Decenas de peloteros cubanos han dejado sus huellas en las Series Nacionales, pero solo muy pocos han conseguido inmortalizarse con marcas irrompibles |
En unos días en el beisbol cubano termina la primera mitad de la Serie número 56, entre una cosa y otra, nunca nos sobra este análisis (actualizado) tras más de medio siglo de pelota a nivel
nacional, y con miles de partidos efectuados, donde muchos atletas han dejado
su huella.
La selección fue relativamente ardua, pues no es solo nombrar los récords,
sino mencionar los que creo casi imposibles de romper, ya sea por lo difícil de
la hazaña, por lo inusual, o por las diferencias del beisbol que se jugó en los
primeros años y el de hoy en día.
Mi propuesta se divide en cuatro partes, los récords teóricamente
irrompibles en la categoría individual, las marcas colectivas, mis guarismos
soñados y finalmente, las tres epopeyas, en mi opinión, más seguras en el baúl
de la inmortalidad. Dentro de cada capítulo el orden de exposición es
aleatorio, ni se rige por las fechas, ni la importancia del acto. Válido volver
a mencionar que lo fundamental es que las marcas son irrompibles, o sea que creemos que no
pueden ser superadas.
Sin dilatar más el compendio, aquí les dejo con mi selección, que la
disfruten:
Récords individuales:
· El granmense Ibrahim Fuentes y sus 14 imparables consecutivos en
la temporada de 1988-1989, están entre los récords de mayor preponderancia
dentro de nuestros campeonatos, primero por lo notable del hecho en sí y
segundo por el actor, que tuvo este único momento de fama. Ese fue el año de la
triple corona de Orestes Kindelan (402-24-58), pero Ibrahim Fuentes se llevó
los cintillos cuando logró su hombrada, a pesar que terminó bateando 333 esa
campaña (34 hits en 102 veces al bate) y actuó en otras 11 Series Nacionales
donde promedió insignificante 259 (1543 VB y 400 H).
· Dos jonrones con las bases llenas en una misma entrada conectados
por Alexei Bell (SCU) son más de lo que puede soñar cualquier
beisbolista y por supuesto pasaporte seguro a la inmortalidad. En la temporada
del 2009-2010 Bell abrió imponiéndose en el libro de los récords (de paso, con
8 impulsadas en un solo inning) asegurándose que nadie podrá sacarlo, pues, ¿quién
va despachar tres Grand Slams en un mismo capítulo?
· La cadena de 46 y un tercio de innings sin permitir carreras parece
imposible, pero en el año 1978 Maximiliano Gutiérrez, lanzando por
Vegueros, logró esta marca, en una temporada donde terminó siendo el líder en
victorias con 9 y lanzó para excelente 1, 37 promedio de limpias por juego.
· Los dos no hit no run consecutivos de Aquino Abreu no
podían faltar en esta lista, pues la proeza del lanzador de Centrales en la
Serie del 66, de recetar sendos No-No a Occidentales e Industriales, requiere,
para ser destronada de que un pitcher tire tres juegos seguidos sin hits ni
carreras y esto no va a pasar. Aquino Abreu, gracias al mismo merito, también
ostenta la marca de 19 capítulos consecutivos sin permitir imparables.
· Una de las veces que se enfrentaron Habana y Matanzas en la temporada de
1970 Manuel Hurtado fue el lanzador designado para abrir por la capital y este
realizó una de las faenas más memorables en la historia al ponchar a 10
bateadores seguidos, en un récord bien difícil de superar. Lo increíble de
la gesta fue que el bateador número 11 conectó fácil elevado al cuadro y
Hurtado después ponchó dos matanceros más consecutivos. Nada que Manolito
estaba en su noche.
· Mientras jugaba por Mineros en 1973 José García conectó dos
elevados de sacrificio frente a Henequeneros en el mismo inning y si
bien esta no parece una hazaña herculeana, si es imposible de romper, pues
nadie puede batear tres flies de sacrificio en la misma entrada, pues el
tercero sería el último out del capítulo y por supuesto no habría pisa y corre.
· Cuando el santiaguero Rey Isaac en 1995 bateaba de hit en 37
partidos consecutivos, no solo dejaba atrás la marca del 86 de Lázaro
Vargas de 31, sino que llevaba este récord a otro nivel, que desde entonces ha
estado inexpugnable para los bateadores del patio y lógicamente está incluida
en mi lista para la eternidad. Ese año Isaac terminó en el octavo puesto entre
los mejores bateadores del torneo con sólido 367.
· 500 de average es uno de los récords que hablan por sí
solo y este pertenece a Yulieski Gurriel (IND), quien decidió
despedirse de las Series Nacionales en el 2016 por la puerta ancha (174-87),
dejando una marca posiblemente mundial. Osmani Urrutia (LTU), que se fue de 258-121
en la temporada del 2004 y era el dueño de la marca anterior (469), le pasó por
arriba al 462 de Javier Méndez en la 2da Copa Revolución del 97.
· Esta es del tunero Osmani Urrutia, pues ganó 5 campeonatos de
bateo consecutivos del 2001 al 2005, con promedios intergalácticos
de 431, 408, 421, 469 y 385 en ese orden. Irónicamente Urrutia tuvo un
súper año en el 2006 con average de 425, pero Michel Enríquez (ISJ) fue el
líder con 447. En el 2007 Urrutia retomó su título y volvió a ser campeón de
bateo con 371. Nada, que se fue de 7-6 en campeonatos de bateo del 2001 al
2007.
· Cuando Wilfredo Sánchez (MTZ) disparó 13 triples en
1969 ni el mismo imaginó que esa marca duraría hasta nuestros días y aunque no
es un número que se impone, el hecho de estar intocable por más de 30 años me
parece suficiente para incluirla en mi lista. Increíblemente tres bateadores
han llegado a 12 en todo este tiempo, pero recuerden que en esta selección es
necesario batir el record, así que hay que alcanzar los 14. ¿será que
verdaderamente el 13 es un número maldito?
· El habanero Yulieski González y su marca de 15-0
en la temporada del 2009, sin discusión ni argumentos. Para desbancar
al zurdo, el retador debe ganar 16 partidos seguidos y no perder ni uno, en una
misma Serie Nacional.
· Otro habanero, José Ibar y sus 20 triunfos de
1998. Con rotación cada 5 días y el beisbol moderno imponiéndose acá en el
patio no creo que esta marca pueda ser borrada, salvo que las Series Nacionales
sean en un futuro de 150 juegos. Por el momento Ibar está seguro en mi listado.
En el 99 ganó 18, así que les comento otro récord, 38 victorias en dos
años seguidos. ¿Qué tal?
· 20 juegos completos de Roberto Valdez (MIN)
y Emilio Salgado (VEG) en la Serie Nacional de 1969 (formato
de 99 partidos), es totalmente imposible de romper, sobre todo si se logra la
especialización del picheo en Cuba.
· El propio Emilio Salgado y sus 230 innings y un
tercio en la campaña del 69, también están inalcanzables. Imaginen que
de la fecha hasta nuestros días nadie ha tirado 200 entradas en una sola
temporada. Otra marca segura.
· Leonel Moa (CAM), Alberto Díaz (MTZ) y Omar Linares (PRI) despacharon 4
jonrones en un juego en 1989, 1995 y 1997 respectivamente. Les puedo
asegurar que ningún slugger va a soltar 5 bambinazos en un solo partido, así
que este trío anda tranquilo, pues sus nombres no pueden ser borrados.
· Las 55 bases robadas de Enrique Díaz. Dicho así no parece tan
difícil, pero en casi 56 temporadas solo 3 veces se ha llegado a la cifra de 50
estafas en Series Nacionales y par de esas veces fue el propio Enriquito, con
55 en 1993 y 53 en el 94. El primero en lograrlo Juan Díaz Olmos con 52 en
1968. En fin, que tenemos que esperar que surjan robadores, porque los de hoy
en día no presentan peligro para esta marca.
· Ihosvani Gallegos lanzó para un imposible 0,37
promedio de careras limpias en 1972 (72 innings y un tercio, con solo
tres limpias permitidas). En los últimos 30 años solo tres lanzadores han
bajado de una limpia por juego y el mejor en ese lapso fue José Riveira en
1983, con 0,63. Gallegos terminó su carrera, tras 9 temporadas, con esplendido
promedio de 1,94; pero lo del 72 va más allá de lo humano y por tanto es
irrompible.
· Cuando en el 2001 Maels Rodríguez accedió a los 200
ponches en un torneo, no solo se propuso romper el añejo record de Santiago
“Changa” Mederos (208), sino que decidió llevarlo al límite de lo
imposible con 263 abanicazos repartidos en 178 innings de actuación.
La carrera de Rodríguez se vio afectada primero por las lesiones, para más
tarde abandonar el país, pero sus 263 ponches por sí solos, lucen
inalcanzables.
· El cienfuegueros Pedro Palacios jugó en 12 Series Nacionales,
pero de seguro el 4 de marzo de 1979, hubiera querido estar en cualquier otro
lugar menos en un terreno de pelota, pues ese día Villa Clara le robó
11 bases (récord también colectivo de bases robadas), en una marca sin
precedentes y que luce muy difícil de borrar.
· Tres lanzadores han tirado 20 entradas en un partido y
lógicamente eso es una cifra que va a quedar para la posteridad de manera
indiscutible. En la Selectiva de 1984 Mario Veliz (VCL) y Félix
Núñez (ORI) se enredaron durante 20 innings para ser los primeros en
esta categoría, sin embargo en la Serie Nacional de 1987 Roberto
Domínguez lanzó de relevo por Henequeneros por igual cantidad de
capítulos frente a Industriales. En la actualidad este récord es intocable,
pues a 10 lanzamientos por entrada, cada uno de ellos tiró un mínimo de 200
envíos al plato y eso no se corresponde con el estilo de hoy, así que apúntelo
en la lista.
· Alfredo Fonseca, cuando aún lanzaba por Granma, permitió
21 imparables frente a La Habana en la primera Copa Revolución,
asegurándose un puesto en esta selección, pues será difícil ver semejante
destrucción nuevamente.
· A 22 holguineros dejó con la carabina al hombro Faustino Corrales (PRI)
el 20 de Diciembre del 2000, imponiendo respetable actuación digna de guardar
por su inaccesibilidad. Mención aparte para los 24 ponches que repartió
Rogelio García (VEG) en 1977 frente a Mineros en 16 entradas.
· A la hora del descontrol tenemos a Facundo Morales (HEN),
que en 1983 realizó la fatal empresa de tirar 5 wild pitch consecutivos en
el tercer inning del partido pactado contra Granma. Lo increíble es que Facundo
se adjudicó un sexto wild en ese mismo juego. No te preocupes Facundo que nadie
te va a desplazar de allí.
· Cuando Lázaro de la Torre salió a iniciar su
tercer partido consecutivo en el Play Off contra Pinar del Río en el
2001 impuso un record difícil de borrar tanto por la valentía como por la
calidad del derecho industrialista. La hazaña es mucho mayor si apreciamos que
de la Torre tiró en esos partidos de postemporada lesionado.
· Juan Pérez Pérez a disparos puros, se las arregló para
adjudicarse tres no hits no run en su carrera, en 1973, 1974 y
1975. Para tumbar a Pérez Pérez del puesto de donde nos mira, habría que lanzar
4 no-no y creo que allá afuera nadie está capacitado para hacerlo.
· Carlos Yanes lanzó en un total de 28 temporada,
cifra absurda e inalcanzable. Yanes de paso jugó en su 4 décadas en el
beisbol cubano (estadística conseguida por varios peloteros, pero
jamás superada), pues debutó con la Isla en el campeonato de 1984, donde lanzó
en 21 encuentros, 19 de relevo, con 6 victorias, 2 fracasos y promedio de
limpias de 5,32. Resumiendo alguien deberá jugar 29 años en el beisbol cubano y
esto, tampoco va a pasar.
· Las 1511 carreras impulsadas de Orestes Kindelán también
me parecen inaccesibles, pues sin tener mucho dominio matemático, un
beisbolista debe remolcar 75 compañeros durante 20 años y aun así le faltarían
11. La calidad existe, pero esa marca es resultado de una excelente carrera, a
nombre del Tambor Mayor y depende de muchos factores, especialmente de la
longevidad. En mi opinión Kindelán puede dormir tranquilo.
· Y si de atletas extraordinarios se trata voy con Urbano González (IND),
quien en los primeros años del beisbol revolucionario dejó claro que poncharse
no era lo suyo y promedió un cafetazo cada 42,75 veces al bate,
pues se engulló solo 67 abanicazos en 2864 visitas al plato. En esta categoría
le sigue Wilfredo Hernández con una excelente frecuencia de 24,06, pero muy
lejana al dato intergaláctico de Urbano. Intocable ¿No creen?
· Otro con una frecuencia increíble es el camagüeyano Luis Campillo,
que promedió 1,37 bases por bolas por cada juego completo en
sus 16 años de carrera y más de 300 partidos lanzados. El control de Campillo
es tal, que solo otorgó 260 pasaportes gratis en 1707 entradas. Pues nada: que
a Campillo había que salir a batearle.
· José Antonio Huelga es uno que no podía faltar y tiene
tres categorías donde es el líder absoluto y nada va cambiar esto. Huelga es el
de mejor promedio de limpias en la historia del beisbol cubano
en un rango de 750 entradas, con 1,50; es el que menos hits
permitió por juego completo con solo 5,73 y (aguántense) permitió solo 9
jonrones en 871 y un tercio de innings, para increíble promedio de 0,09
jonrones por encuentro, o lo que es lo mismo, un bambinazo permitido cada 97
entradas. Sin comentarios.
Records colectivos:
· Cuando en la temporada del 2009 Las Tunas le anotó 18 carreras en
un inning a Guantánamo, despachó la marca anterior y situó la varilla
muy alta para próximos intentos de desbancar este récord.
· Los 34 partidos perdidos consecutivos por Holguín en la
Serie Nacional del 2006 no pueden excluirse, pues esa es una marca
extraordinaria y terrible. Holguín terminó con balance de 27 y 63, lo que
significa, que descontando el enorme bache, el resto del torneo jugaron para
aceptable 27-29. De alguna manera Holguín quedó penúltimo entre los 16 equipos
de ese año, pues Metropolitanos ganó solo 19 juegos y perdió 69.
· La versión de Mineros de 1972 ganó 27 partidos
seguidos, pero llegó al día final del torneo igualado con Azucareros (ambos
con 52-14) y en serie extra de 3 a ganar 2, los Azucareros fueron mejores y se
llevaron el título nacional en el último juego del campeonato. A los Mineros el
mal sabor de la derrota les llevó a conformarse con la racha ganadora más larga
de la historia del beisbol en la Isla.
· Y hablando de mal sabor, no me imagino que pueden haber sentido los
integrantes del equipo Pinar del Río del 68, pues impusieron récord de más
partidos de diferencia con el primer puesto (Habana 74-25) con
61. Los pinareños ganaron 12 y perdieron 85 para adjudicarse la peor
temporada de la historia.
· Esa serie de 1968 vio coronarse al Habana con la mayor
cantidad de triunfos en un torneo con 74, en las condiciones actuales quien
rete ese récord debería ganar 75 juegos y perder solo 15. Olvídenlo, nadie lo
va a lograr.
· Por otra parte los cuatro campeonatos consecutivos ganados por
Industriales en la década del 60 parecen imposible de superar.
Excelentes representativos de Pinar del Río, Villa Clara, el propio
Industriales y Santiago de Cuba han llegado cerca, más la marca continua
intocable y al parecer así seguirá.
· Hablando de la imposibilidad del logro les expongo que Eduardo
Martín, al frente de Villa Clara en 1983 ganó 41 juegos de 49
posibles, para irracional promedio de victorias de 837. Ese equipo
contó con Alejo Oreilly (358 average), Amado Zamora (332), Rafael Rodríguez
(323) y Víctor Mesa (303) con el aluminio, mientras que Mario Veliz (9-3), José
Ramón Riscart (8.2) y José Riveira (6-0) lo hicieron desde la lomita. De nuevo
especulo y les comento que para superar este récord en la versión de 90 juegos,
un conjunto deberá ganar 76 partidos, teniendo en cuenta que quienes más lejos han
llegado, fueron los Industriales del 2003 con 66 triunfos. Esta marca también
está segura.
· Citricultores utilizó 8 lanzadores contra La
Habana en una misma entrada en la temporada de 1987. Totalmente
improbable en el beisbol moderno.
· El último partido de la campaña regular del 2003 los Industriales
alinearon con 9 zurdos, cosa que es imposible de superar, pues solo existen
nueve puestos en la alineación y es muy difícil encontrar de conjunto 4
jugadores de cuadro y un receptor que bateen con la mano equivocada, amén de
tres jardineros siniestros y un designado.
· En una guerra basada en la artillería se enfrascaron los equipos de Villa
Clara y Las Tunas el 14 de enero de 1995, con las naranjas llevando la
mejor parte e imponiendo varias marcas. Villa Clara anotó 38 carreras,
con 37 hits, 15 dobletes, 24 extrabases y 37 remolques, todos esos récords
para un equipo. Entre ambos pisaron el plato 53 veces (38 a 15), conectaron 61
imparables, 20 biangulares, 32 extrabases y empujaron 52 carreras, todos
records también para dos equipos. Esa tarde no había quién sacara out.
Esos son los récords que propongo como irrompibles, pero fanático al fin de
este deporte, sueño y me pregunto. ¿Tendremos aquí en el patio, quienes lleguen
a los números mágicos de 500, 2500, 300 y 2500 de nuevo?
· 500 jonrones: No creo que se pueda, cada día más convencido que nuestra única
oportunidad era Kindelán.
· 2500 hits: Igual parece imposible, si Enriquito jugaba todos los días y se quedó
en 2378...
· 300 victorias: Forget about it....
· 2500 ponches: Rogelio García se quedó a uno (2499) y Pedro Luis Lazo picó cerca
(2426), sin embargó anunció su retiro. Este es otro guarismo que veo
inalcanzable por el momento.
Mis tres marcas totalmente inalcanzables de este compendio son:
1. Los dos juegos sin hits ni carreras consecutivos de Aquino Abreu. Nadie,
insisto, nadie va a tirar tres no-no sucesivos. Basta con mirar que solo un
lanzador en la historia de las Series Nacionales ha lanzado tres partidos de
esta categoría y lo más cerca que estuvieron uno del otro fue con un año por
medio. La carrera de Abreu no fue más allá de un mediocre 63-65 balance de
ganados y perdidos en 14 temporadas, sin embargo su nombre será siempre
recordado por los dos partidos seguidos en que fue intocable en la campaña de
1966.
2. Alexei Bell y sus dos jonrones con bases llenas en una entrada. Bell
definitivamente ha sido señalado por el Olimpo atlético. Primer jugador en
conectar 30 jonrones en una Serie Nacional, record de 111 impulsadas en una
temporada, excelentes cualidades físicas y para colmo despacha dos Grand Slams
en un mismo inning, en un partido donde terminó empujando 12 carreras, cosa que
también es un récord. Pero las posibilidades de que su marca de par de
bambinazos con los ángulos congestionados pueda ser superada es ínfima, de
hecho irrealizable en mi criterio. Figúrense que en Grandes Ligas, donde se
juega desde 1876, solo Fernando Tatís (1999) ha acometido igual hazaña que
Bell. Es extremadamente difícil que un beisbolista venga a batear 3 veces en un
mismo capítulo, encima de eso tendría que ser con bases llenas en todas las
oportunidades y el pelotero debe cometer el acto heroico de conectar su tercer
jonrón del inning. Jamás un bateador ha conectado tres jonrones con bases
llenas en un juego. ¿En una misma entrada? Olvídenlo, es imposible.
3. ¿22 ponches en un juego? Otra marca que no va a ser retada. Faustino
dormirá seguro por toda su vida y el resto de su existencia extraterrenal, pues
no habrá quien reparta más ponchetes en un encuentro. Para batir este record
tiene un serpentinero que repartir cafés para 23 bateadores rivales, dejando
cabida para solo 4 outs en cualquier otro estilo (en caso de lanzar completo).
Créanme, no va a pasar.
Espero estén satisfechos con esta selección y por supuesto que ustedes,
todos, tendrán sus propios récords irrompibles, pues si hay algo bien evidente,
es que el destino obra de maneras muy caprichosas y en un terreno de beisbol
cualquier cosa pueda pasar.
Sin más por ahora,
Daniel, hay un jugador que para mi tiene la marca de mas veces cogido robando en un juego, por lo menos la tendra empatada con otros. Para robar o ser cogido robando primero tienes que embasarte, despues que no haya corredor en la base siguiente (a no ser en un doble roboque no es lo mas frecuente), ademas el score del juego, si tu equipo esta perdiendo por mucho o ganando por mucho no se roba por lo general. Asi que haber sido cogido robando tres veces en un juego, es muy dificil, ademas de por lo anterior, por que si ya te cogieron dos veces te diras: hoy no es mi dia. Solo un pelotero de los obstinados lo haria, fue Lazaro Vargas, en sus inicios, en un juego en el 5 de septiembre contra Cienfuegos, en el 83 o el 84, fue en un doble juego, en que incluso termino en el segundo juego como receptor, pues el equipo Industriales habia tenido un accidente en las 8 vías, y Medina estaba accidentado y ni siquiera fue a esa subserie. No lo puedo asegurar, pero si alguien fue cogido robando 4 veces, primero tuvo que embasarse 4 veces, y despues si ya lo cogieron 3 veces se lanzara la cuarta ???
ResponderBorrarAclaro que fue en uno de los dos juegos, no en el doble juego, y repito que no esta comprobado que sea record pues no se lleva, de todas formas siempre lo he recordado
ResponderBorrarHola Daniel:
ResponderBorrarTodos son buenos record, solo acotar que los 9 jugadores no es imposible de realizar si Industriales lo hizo con Anglada, cualquier otro equipo pudiera intentar poner al menos esa alineación al incio del partido. El tema de los partidos ganados en un torneo, bueno, como está matanzas este año, aunque esté mal la calidad del torneo desde hace muchos años, este record puede estar en peligro.
Saludos,
Michael
Urbano Gonzalez fue campeon en la primera nacional con occidentales y despues 4 veces con industriales de forma consecutiva. Dificil que alguien sea de un equipo campeon por 6 años consecutivos y romperle el record urbano que no solo es el de menos ponches. Jose
ResponderBorrarHola Daniel
ResponderBorrarUn record practicament imposible de romper lo establecio Lazaro Santana de Granjerosel el 26 de enero de 1972 durante la XI Serie Nacional.
En ese juego Santana retiró consecutivamente a 29 bateadores de Vegueros lo que equivale a 9 y 2/3 de entradas sin que ningun bateador le llegara a primera base. Fijense que este record tiene ya mas de 40 anos y cuantos lanzadores estelares han pasado por los monticulos cubanos en todos ese tiempo.
SAludos.
hola que pasa que no habla del mete oro de la maya ni de pacheco...
ResponderBorrarCabe destacar también que de la Torre tenia 44 años en el 2001 cuando inicio su 3er juego de manera consecutiva, y ya que estoy aquí quisiera que alguien me aclarara una duda, de las 1726 bases robadas de Enriquito Diaz, cuantas veces se robo tercera y home?
ResponderBorrarCreo que hay otro récord que para mi es indestructible. El de 29 bateadores retirados consecutivamente en un juego materializado por Lázaro Santana Herrera frente a vegueros
ResponderBorrarEn esa lista deberia estar el receptor que mas hombres ha cogido en las bases.
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