco, la compra del misil cubano constituye una pretenciosa adquisición, que vendría como anillo al dedo… Sí, en busca de un anillo de Serie Mundial.


Aquí están los Higthligths de los numeritos más espectaculares de Aroldis Chapman, con los Yankees de New York:

—Desde el 5 de julio (en su relevo #13) no bloquea una posibilidad de salvar un juego. Esa fue la única ocasión en que le empataron un partido, enfrentando a los Orioles de Baltimore.

—Ha tejido 12 relevos en los que ha cerrado el inning de uno, dos y tres.

—En el 82.75% ha conseguido ponchar al menos a un rival (24 juegos de 29 con al menos un ponche propinado).

—¡Es mejor estar lejos! Los zurdos le promedian un pálido .154 y los derechos para .182. Y en 18 de sus primeros 29 relevos los contrarios se han ido en blanco, sin hit.

—Sus adversarios tiemblan en el cajón de bateo: a la recta —que ha subido hasta las 105 millas— le batean solo .159, al cambio .167 y .214 cuando viene un el slider.

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