Fernández y Kershaw arremeten contra marcas míticas en las Grandes Ligas.

Incluso para Clayton Kershaw hay marcas que parecen imposibles.
Web ScreenShot.

Por Marino Martínez.

El deporte moderno ha tenido grandes cambios con relación a etapas pasadas de su historia. Y el béisbol no es la excepción.

Las variaciones ocurridas en el deporte de las bolas y los strikes para proteger a los jugadores, y en especial a los lanzadores, han llevado a que algunas marcas vigentes se conviertan en imposibles de romper en la pelota actual.




Grandes serpentineros jóvenes del momento como el zurdo de los Dodgers de Los Ángeles Clayton Kershaw y el derecho de los Miami Marlins el cubano José Fernández, acostumbrados ambos a realizar actuaciones magistrales en cada una de sus aperturas, no podrán romper muchas de las marcas de pitcheo vigentes en Grandes Ligas, no por ser inferiores a los lanzadores estrellas del pasado, sino por el estilo en que se juega la pelota moderna.

Los serpentineros del momento tienen sus trabajos restringidos en cuanto a números de envíos realizados y al tiempo de descanso entre una y otra salida, lo que lleva a que los mismos no puedan completar la mayoría de sus aperturas sin importar que sus actuaciones sean magistrales.

Cuando llega el séptimo episodio de cualquier partido y el lanzador supera los 95 envíos, los managers llaman a los especialistas del relevo y luego al cerrador que viene en busca del salvamento en el noveno inning.

Por otro lado, el deporte ha mejorado en ciencia y técnica. Los estadios modernos son diferentes a los de otras etapas de la historia, los implementos que utilizan los jugadores son superiores, y en especial los guantes grandes de hoy en comparación con los pequeños del pasado. Así como algunos otros factores que contribuyen a que muchas marcas del ayer sean casi imposibles de alcanzar en la pelota actual.

Existe un viejo refrán deportivo que dice que “los récords se hicieron para romperse’’. Es cierto, pero existen algunos en el béisbol que con el nuevo estilo de juego se han convertido en intocables.





Mencionemos hoy, 10 de esas marcas vigentes que aparecen en los libros de Grandes Ligas.

1- Charles Radbourn. 59 victorias en una temporada: Ningún lanzador del momento llegará a esos triunfos en una misma temporada. ¿Por qué? Radbourn lo logró lanzando 75 juegos con 73 como abridor y completándolos todos. A ningún lanzador de la pelota actual se le permite tirar esa cantidad de partidos. ¡Marca imbatible!

2- Ed Reulbach. Dos blanqueadas en un doble juego de una misma jornada: Ocurrió el 26 de septiembre de 1908, siendo Reulbach el abridor del doble partido para los Cachorros de Chicago ante los Dodgers de Brooklyn. En ambos desafíos ganó por nueve ceros. ¡Imposible hacerlo en la actualidad!

3- Walter Johnson. 110 blanqueadas: Johnson sumó 110 juegos de nueve ceros en una carrera de 21 años en Grandes Ligas. Con el nuevo estilo de especialistas en relevo largo, corto y cerrador, no se puede lograr. ¡Marca intocable!.

4- Cy Young. 511 triunfos en Grandes Ligas: Lo hizo en 22 temporadas en un etapa donde los lanzadores estrellas abrían y terminaban sus partidos. Según las estadísticas de Grandes Ligas, Young tiró 815 juegos como abridor y completó 749. ¡Otro récord inalcanzable!





5- Ty Cobb. Promedio de bateo de por vida .366: Conocido como “El Melocotón de Georgia’’, Cobb fue en su época la superestrella de los Tigres de Detroit. Sumó 4,189 imparables en 13,068 turnos al bate. Le siguen en promedio Rogers Hornsby (.358) y Joe Jackson (.355). Tanto Cobb como Hornsby y Jackson actuaron en etapas similares. Estos tres promedios de por vida además de lograrse por la calidad de dichos peloteros, hay que decir que lo hicieron frente a un pitcheo diferente al actual donde cualquier lanzador tira por encima de las 95 millas por hora con un repertorio de cinco envíos diferentes hacia el plato.

6- Pete Rose. 4,256 imparables: Dos bateadores en Grandes Ligas han superado los 4,000 imparables: Pete Rose (4,256) y Ty Cobb (4,189). Y sólo 30 han superado los 3,000, incluyendo en esta lista a Ichiro Suzuki que está a nueve de llegar a dicha cifra. Para alcanzar esta marca se necesita una combinación de bateador impecable y la misma durabilidad que tuvo Rose. Por el momento, su récord no será alcanzado.

7- Sam Crawford. 309 triples de por vida: Pegar un triple es muy difícil debido a que para se necesita combinar elementos como buen bateo, fuerza, velocidad de piernas y saber correr bien las bases. Crawford reunía dichos atributos, pero además de ello jugó en una etapa donde los estadios le favorecía, algunos de ellos por su extensión. De igual forma, los guantes que se usaban eran muy pequeños y muchas conexiones rumbo a los jardines no se podían capturar con la misma facilidad que en la etapa actual donde los fildeadores utilizan guantes grandes.

8- Johnny Vander Meer. Dos juegos consecutivos de cero hit cero carrera: La hazaña la protagonizó el serpentinero zurdo de los Rojos de Cincinnati, Johnny Vander Meer. Sucedió el 11 de junio de 1938, en el Crosley Field, ante Boston. Cuatro días después (15 de junio), repitió el trabajo frente a los Dodgers de Brooklyn en el Ebbets Field. Luego de 78 años, ningún otro lanzador lo ha logrado. Sólo se hizo en Cuba en la Serie Nacional de ese país y el protagonista fue el derecho Aquino Abreu.





9- Rube Marquard. 19 victorias consecutivas en una temporada: Fue un lanzador zurdo que en 1912 con los Gigantes de Nueva York terminó con marca de 26 victorias y 12 reveses en 38 salidas como abridor. Marquard sumó 19 triunfos seguidos. No es imposible superar esta marca, pero sí es muy difícil.

10- Joe DiMaggio. 56 juegos seguidos con imparable: DiMaggio mantiene la marca de 56 juegos consecutivos pegando al menos un imparable. La seguidilla la inició el 15 de mayo de 1941 ante el lanzador de los Medias Blancas de Chicago, Eddie Smith, y “El Yankee Clipper’’ detuvo sus imparables el 17 de julio ante los Indios de Cleveland. Pete Rose ha sido el que más cerca ha estado al sumar 44 juegos en 1978. Tampoco es imposible de superar, pero muy difícil. Se requiere además de excelencia ofensiva, mucha suerte.

Existen otras marcas vigentes muy difíciles de alcanzar, pero dejaremos las mismas para próximas ediciones.

Comentarios

  1. Si Ichiro no hubiera tenido que jugar las 8 temporadas obligatorias en la liga japonesa, hoy seria el rey del hit en MLB

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  2. Si Amado zamora o Wilfredo Sánchez hubiesen jugado 20 años en mlb también,pero no jugaron.Asi es la vida ,hay q darle el mérito a aquellos q decidieron apostar por la mlb desde el principio

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  3. Y por otra parte Rose tiene razón con quejarse e le sumen los hits de la liga japonesa y no sumen los hits de las menores

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