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| Ha pasado bastante agua debajo de los puentes desde que Puig entró como un huracán al mundo de los Dodgers |
Por Manolo Hernández Douen.
Con todo lo que le ha pasado a Yasiel Puig este año, como su lesión, el envío a las menores y un letargo en la postemporada del cual salió al batear de 2-2 en el Juego 3 de la actual Serie de Campeonato, cualquiera imaginaría desde fuera que la fanaticada de los Dodgers de Los Angeles lo ha dejado en el olvido, pero es todo lo contrario.
El jardinero cubano de los Dodgers, abucheado tal vez en otros parques, como por ejemplo el hogar de los Gigantes de San Francisco, permanece como uno de los peloteros más consentidos por la fanaticada de la Tropa Blanquiazul, al punto de que cuando lo presentan en Dodger Stadium le tributan una larga y calurosa ovación.
"Creo que la energía que Yasiel aporta es contagiosa", proclamó el manejador de los Dodgers, Dave Roberts. "Contribuye en muchas cosas, como por ejemplo el otro día al ejecutar tremendo engarce al entrar desde la banca. Puede hacer mucho con su brazo y suma su potencial de poder en el plato, aparte de la combinación de todas sus herramientas.
"Ciertamente es uno de los favoritos de la fanaticada en Los Angeles", definió Roberts de su guardabosque antillano.
Ha pasado bastante agua debajo de los puentes desde que Puig entró como un huracán al mundo de los Dodgers, pero ahora, a sus 25 años de edad, el nativo de Cienfuegos, Cuba, considera que ha aprendido de las buenas, malas y regulares que se le pueden presentar a un pelotero en el apasionante mundo del diamante.
"No fue muy buena temporada [regular] para mi, ya que tuve algunos problemas con el equipo y la disciplina", reconoció el bateador derecho que se fue para la calle 19 veces en apenas 382 turnos en su campaña de novato en el 2013.
"Le doy Gracias a Dios y a la preparación que tuve en la Triple 'A' y le agradezco a mis compañeros por darme la oportunidad de estar en los playoffs", comentó Puig.
Lo más impactante para un pelotero quizás sea producir a tiempo o ejecutar alguna fabulosa jugada, pero Puig manifiesta que hay otras cosas que ha mejorado que le permiten ser ahora un mejor profesional del diamante.
"Aprender a cumplir con tu deber diario, con tus entrenamientos diarios, llegar a tiempo todos los días, prepararte más para que las cosas sean mejores en el terreno y ser mejor compañero", confesó Puig, de las cosas en las que ha trabajado en el 2016.
Obviamente, un pelotero que ya ha impactado como titular en la cumbre del diamante debe sentirse incómodo si no juega a diario en un momento tan importante del año como lo es la postemporada, pero el Puig de los actuales momentos lo ve de otra manera muy diferente.
"Es un placer que me hayan dado la oportunidad de poder jugar jugar en el inning que sea, o abriendo en los juegos que sea, para dar lo mejor de mi en el terreno y ayudar a mi equipo en los playoffs y así poder ganar la Serie Mundial que es lo principal para nosotros", comentó Puig.
La postemporada del 2016 lucía bien pareja para los Dodgers y prueba inequívoca han sido las reñidas series frente a los Nacionales de Washington y los Cachorros de Chicago, pero Puig siempre ha mantenido una gran confianza en su equipo.
"Estamos todos bien unidos, tenemos buen pitcheo, buena defensa, buena ofensiva", calificó el cubano. "Estamos bateando y anotando las carreras cuando tenemos que anotarlas".
¿Es mejor pelotero Yasiel Puig que el gran novato del 2013? Es la pregunta necesaria para culminar la entrevista. El jardinero de la Perla de las Antillas se toma una pequeña pausa para pensar en la respuesta.
"No lo sé, tenemos que seguir mejorando", concluyó Puig.
Aburren con lo de Puig
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