Boxeadores cubanos serían afectados por aparente colapso de poderosa empresa

RANCES BARTHELEMY presiona a Mickey Bey rumbo a una victoria en Hollywood, Florida, el 3 de junio del 2016. Pedro Portal pportal@miamiherald.com
Rances Barthelemy presiona a Mickey Bey rumbo a una victoria en Hollywood, Florida.
Foto: Pedro Portal pportal@miamiherald.com

Por Jorge Ebro /@jorgeebro


La ley de las casualidades quiso que un cubano fuera protagonista de la última velada de Premier Boxing Champions (PBC) en lo que va de año, pero la ley de la economía obliga a una pregunta: ¿Cuándo veremos a otro?

Cuando el 27 de septiembre Yordenis Ugás derrotó por nocaut a Bryant Perrella, la serie de boxeo del controversial hombre de negocios Al Haymon entró en una especie de receso del que se conoce el comienzo, mas no el final.

Aunque se habla de alguna que otra velada de PBC a fines de otoño e invierno, hasta el momento no aparece nada en la programación, mientras las dudas sobre la salud financiera de este negocio no hacen otra cosa que crecer.


"Mucha gente apostó desde el principio que la manera en que estaban haciendo las cosas era insostenible'', comentó una fuente de la industria del boxeo. "Tal vez no desaparezca, pero no va a continuar al ritmo del principio, ni va a poder sostener ese enorme establo de púgiles. Como está la economía es imposible. Todo el mundo recorta presupuesto, HBO, Showtime. Todo el mundo''.

Lo cual nos lleva a dos de los boxeadores más seguidos en Miami y dos de los puntales de PBC: Erislandy Lara y Rancés Barthelemy, quienes han peleado solo una vez en el 2016 y por el momento no se vislumbra nada más.

Lara, quien suele subir al cuadrilátero dos veces por año, defendió su título de las 154 libras en mayo tras vencer por decisión unánime a Vanes Martirosyan; mientras que Barthelemy retuvo su faja de las 135 el pasado junio frente a Mickey Bey.

¿Qué viene para ambos? Los dos tienen vía de acceso directa a Haymon mediante su manager, Luis de Cubas Jr., y es posible que en algunas semanas se anuncie la presencia de alguno en próximos programas.

Pero a medida que parece secarse la fuente de $500 millones otorgada a Haymon por un fondo de inversiones para lanzar PBC en marzo del 2015, la trampa de la inactividad crece de manera perniciosa.

Barthelemy y Lara no son los únicos guerreros de renombre que solo han subido al ring una vez en la temporada, porque la lista es larga y de relieve: Danny García, Keith Thurman, Shawn Porter, Adonis Stevenson, Gary Russel Jr., los hermanos Dirrell, los hermanos Charlo…Otros como Lamont Peterson y Abner Mares ni siquiera se han puesto los guantes.


A Haymon le va a resultar muy difícil encontrar un balance de tiempo y cadenas de televisión para mantener visibles e importantes a tantos buenos boxeadores ahora estancados en un dique seco.

Hubo un tiempo que Lara y Barthelemy eran el ejemplo para el resto de los cubanos. Bien respaldados, bien pagados, bien entrenados y con una presencia meritoria en las cadenas de televisión. Campeones del mundo, ¿qué más se podía pedir?

Sin embargo, la preocupación por el futuro de ambos resulta genuina ante el desierto de carteleras de PBC, una caída que unos predijeron y de la cual otros se regocijan. Esta es una empresa que nació con buenas intenciones -creo yo- que no bastaron en un clima económico terrible, sin obviar errores propios como esas veladas de martes y domingos, y algunas peleas inservibles e intragables.

Al final, quienes importan son Lara y Barthelemy.

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