Ganadores a corto y largo plazo en jornada frenética (Mercado MLB)

Varios cubanos cambiaron de equipo en el Mercado MLB de 2016.
Web ScreenShot.

Por Jorge Morejón.

A las cuatro de la tarde terminó una jornada frenética, en la que no dejaron de sonar los teléfonos de gerentes generales de los 30 equipos.

Hubo ganadores a corto y largo plazo al terminar el período de canjes, en tanto se arreglaron potenciales acuerdos a futuro que podrían cambiarle la faz a franquicias que hoy son perdedoras.




Los Cachorros de Chicago, los Indios de Cleveland y los Nacionales de Washington se llevaron a los tres mejores relevistas disponibles en el mercado.

Los Cachorros y los Indios cedieron varios de sus más talentosos prospectos a los Yankees de Nueva York para adquirir al cubano Aroldis Chapman y a Andrew Miller, respectivamente, mientras que el equipo de la capital obtuvo al derecho Mark Melancon de los Piratas de Pittsburgh.

Los Yankees también se deshicieron del puertorriqueño Carlos Beltrán, quien se va a reforzar a los Rangers de Texas, ya como jardinero, ya como bateador designado, para cubrir la vacante dejada en la alineación por el lesionado Prince Fielder.

Texas además añadió al receptor Todos Estrellas Jonathan Lucroy de los Cerveceros de Milwaukee, con lo que quedan en posición envidiable para dar el último impulso hacia la postemporada.

Chapman's grand first Cubs save

Los Mets de Nueva York se hicieron del poderoso bateador zurdo Jay Bruce, de los Rojos de Cincinnati, con la esperanza de que se convierta en el Yoenis Céspedes del 2016, que los rescate como hizo el cubano el año pasado.

Bruce es el primer líder en carreras impulsadas en ser canjeado en medio de la temporada desde que comenzó a llevarse la estadística en 1920.

Los Dodgers de Los Ángeles también pescaron bueno el último día, al traer deAtléticos de Oakland al jardinero Josh Reddick y al lanzador Rich Hill.

La llegada de Reddick confirma que los días del cubano Yasiel Puig en Los Ángeles parecen estar contados y ahora podría ser colocado en la lista de waivers, de donde quizás sea reclamado por los Medias Blancas de Chicago, interesados en sus servicios.




Los Marlins de Miami le devolvieron a los Padres de San Diego al derecho Colin Rea, lesionado tras lanzar cuatro innings con su nuevo equipo y recibieron de vuelta al dominicano Luis Castillo, a quien intentaron canjear a los Yankees por su compatriota Iván Nova, a la larga enviado a los Piratas.

Por cierto, Pittsburgh soltó, además de a Melancon, al zurdo quisqueyano Francisco Liriano hacia Azulejos de Toronto, librándose de más de 15 millones de dólares de salario pendiente.

Con vistas a un futuro inmediato, entiéndase el 2017, los Bravos de Atlanta adquirieron de los Padres al jardinero Matt Kemp y se deshicieron del problemático cubano Héctor Olivera.

Además, parece que dejaron ''palabreado'' un intercambio del cátcher Brian McCann con los Yankees durante la temporada muerta.

Los Bravos estarán estrenando estadio en la próxima campaña y quieren poner un equipo competitivo sobre el terreno, bien diferente al que este año le apunta a las 100 derrotas.

McCann es a fin de cuentas un jugador querido en Atlanta, donde jugó sus primeras nueve campañas antes de irse a Nueva York como agente libre en el 2014, que puede ayudar a atraer público al nuevo parque.




Y ganadores a largo plazo fueron los Yankees, aunque sus más fervientes seguidores no lo vean así.

De la noche a la mañana, Nueva York posee, gracias al talento adquirido por los traspasos de Chapman, Miller, Beltrán y Nova, uno de los sistemas de fincas más sólidos y abundantes de todo el béisbol.

La última vez que los Yankees se vieron en esta situación de vendedores al por mayor fue en 1992, lo que les permitió crear un núcleo de jóvenes en las Menores que con el tiempo se tradujo en la famosa dinastía de Derek JeterBernie Williams, Jorge Posada, Andy Pettitte y Mariano Rivera.

La paciencia es una virtud y Nueva York aprendió que los trofeos no se compran a golpe de billete, sino con trabajo.

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