La muerte del cubano José Fernández representa el nacimiento de su inmortalidad. (Videos)

Adeiny Hechavarría se despide de su amigo en el box del estadio de los Marlins.
Web ScreenShot.

Por Marino Martínez.

Por el mar alcanzó la libertad. Por el mar le dijo adiós a la vida.

Como miles de personas que han llorado la muerte de José Fernández y sus dos amigos, Emilio Jesús Macías de 27 años; y Eduardo Rivero, de 25, yo también he llorado a estos tres jóvenes. Yo también estoy de luto.




Sí, se apagó una estrella, pero nació una leyenda. Su muerte representa el nacimiento de su inmortalidad en el deporte de las bolas y los strikes. Su legado será permanente en esta ciudad de Miami.

Joseíto fue y será un orgullo para todos los cubanos. Lo conocí un domingo en el camerino de los Marlins haciendo bromas con algunos de sus compañeros de equipo. Y desde entonces, cada vez que lo veía en el mismo sitio, me llamaba la atención como lograba contagiar de optimismo a todos los que estaban a su alrededor con su sonrisa y su entusiasmo.

Ozuna, Prado dan el ultimo adios
Ozuna y Prado hablan en el velorio de José Fernandez.

Ante esta tragedia surge en mi persona una interrogación. ¿Por qué perdieron la vida tres jóvenes nobles y talentosos, cuando existen tantos pecadores en el mundo que ya han cumplido sus misiones satánicas?

Sí, en estos momentos me invaden grandes dudas y mucha incredulidad. Lo debo confesar. No puedo mentir.




¿Cómo no dudar al ver que un muchacho que cuando tenía 15 años se convirtió en héroe tirándose al agua para nadar y salvar a su madre que había caído en medio del mar cuando salieron desde Cuba en una embarcación, ahora pierda su existencia a los 24 en una actividad marítima?

Hasta la numerología enseñó sus misterios en esta tragedia. El cubano usaba el número 16 en su uniforme, terminó la temporada con 16 victorias y murió en el 2016. Y para acrecentar el misterio debemos recordar lo que sucedió 24 horas antes de ocurrir la tragedia. 

A Fernández le tocaba lanzar el domingo frente a los Bravos, pero con el regreso del zurdo Adam Conley el mánager Don Mattlingly dejó al cubano para que actuara el lunes en el primer juego de la serie frente a los Mets de Nueva York en el estadio de la Pequeña Habana.

El sábado, horas antes del accidente animaba en el banco a sus compañeros y un rato después perdía la vida en una lancha para llenar de luto a los Marlins, al béisbol y a los fanáticos de este deporte.

José deja una profunda huella de dolor en sus amistades y en todos los cubanos sin mirar el lugar donde residan ni las ideas que profesen, pues su nombre pasa a ser una gloria del deporte antillano.




En lo familiar, el oriundo de Villa Clara deja luto eterno en su madre Maritza Fernández, en su abuela Olga Fernández, en su padrastro Ramón Jiménez, en su novia María Arias que tiene una hija de José que no ha comenzado a llorar en su vientre y no podrá conocer a su padre.

¿Cuál será la vida a partir de estos momentos para esa abuela y esa madre que existían para disfrutar de los éxitos y la felicidad de su nieto e hijo? 

Fernández también deja luto en miles de niños que lo veían lanzar a través de la televisión y en el propio estadio, que lo tenían como un ídolo y un héroe deportivo.

Fernandez honored in Miami

Sus frases “yo amo la victoria’’ y “yo creo que puedo’’, deben servir de inspiración para todos los jóvenes que sueñan con triunfar en los deportes y en cualquier carrera que eligan.

En lo deportivo, el béisbol de Grandes Ligas pierde a uno de sus mejores lanzadores. Con su slider mortífero, su recta a una velocidad superior a las 95 millas, su curva endemoniada y su excelente control, Fernández transitaba por el camino de convertirse en uno de los grandes serpentineros latinos de la historia.




Registrando las estadísticas de las más grandes leyendas de la lomita en Grandes Ligas, observamos que la actuación del cubano ha sido una de las mejores de cualquier época entre los lanzadores de su edad.

Cuando tenían la misma edad de Fernández, figuras inmortales como Bob Gibson, Sandy Koufax, Nolan Ryan y Warren Spahn, no acumulaban mejores números que el serpentinero antillano.

Joseíto seguía la ruta de los cubanos Luis Tiant, Camilo Pascual y Miguel Cuéllar. ¿Y por qué no decirlo? También de los dominicanos Pedro Martínez y Juan Marichal. Del venezolano Félix Hernández. 

Ningún experto podía asegurar que su carrera hubiera llegado al nivel de estos astros de la lomita, pues para lograrlo se requiere además de calidad, salud y consistencia. Pero una cosa sí es cierta, talento le sobraba.

El cubano fue seleccionado por los Marlins en la primera ronda del draft de MLB en el 2011 y debutó el 7 de abril del 2013. En su primera temporada fue elegido al Juego de Estrellas y ganó el premio de Novato del Año de la Liga Nacional, repitiendo su participación en el Clásico de Estrellas en el 2016.




Al momento de su muerte, Fernández acumulaba 16 victorias con ocho derrotas, efectividad de 2.86, con 253 ponches propinados en 182 entradas y un tercio. Su average de ponches por cada nueve entradas de labor fue de 12.4. El derecho clasificaba en el grupo de los 10 mejores lanzadores en ambos circuitos.

A lo largo de su corta carrera de cuatro temporadas con dos de ellas interrumpidas por una operación Tommy John en su brazo de lanzar, sumaba 38 triunfos con sólo 17 reveses, efectividad de 2.58, con 589 ponches en 471 entradas y un tercio, promediando 9.8 ponches por cada nueve episodios.

En el parque de Miami, Fernández fue casi invencible con marca de 29 triunfos y dos derrotas. En su última actuación frente a los Nacionales de Washington el pasado 20 de marzo colgó ocho escones, retiró a 21 bateadores consecutivos y ponchó a 12 para imponer una marca para la franquicia (253).




Joseíto, a pesar de su juventud, vivió una vida digna de ser recordada. En lo que se refiere al béisbol, sabemos que por su corta carrera no podrá ser elegido como lanzador a Cooperstown, pero su número 16 será retirado del equipo de Miami, una calle aledaña al parque llevará su nombre, una estatua con su figura podríamos verla en el Marlins Park y no dudamos que el galardón que se le otorga al mejor novato en cada liga pudiera ser llamado como “El Premio José Fernández. ¡Méritos le sobran!

En estos momentos difíciles nuestros pensamientos están con los familiares de José Fernández, Emilio Macías y Eduardo Rivero.

Comentarios

  1. El homenaje mas emotivo que se le puede rendir a Jose Fernandez es organizar el torneo "Jose Fernandez in Memoriam" con sede en el estadio de Los Marlins de Miami. Reunir el equipo cubano de las Grandes Ligas, el prohibido por el gobierno cubano y del que Jose soño ser participante. La ocasion previa al comienzo del Clasico Mundial de Beisbol en Marzo 2017 que cuenta con el Marlin Stadium como una de sus sedes se pinta para la sede de 3 juegos contra los equipos de EEUU, Dominicana y Canada, los Cespedes, Puig, Abreu, Chapman, etc, todos con el numero 16 en la espalda y la cara de Jose Fernandez en la gorra.

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  2. José Fernández se merece todo el honor.
    Al igual que en Miami todos soñaban con verlo ganar algún día el 7mo juego de una serie mundial con los Marlins, todos los cubanos soñamos que alguna vez abriría una final del clásico mundial para coronar el dream team Cuba campeón.

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  3. jose fernandez era un excelente jugador, se va tambien una excelente persona, se merece todo el honor y ceremonias que en su nombre quieran hacerce. saludos

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  4. es una lastima que se vaya tan buen jugador, tengo excelentes recuerdos de su recorrido en el baseball. buen aporte

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