En el Juego de las Estrellas del 2016-2017 Víctor Mesa se convertió en el primer manager en dirigir a su hijo en estos enfrentamientos. |
Por Osvaldo Rojas Garay / osvaldo@vanguardia.cu
La celebración del tradicional Juego de las Estrellas del béisbol cubano entre los equipos Orientales y Occidentales tuvo una novedad en la versión fijada para el 28 y 29 de octubre del 2016, en el estadio Victoria de Girón.
Por primera vez un manager tuvo la oportunidad de dirigir a su hijo en partidos de esta naturaleza. Esto ocurrió cuando el jardinero Víctor Víctor Mesa Ríos salió al terreno bajo las órdenes del piloto de Occidentales Víctor Mesa Martínez.
La otrora estrella del bosque central en la pelota cubana intervino como jugador en siete desafíos: 1981, 1982, 1983, 1984, 1986, 1987 y 1994. En cinco de estas ocasiones su equipo Orientales salió vencedor.
Después, ya convertido en director, Víctor Mesa ha tenido esa responsabilidad en tres choques y bien diferente a lo que le ha ocurrido en las series nacionales, aquí si ha podido salir exitoso, primero con Orientales en 2003 y 2004 y posteriormente con los Occidentales en 2014.
Su vástago de 20 años se estrenó en estos choques que acogió por segunda ocasión el Palacio de los Cocodrilos.
Padres e hijos en partidos estelares
Ya que abordamos el tema de padre e hijos en Juegos de las Estrellas es una buena oportunidad para recordar a otros binomios que han actuado en estos encuentros, aunque como jugadores.
El lanzador Cecilio Soto, uno de los protagonistas del primer partido, el 15 de marzo de 1963, seguramente vibró de emoción cuando vio a su hijo Roberto Soto en la lomita del Latinoamericano al reanudarse estos enfrentamientos en 1981.
Eso mismo debe haberle sucedido al desaparecido Fidel Linares (1963, 1965 y 1966) con sus vástagos Omar Linares (1986, 1987, 1994, 2000 y 2001) y Juan Carlos Linares (1994). También a Lourdes Gourriel quien disfrutó de la presencia de sus hijos Yulieski, Yunieski y Lourdes Yunielki en el 2014, única vez en que en un mismo partido han coincidido tres hermanos. En el caso de Yulieski hay que agregar que asistió a nueve juegos de este tipo.
Asimismo el matancero Guillermo Heredia (1986) vio a su retoño de igual nombre en los encuentros de 2012 y 2013.
También gozó de ese privilegio el capitalino Francisco Despaigne (1986) con Odrisamer Despaigne, participante en los desafíos de 2012 y 2013. Todo esto en lo que concierne al conjunto Occidentales.
Ahora bien, con la casaca de Orientales que van delante 14 triunfos a 13, el primero que vivió esa experiencia fue el bólido de Sierra Morena, Amado Zamora Portilla, quien actuó en las ediciones de 1981, 1982, 1983, 1984, 1986 y 1987 y luego ha visto a Andy Zamora salir al terreno en 2005, 2012 y 2014.
El cienfueguero Héctor Olivera González, uno de los mejores bateadores designados que han tenido las series nacionales vistió el uniforme de Orientales en 1981 y su hijo Héctor Olivera Amaro lo hizo en 2007, 2008 y 2012, mientras que Henry Urrutia (2008) siguió las huellas de su padre Ermidelio Urrutia, quien jugó en 1994 en aquella singular porfía entre Truenos y Centellas.
El pasado año la lluvia impidió que el pinareño Erlis Casanova y el espirituano nativo de Villa Clara Orlando Acebey ingresaran en la lista de los que siguieron a sus padres. Ahora a Erlis se le presenta nuevamente la oportunidad de vestir el traje de Occidentales como su padre Luis Giraldo Casanova Castillo, el Señor Pelotero, quien se desempeño en cinco juegos.
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