Lourdes Gurriel fue visto por 60 scouts en Panamá y lució como un grande.
Foto: @JessSanchezMLB
Por Jorge Ebro.
Si de casta le viene al galgo, a Lourdes Gurriel Jr. el talento le corre en las sangre, como bien pudieron comprobar cerca de 70 scouts de varias franquicias de Grandes Ligas que asistieron a su showcase en Panamá.
De acuerdo con fuentes que presenciaron la demostración, el menor de los Gurriel impresionó este miércoles en la puesta en escena de sus habilidades deportivas y el enorme potencial, especialmente en relación con su edad.
“Esto es un sueño hecho realidad, el primer paso para llegar a las Grandes Ligas’’, expresó Lourdes Jr. a periodistas en Panamá, tras su faena. “Quiero agradecer a Dios que hizo todo esto posible, a mi familia que me ha apoyado siempre y mi entrenador. Gracias a ellos está pasando esto hoy’’.
Los enviados de los clubes pudieron constatar la madurez y la velocidad del swing de Lourdes Jr., así como su versatilidad para defender varias posiciones, sobre todo el campocorto y los jardines, lo cual acentúa su valor rumbo a una futura negociación.
Una persona cercana a los Marlins confirmó que el club estuvo presente con dos representantes afincados en Panamá, a pesar de que el equipo no es de los que se lanza a fondo en el mercado cubano.
Bajo la guía de la empresa Wasserman, el más chico de los tres hermanos se estuvo preparando para este momento que ha sido un éxito.
“Siempre que salgo, salgo a darlo todo y lo que pasó fue producto del trabajo hecho primero en Miami y luego aquí’’, agregó Lourdes Jr. delante de los reporteros“. En Cuba y en eventos internacionales ya superé lo que era sentir esa sensación de que me estaban mirando, así que salí sin presión’’.
No cabe duda que la actuación de Yulieski Gurriel en Houston, quien conecta hasta el momento para .328 con un OPS de .860 y tres cuadrangulares en apenas 20 encuentros, deberá proyectar una luz benévola sobre Lourdes Jr.
Pero este es un chico listo para brillar con luz propia.
El sentido común indica que, a pesar de la programación de este showcase y los privados que puedan venir en lo adelante, el chico no firmaría un acuerdo hasta después del 10 de octubre, cuando cumplirá los 23 años y recibirá derechos plenos como agente libre.
En cinco Series Nacionales con Santi Spíritus e Industriales, Lourdes Jr. conectó para .277, pero en las dos últimas dio un tremendo salto de calidad al batear por encima de .300 en ambas, especialmente la última al promediar .344.
Con la habilidad para jugar los jardines y el infield, no cabe duda de que no pocos serán los equipos interesados en firmar al Gurriel que permanece disponible en el mercado, después de haber perdido al que viste el uniforme de Houston.
Juntos en la vida y luego en los terrenos de Cuba, los hermanos se ilusionan con una reunión en el mismo equipo, aunque la realidad pudiera llevarlos por caminos diferentes en lo deportivo.
“Eso sería un sueño hecho realidad’’, reconoció Lourdes Jr. “Desde pequeño lo fui trazando, desde que los dos [Yulieski y Yunieski] estaban en el primer equipo y yo en los juveniles, luego en el equipo nacional y gracias a Dios esa será mi próxima meta’’.
Tomado de ElNuevoHerald.
Yulieski Gurriel: "poco a poco ya me creo que estoy en Grandes Ligas"
(Noticia en SwingCompleto de 14 de septimbre)
Por Enrique Rojas.
Yulieski Gurriel ha comenzado su carrera con los Astros de Houston con un bate caliente, exactamente como el que tuvo durante sus 15 años en la Serie Nacional cubana y el béisbol japonés antes de probar suerte en las Grandes Ligas de Estados Unidos.
Gurriel, un dos veces Jugador Más Valioso en la liga de su país y miembro del Todos Estrellas del Clásico Mundial de Béisbol del 2006, batea .328 (67-22) con tres jonrones, tres dobles, ocho carreras impulsadas y ocho anotadas en sus primeros 20 partidos con Houston, que lo firmó por cinco años y $47 millones de dólares en julio, pocas semanas después de su cumpleaños 32.
"Este tipo de arranque me da confianza. No es lo mismo empezar con las cosas saliendo mal porque entonces llega la presión. Arrancar bien me da confianza para adaptarme a este béisbol, que es el mejor del mundo, y hacer los ajustes", dijo Gurriel a ESPN Digital.
"He jugado en Cuba, en Japón, en eventos internacionales, pero todo el mundo sabe que el mejor nivel del mundo está en Grandes Ligas", dijo Gurriel.
"Creo que la mayor diferencia que hay aquí con cualquier otro nivel es el pitcheo. Los lanzadores son muy agresivos, la velocidad es bien alta en la mayoría de los pitchers, especialmente en los relevistas. Y tienes que enfrentar un pitcher diferente en cada turno después del sexto inning y hay que hacer los ajustes muy rápidos, especialmente para mí que no conozco a nadie aquí", agregó.
"En los primeros partidos ni me creía que estaba en la grama de un terreno de Grandes Ligas. Era difícil, ya que para nosotros los cubanos es difícil llegar a este escenario. Pero ". dijo Gurriel.
Gurriel, hijo del antiguo estelar del béisbol cubano Lourdes Gurriel, abandonó, junto a su hermano menor Lourdes Junior, a Ciego de Avila, el equipo cubano que participó en la Serie del Caribe en Santo Domingo, República Dominicana, en febrero pasado, para perseguir el sueño de jugar en las ligas mayores.
El antesalista e intermedista acababa de batear .500 con 20 dobles, 15 jonrones y 51 carreras impulsadas en 174 turnos con los Industriales de La Habana en la liga cubana, un circuito que los conocedores sitúan entre los niveles Clase A fuerte y Doble A de Estados Unidos. Incluyendo una temporada con Yokohama Bay Stars de la Liga Central nipona, Gurriel bateó .335 con con 250 jonrones, 1,018 impulsadas y .417 de OBP en 925 partidos de ligas antes de unirse a los Astros.
Pero a pesar de su gran historial, que incluye haber jugado con la selección cubana en las primeras tres ediciones del Clásico Mundial, tres Series del Caribe, dos Juegos Olímpicos y cientos de encuentros regionales y mundiales, muchos evaluadores estaban escépticos acerca de la capacidad de Gurriel de trasladar su gran efectividad con el madero a las Grandes Ligas, especialmente después de los 32 años de edad.
Esas dudas aumentaron cuando Gurriel bateó .250 (incluyendo .158 en AA y .222 en AAA) en 15 partidos de preparación en las ligas menores antes de ser convocado al equipo grande de los Astros el 21 de agosto.
Al menos en el inicio de su carrera en Grandes Ligas, Gurriel borró algunas preocupaciones. Entre los jugadores de los Astros con al menos 60 apariciones al plato, es segundo en bateo, slugging y OPS y cuarto en OBP. Hasta no ser dejado en blanco en tres turnos por el pitcheo de los Vigilantes de Texas el martes, llevaba una cadena de nueve partidos con al menos un imparable y tiene siete choques de hits múltiples en sus primeras 17 aperturas en la alineación.
Mejor aún, jugando en un equipo cargado de jóvenes talentosos en el cuadro interior, Gurriel ha mostrado un mayor valor, desempeñándose en diferentes posiciones. El nativo de Sancti Spiritus comenzó su carrera apareciendo en siete encuentros en tercera base, cinco en la primera base, cuatro como bateador designado y uno en el jardín izquierdo.
"Claro que jugar en mi posición todos los días me daría mucha tranquilidad. Es la primera vez que juego en el jardín izquierdo y no lo había hecho mucho en primera base. Hacerlo en este escenario, en la situación del equipo peleando un comodín, me preocupa mucho", dijo.
"Pero los cubanos somos luchadores y donde quiera que nos pongan tratamos de dar el máximo y hacerlo lo mejor posible. Estaré dispuesto a jugar donde sea, aunque no sea la posición que siempre he jugado", agregó Gurriel.
Por supuesto, para jugar en Estados Unidos y ganar millones de dólares con los Astros, Gurriel tuvo que pagar el mismo precio que pagaron sus compatriotas que dejaron todo atrás para poder ser elegibles a trabajar en un país que mantiene un embargo económico contra su isla.
"Es muy difícil, nadie se imagina. Solo nosotros sabemos lo duro que es este paso para nosotros los cubanos. Nunca pensé que lo haría", dijo Gurriel.
"Pero bueno, ya las cosas cambiaron, tomé la decisión, y ahora estoy haciendo ese ajuste tan difícil, algo nuevo de estar tanto tiempo lejos de mi familia, de mi gente, de donde nací, de mis hábitos. Lo he tratado de asumir de la mejor manera, pero no cabe duda de que es una transición muy dura", apuntó.
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